Uno de los factores que influye directamente en la fertilidad femenina es el trastorno endocrino llamado síndrome de ovario poliquístico, se trata de un desequilibrio hormonal complejo y cuyo origen es aún tema de estudio.
Uno de los factores que influye directamente en la fertilidad femenina es el trastorno endocrino llamado síndrome de ovario poliquístico, se trata de un desequilibrio hormonal complejo y cuyo origen es aún tema de estudio.
El también llamado síndrome de Stein-Leventhal suele diagnosticarse en la adolescencia, pues sus síntomas a menudo comienzan con el desarrollo, es decir, con la llegada de la menstruación. Según datos del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano, NIH por sus siglas en inglés, este trastorno afecta a entre cinco y seis millones de mujeres en edad reproductiva aquí, en los Estados Unidos.
Proceso alterado
Los cambios en los niveles hormonales ligados a este trastorno endocrino, es decir al desbalance en la producción de estrógenos y la progesterona, dificulta a los ovarios el proceso llamado ovulación. Y es que todo comienza en los ovarios, dos pequeños órganos del cuerpo femenino situados al lado de útero, y que contienen unos sacos de líquido llamados folículos que albergan a los óvulos.
El proceso natural es que cada mes, los óvulos que han madurado, salgan de los ovarios y se desplacen por la trompa de Falopio dando inicio al proceso de fertilización. Cuando un espermatozoide alcanza a uno de estos óvulos se produce el embarazo, y en caso contrario, el organismo inicia un proceso natural de depuración que da origen a la menstruación.
En el caso de las pacientes con síndrome de Stein-Leventhal, el problema está en que los óvulos no logran madurar, y por tanto, se quedan dentro de los folículos que comienzan a crecer y a acumular fluido, hasta convertirse en quistes.
Todo un misterio
Los médicos desconocen con exactitud la causa de este trastorno, aunque la mayoría de los investigadores considera que su origen puede tener un componente genético considerando que los casos se repiten en una misma familia. Por otra parte, se ha señalado que el síndrome de ovario poli quístico puede estar íntimamente relacionado con la producción excesiva de insulina, pues cuando esta aumenta también se eleva la producción de andrógeno.
Este desajuste provoca como síntoma principal periodos menstruales irregulares, que pueden ser intermitentes y desde muy ligeros hasta muy abundantes, así como la ausencia total de la menstruación.
Las mujeres con ovarios poli quísticos también pueden presentar un inexplicable aumento de peso, una afección denominada hirsutismo, que consiste en el exceso de vello en el rostro, pecho, abdomen, área del pezón o espalda, alopecia, acné, oscurecimiento y engrosamiento de la piel alrededor de cuello, axilas o senos, una afección denominada acantosis pigmentaria, así como hipertensión, colesterol alto o diabetes.
Ahora bien, según el Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos, no todas las mujeres que padecen este síndrome presentan los mismos síntomas, enfatizando que incluso, estos pueden cambiar con el tiempo.
Condición de por vida
No existe una cura para los ovarios poli quísticos, una situación crónica que en muchos casos requiere control de por vida. Hablar de un tratamiento definitivo tampoco es posible, por lo que usualmente lo que se plantea es integrar una serie de abordajes terapéuticos en función de los síntomas, la edad y la situación reproductiva de la mujer.
Lo principal es reorientar una serie de cambios en los hábitos de la paciente, promoviendo la práctica diaria de ejercicio, una alimentación equilibrada en la que se disminuyan las grasas saturadas y los glúcidos, y se aumente el consumo de fibra y grasas poliinsaturadas, reducir los niveles de estrés, dejar el cigarrillo y evitar el alcohol y la cafeína.
Para atacar los problemas de acné y el aumento de vello se indican anti andrógenos y anticonceptivos, que funcionan igualmente para controlar los ciclos menstruales. Y cuando la mujer decide quedar embarazada, se le somete a tratamientos hormonales especiales, una vez lograda la concepción la vigilancia médica es determinante pues existe un mayor riesgo de aborto espontáneo, hipertensión arterial y diabetes gestacional.
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