MIAMI — Investigadores observaron el comportamiento "borracho" de algunos animales salvajes por lo que concluyeron que estos consumen de manera habitual etanol, alcohol etílico, presente en la alimentación fermentada que les ofrece la naturaleza.
Investigadores descubren que los animales también consumen alcohol a través de la ingesta de numerosos frutos fermentados, viviendo los efectos de la embriaguez
MIAMI — Investigadores observaron el comportamiento "borracho" de algunos animales salvajes por lo que concluyeron que estos consumen de manera habitual etanol, alcohol etílico, presente en la alimentación fermentada que les ofrece la naturaleza.
Según Kimberley Hockings, autora principal del estudio de la Universidad británica de Exeter, el etanol no es algo que utilicen y consuman solo los humanos.
El estudio publicado en la revista Tendencias, Ecología y Evolución revela que hay pruebas de que el etanol se encuentra con la suficiente frecuencia en el mundo natural.
Desde el período Cretácico, las frutas carnosas han proporcionado un recurso rico en azúcar para las levaduras fermentativas y la producción natural de etanol, conocido como alcohol etílico.
Por ello, es probable que la inclusión del etanol en las dietas animales sea igual de antigua. La ingesta moderada de etanol se asocia con beneficios nutricionales, medicinales y cognitivos, pero muchos de ellos siguen siendo poco estudiados en especies no humanas en contextos naturales, revela el reporte.
Esto desafía la creencia actual de que los humanos modernos son los únicos vertebrados que consumen etanol de forma regular y exclusiva “y nos lleva a reconsiderar el papel ecológico del etanol y su impacto evolutivo en la naturaleza”.
El consumo de etanol se ha considerado con frecuencia como algo restringido en gran medida a los humanos. “Aquí, adoptamos un enfoque eco evolutivo amplio para comprender el impacto potencial del etanol en el mundo natural. Cada vez hay más pruebas de que el etanol está presente en muchos frutos silvestres, savias y néctares ofreciendo beneficios...”.
Las explicaciones para el consumo de etanol abarcan tanto lo nutricional como lo no nutricional, y se ha explorado su posible valor medicinal o sus efectos cognitivos (con beneficios socioconductuales), señala el estudio.
“Concluimos que el etanol es ecológicamente relevante y que ha dado forma a la evolución de muchas especies y ha estructurado relaciones simbióticas entre organismos, incluidas plantas, levaduras, bacterias, insectos y mamíferos”, refiere la investigación.
Los expertos llegaron a la conclusión que el comportamiento como "borrachos" o "drunk" de algunos animales salvajes después de comer frutas fermentadas es muy habitual y antes se consideraba que el consumo de etanol era extraño y accidental.
Investigadores han determinado que animales desorientados o con dificultad para trepar árboles, pueden estar bajo los efectos del alcohol.
O comportamientos erráticos de “euforias” o por el contrario otros con extrema quietud como suele ocurrir con algunas aves que mueren incluso queriendo volar, porque sus movimientos están afectados.
Desde un punto de vista ecológico, no es ventajoso estar ebrio mientras trepas por los árboles o rodeado de depredadores por la noche", señaló el investigador Matthew Carrigan, del College of Central Florida precisando que "contrario de los humanos, los animales quieren las calorías, pero no la embriaguez". Kimberley Hockings reposteó el siguiente post.
Los investigadores agregaron que el consumo de etanol proporciona diferentes beneficios a los animales salvajes, ya que además de ser una fuente de calorías, los compuestos olorosos producidos durante la fermentación podrían guiarlos hacia las fuentes de alimento y tener además beneficios medicinales.
La mayoría de las sociedades humanas con acceso a los recursos para producir etanol (alcohol en la lengua vernácula) lo han fabricado y consumido en algún momento, en muchos casos por sus propiedades psicoactivas y su papel en los contextos sociales.
Aunque está bien establecido que algunos taxones, ( grupos de organismos emparentados ) como la Drosophila (mosca del vinagre), se han adaptado a la fruta fermentada, la idea de que el uso de etanol podría ser algo común en el reino animal desafía las suposiciones prevalecientes sobre la disponibilidad de etanol en la naturaleza y su importancia en la historia de vida de la mayoría de los linajes animales.
Muchas moléculas se clasifican como "alcoholes", incluido el alcohol isopropílico (isopropanol), el alcohol de madera (metanol) y el geraniol (un monoterpeno, compuesto orgánico), la mayoría de los cuales son tóxicos para los animales y, por lo tanto, se evitan en lugar de ingerirlos.
El etanol empezó a ser abundante hace unos 100 millones de años, cuando las plantas con flores empezaron a producir néctar azucarado y frutos que la levadura podía fermentar y en la actualidad está presente de forma natural en casi todos los ecosistemas, aunque las concentraciones son más elevadas y su producción tiene lugar durante todo el año en los entornos tropicales húmedos y de latitudes más bajas
Hay más de 357,000 especies de plantas vasculares en todo el mundo y más de 325,000 especies de plantas con flores que proporcionan sustratos ricos en azúcar para la fermentación de levaduras en casi todos los ecosistemas. Sin embargo, los entornos tropicales húmedos y de latitudes más bajas son los más propicios para la fermentación natural de la fruta, la colonización de levaduras y la producción de etanol durante todo el año
En Panamá se han encontrado altas concentraciones de etanol en frutos de palma demasiado maduros aunque las concentraciones suelen ser mucho más bajas en Singapur, por ejemplo.
FUENTE: Revista: Tendencias, Ecología y Evolución