MIAMI— Vivir con alzhéimer es un reto tanto para la persona que lo padece como para sus familiares y cuidadores. Esta enfermedad neurodegenerativa, que afecta a millones de personas en todo el mundo, a medida que progresa puede resultar en la pérdida de la memoria, la confusión y la disminución de la capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas.
Es por eso que los especialistas sugieren varias estrategias para mantener cognitivamente activos a quienes tienen la enfermedad de Alzheimer, de modo que puedan mantener su dignidad y bienestar.
Como explica el National Institute of Aging (Instituto Nacional del Envejecimiento), de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU, “participar juntos en actividades que le gustan a su ser querido puede ayudar a mejorar su calidad de vida y controlar los cambios de comportamiento que pueden surgir con la enfermedad, como problemas para dormir, agresión y agitación”.
Ideas para una mejor vida con alzhéimer
Ambiente amigable: Un punto determinante es adaptar el entorno para hacerlo más seguro y cómodo. Para eso conviene etiquetar los objetos, mantener una rutina estructurada y reducir las distracciones, de modo que la persona con alzhéimer tenga una sensación de seguridad y estabilidad.
Arte y música: Las actividades artísticas, como la pintura, la escultura o la música, pueden proporcionar una vía para la expresión emocional. Incluso si las habilidades artísticas disminuyen con el tiempo, el acto de crear arte o escuchar música puede generar satisfacción y alegría. Realizar un proyecto de arte y manualidades, como pintar, dibujar o tejer, estimula la creatividad y la sensación de bienestar. Un método posible es presentarle a la persona un instrumento que solía tocar, como un piano o una guitarra, o invitarla a silbar y cantar.
Estimulación cognitiva: La estimulación cognitiva es esencial para las personas con alzhéimer. Realizar juegos de memoria, crucigramas, rompecabezas y actividades que involucren la toma de decisiones pueden ayudar a mantener la mente activa y retrasar la progresión de la enfermedad. También es importante recordar que las actividades deben ser adaptadas al nivel de capacidad de cada persona.
Terapia de reminiscencia: La terapia de reminiscencia implica recordar y compartir recuerdos y experiencias pasadas. Esto no solo ayuda a mantener la conexión emocional con el pasado, sino que también puede mejorar la autoestima. Una buena idea es hacer en familia un libro de recuerdos o un álbum de fotos que recoja momentos importantes de la vida en conjunto. Las conversaciones sobre recuerdos familiares también son ideales para remover el polvo del olvido, así como escuchar canciones significativas o películas ligadas a momentos especiales.
Terapia ocupacional: La terapia ocupacional se centra en mantener la independencia y la funcionalidad en la vida diaria. Los terapeutas ocupacionales pueden ayudar a las personas con alzhéimer a aprender o reaprender habilidades esenciales, como vestirse, preparar comidas o asearse, lo que les permite mantener una sensación de autonomía. Hacer actividades con los nietos es gratificante para las personas mayores con alzhéimer, como leer historias en voz alta, pintar juntos, jugar con bloques de construcción y hacer adivinanzas.
Actividad física: El ejercicio físico suave y regular puede ser beneficioso para las personas con alzhéimer. Caminar, nadar o participar en ejercicios de movilidad pueden ayudar a mantener la fuerza, la flexibilidad y mejorar el estado de ánimo. Se pueden agregar tareas en el hogar como barrer, aspirar, regar las plantas de casa y embellecer el jardín, siempre que no representen un esfuerzo excesivo para la persona. El ejercicio puede ayudar a reducir la agitación y mejorar la calidad del sueño. Asimismo, abrazar, alimentar o estar tiempo con una mascota es provechoso para activar el bienestar emocional.
Interacción social: A pesar de los desafíos que presenta la enfermedad, mantener conexiones sociales es fundamental para la calidad de vida de las personas con alzhéimer. Salir a un parque, a un museo, un teatro, un concierto o a un restaurante y pasar tiempo con amigos, familiares y grupos de apoyo puede ayudar a combatir el aislamiento y la depresión.
Si bien la enfermedad de Alzheimer es desafiante, estas actividades pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de las personas que la padecen.
Las personas con demencia o alzhéimer en ocasiones sienten que su vida ha perdido sentido porque ya no trabajan o no tienen tanto control como antes sobre temas de rutina, de ahí que las acciones citadas anteriormente les proporcionan una sensación de productividad y utilidad, lo cual es satisfactorio para ellos.
Cada individuo es único, por lo que es importante adaptar las actividades a las necesidades y capacidades de la persona. Al ofrecer apoyo, estimulación y comprensión, podemos ayudar a que estas personas disfruten de la vida, a pesar de los desafíos que enfrentan.