MIAMI.- Cada año, al menos 1,600 personas son diagnosticadas en Estados Unidos con listeriosis, una infección causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria Listeria (Monocytogenes), según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Unas 260 personas mueren por la enfermedad.
Recientemente, las autoridades sanitarias retiraron del mercado unos paquetes de brócoli, procesados por la firma Braga Fresh, que una importante cadena de tiendas vendió en al menos 20 estados.
El retiro de las bolsas de la verdura se realizó después de que durante el análisis se detectó contaminación con listeria y, aunque no arrojó víctimas, esto ocasionó que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) intensificara su alarma. El producto podría causar consecuencias graves para la salud e incluso la muerte.
Pero, este no es el único caso en Estados Unidos. Con alguna frecuencia, se ha detectado un elevado índice de alimentos contaminados y, en consecuencia, enfermedades en los consumidores, convirtiéndose el problema en una importante carga para la salud pública en los Estados Unidos.
Se calcula que aproximadamente 48 millones de personas se intoxican por alimentos cada año, esto se debe a virus, bacterias y parásitos que entran en los alimentos que se consumen, según organizaciones médicas estadounidenses.
Ante eso, especialistas señalan la necesidad de cuidar con rigor los procedimientos de recolección, procesamiento, empaque y distribución, por una importante razón: aunque la listeriosis puede atacar a cualquier persona, es especialmente nociva en adultos mayores de 65 años de edad, en mujeres embarazadas, bebés, y en personas que poseen un sistema inmunitario muy débil incapaz de poder atacar infecciones.
Saber de la enfermedad
Patricia Valenzuela, médico y presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología de Venezuela, resalta de entrada la importancia de que las personas estén “muy conscientes” durante la compra y consumo de alimentos para prevenir la listeriosis.
“Las personas deben darse cuenta de que están comiendo alimentos que no están en buen estado, porque hay mal olor o mal aspecto y por supuesto mal sabor y desechar de inmediato los alimentos”, sostiene.
Sin embargo, advierte que el pollo, por ejemplo, o algunas frutas y vegetales pueden estar contaminados y no mostrar mal aspecto, por lo que es imprescindible lavar los productos e incluso las manos antes de consumirlos. Esto con excepción del pollo y los huevos que, dijo, no deben lavarse sino pasarlos por hervor antes de comerlos.
Con esto, señala, puede evitarse la contaminación “cruzada”, es decir, que se extiende a otros alimentos por contacto con lavaplatos o cubiertos infectados previamente y sugirió tener tablas y cuchillos para cada tipo de alimentos.
Síntomas de la listeriosis
Valenzuela dice que es importante estar alerta ante la aparición de síntomas por consumo de alimentos infectados.
Estos son: fiebre, náuseas o vómitos, evacuaciones líquidas o cólicos, dolores musculares, entre ellos el abdominal, debilidad, y dolores de cabeza que aparecen fundamentalmente en personas que forman parte del grupo de riesgo, como embarazadas, personas de tercera edad y todas aquellas que padezcan una dolencia que debilite su sistema inmunológico.
Sin embargo, la listeriosis tiene una particularidad frente a otras enfermedades infecciosas producidas por alimentos: “La persona puede sentir los síntomas de inmediato, de una a cuatro semanas, pero también pueden aparecer hasta dos meses después o más”.
Indica que, ante los síntomas, las personas deben acudir al médico que hará cultivos y todo examen que se requiera para iniciar el tratamiento adecuado, con base en antibióticos contra la enfermedad infecciosa. No es recomendable automedicarse.
¿Unos alimentos más que otros?
La infectóloga considera fundamental que los alimentos deben ser sometidos a cuarentena para que pueda realizarse una buena inspección y análisis, antes de ser colocados a la venta. “A veces se subestima el potencial de los productos contaminados para ocasionar enfermedades”, dijo.
Ante eso, Ana Adames, especialista en nutrición, destaca la importancia de comprar vegetales o frutas en lugares seguros y granjeros locales, además de estar siempre pendiente de que estén en buenas condiciones.
“El problema que existe en estos casos es que si compras vegetales o frutas orgánicas, que no estuvieron expuestos a herbicidas, entonces hay mayor riesgo de contaminación de algún microorganismo. Y en caso de que se compre los tradicionales no orgánicos, entonces se está consumiendo los herbicidas que también juegan un papel importante en producir ciertas condiciones o enfermedades”.
Según Adames, todos los alimentos son susceptibles de estar contaminados. “A cada rato escuchamos de noticias o sabemos de retiro de ciertos productos, por algún caso que fue identificado y comprobado”.
Apunta que “recomendar comer o dejar de comer algo sería irresponsable. Todos debemos incluir variedad de frutas, vegetales, proteínas, diversos carbos en nuestro organismo”, siempre y cuando estén en buen estado.
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FUENTE: Entrevistas a Patricia Valenzuela, infectóloga; y a Ana Adames, nutróloga. Con información de redacción DLA