Quienes se desempeñan en la labor de enfermeros, tanto como los médicos son esenciales en la primera línea de atención del sistema de salud, aseguró laureada enfermera venezolana
La enfermera venezolana Ana Rosario Contreras, reconocida por EEUU con el Premio Internacional Mujeres de Coraje
AP /Ariana CubillosMIAMI.- Como el “corazón palpitante dentro del equipo de salud”, definió la enfermera y activista de derechos humanos venezolana, Ana Rosario Contreras en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS la loable labor de la enfermería que se conmemora el 12 de mayo.
El Día Internacional de la Enfermería es una celebración promovida por el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) desde 1965, como homenaje al aniversario del nacimiento de la enfermera europea Florence Nightingale, quien dedicó su vida al cuidado de los enfermos y es considerada fundadora de esta profesión.
Este año, bajo el lema Nuestras enfermeras. Nuestro futuro. El poder económico de los cuidados, buscan honrar la dedicación y compromiso que desempeñan estos profesionales en la prestación de atención médica y la promoción de la salud en todo el mundo.
En Estados Unidos esta fecha forma parte de una celebración que abarca varios días y se conoce como la Semana Nacional de la Enfermera que inicia el 6 de mayo.
En 2020 se declaró el Año de la Enfermería, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el CIE lanzaron la campaña Nursing Now, con el objetivo de promover el fortalecimiento del ejercicio de la enfermería.
Según la OMS la enfermería comprende el cuidado autónomo y colaborativo de personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o sanos y en todos los entornos.
Al respecto, Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas, manifestó que la enfermera “tiene un cúmulo de conocimientos desde el punto de vista de anatomía y farmacología que coadyuvan al médico encargado de hacer los diagnósticos para que el paciente pueda recibir los cuidados y tratamiento adecuado”.
A su vez, explicó que los profesionales de la enfermería tienen la responsabilidad de “garantizar los cuidados de un paciente durante una hospitalización y hacerle seguimiento cuando se encuentran en un proceso de enfermedad, cumpliendo con todos los parámetros establecidos para restaurar el derecho a la salud”.
Contreras, quien recibió el Premio Internacional Mujeres de Coraje, otorgado por el gobierno de Estados Unidos a mujeres que han demostrado un liderazgo excepcional en la defensa de los derechos humanos, enfatizó que, de acuerdo con las leyes, la enfermera es la única autorizada para suministrar medicamentos.
“Nosotras tenemos el compromiso al igual que un abogado y una madre de cuidar todas las indicaciones establecidas por el médico para velar por la salud del ser humano. Además de disponer de la posibilidad de solicitar a las unidades de apoyo como bioanálisis y rayos x los exámenes que el médico requiere para hacer la revisión y evaluación de la enfermedad de una persona”, añadió.
“Me atrevo a decir”, continuó Contreras, “que como se ha demostrado científicamente, cuando disminuye el número de enfermeras en un hospital, incrementa el riesgo a morir de los pacientes, porque sin enfermeras no hay hospital”.
Además, indicó que para ser enfermera se necesita mucha vocación de proteger a los más vulnerables, como enfermos, jóvenes, ancianos y niños. "Nuestra mayor satisfacción es contribuir a través del conocimiento y el accionar con el equipo de salud para brindar atención a la sociedad”, subrayó.
La profesional de la salud argumentó que en muchos países la pandemia del COVID-19, que azotó al mundo en el año 2020, ayudó a visibilizar la importancia de la enfermera dentro de un equipo de salud, pero también demostró la debilidad de los sistemas sanitarios para atender las contingencias.
Los trabajadores de la salud, tanto de la medicina como en la enfermería “jugaron un papel importante durante este tiempo, estando siempre presentes en primera línea enfrentándose a la muerte, el riesgo de contagio y la sobrecarga de trabajo para cumplir con su heroica labor superando las adversidades”.
En tal sentido, Contreras resaltó que “para nosotros los médicos y enfermeras, la muerte es un proceso natural cuando se ha realizado todo lo técnicamente posible y lamentablemente no se puede revertir la situación. Pero, en estos momentos, ver morir a un paciente por falta de insumos y de personal que lo atienda duele. Que muera un niño que es el futuro del país, a mí por mi condición de enfermera pediátrica me afecta muchísimo”.
Por otra parte, la especialista considera que el binomio médico enfermera es esencial como la primera línea de atención del sistema de salud.
“Es necesario ese binomio natural conformado por el médico que diagnóstica un proceso de enfermedad y la enfermera que en función de los resultados ejecuta todos los requerimientos que se ameritan para atender a una persona enferma", apuntó.
Agregó que no puede haber centros de salud con médicos o enfermeras solamente, “porque aunque el accionar de la enfermera no depende del médico, ambos trabajan en equipo debido a que ambas ramas son dos rectas paralelas que tienen como punto final la salud de los pacientes”.
“Al igual que una enfermera sin un médico no puede ejercer sus cuidados, un médico sin una enfermera no puede generar los cuidados que se requieren para restaurar la salud de un paciente”, continuó.
Por último, la enfermera y defensora de los derechos humanos resaltó que haber elegido la enfermería como oficio ha representado un estilo de vida que se basa en la pasión por ayudar a los más necesitados.
“El paciente pasa la mayor parte del tiempo con la enfermera. Cuando alguien ingresa a un hospital o necesita ayuda, el primer grito que se escucha implora por una enfermera y allí estamos las damas de blanco, dispuestas a atender”, finalizó.
@Lydr05
FUENTE: ENTREVISTA
Descarga LA APP