MIAMI. - Caminar en entornos naturales puede tener un impacto más positivo en el cerebro y en ayudar a agudizar la mente, que un paseo por un área urbana llena de estrés y ruido, según un nuevo estudio realizado en la Universidad de Utah.
Según una investigación, un paseo por la naturaleza activa regiones del cerebro vinculadas al control ejecutivo e influye en la memoria y la toma de decisiones
MIAMI. - Caminar en entornos naturales puede tener un impacto más positivo en el cerebro y en ayudar a agudizar la mente, que un paseo por un área urbana llena de estrés y ruido, según un nuevo estudio realizado en la Universidad de Utah.
Los hallazgos de la investigación fueron publicados en la revista Scientific Reports, y evidencian que un paseo por la naturaleza activa regiones del cerebro vinculadas al control ejecutivo, influyen en la memoria de trabajo y la toma de decisiones.
Para determinar los efectos de encontrarse con la naturaleza en el cerebro y el comportamiento, los investigadores reclutaron 92 participantes de entre los 18 y 57 años. A los cuales le realizaron lecturas de electroencefalografía, antes y después de una caminata de 40 minutos, con el fin de explorar tres aspectos de la atención como la alerta, la orientación y el control ejecutivo desde una perspectiva conductual y neuronal.
Antes de la caminata, pidieron a los participantes realizar un ejercicio cerebral de prueba de atención mentalmente agotador, en el que debían contar hacia atrás desde 1.000 de siete en siete, durante 10 minutos, para prepararlos para la recuperación.
Luego, la mitad caminó por el Red Butte Garden, un arboreto ubicado al este de la Universidad de Utah, mientras el otro grupo caminó por el campus médico y los estacionamientos del recinto universitario. Las personas volvieron a realizar la prueba de atención después de su caminar, para ver qué tan reparador había sido el paseo para sus mentes.
"Sabemos que el ejercicio también beneficia la atención ejecutiva, por lo que queremos asegurarnos de que ambos grupos realicen cantidades comparables de ejercicio", dijo la investigadora Amy McDonnell, becaria postdoctoral de la Universidad de Utah.
"Los participantes que habían caminado en la naturaleza mostraron una mejora en su atención ejecutiva, mientras que los caminantes urbanos no, así que sabemos que es algo único en el entorno en el que se está caminando", añadió McDonnell.
Los investigadores encontraron que las personas que paseaban por el arboreto de la Universidad de Utah obtuvieron mejores resultados en pruebas de función cerebral que aquellos que caminaban por el campus médico de asfalto.
Quienes caminaron en la naturaleza informaron que su caminata era más reparadora que los que pasearon en el entorno urbano, señala el artículo.
Tanto la prueba de atención como las lecturas de electroencefalografía mostraron que una caminata de 40 minutos por la naturaleza mejoraba el control ejecutivo a nivel neuronal de los participantes mucho más que una caminata urbana.
Además, los resultados revelaron que pasar horas en sitios boscosos hace que se iluminen regiones del cerebro relacionadas con el control ejecutivo, que influye en la memoria de trabajo, la toma de decisiones, la resolución de problemas y la planificación de una persona.
Los expertos manifestaron que si bien las urbes proporcionan el acceso a otras culturas, a la educación y la atención médica, algunas características de estos entornos como la contaminación, la luz artificial, el estrés y la sobreestimulación impactan negativamente la salud y cognición.
Agregaron que desde un punto de vista epidemiológico, la vida urbana se asocia con tasas más altas de trastornos del estado de ánimo, agresión, esquizofrenia, depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático.
"El tipo de cosas que hacemos a diario tienden a utilizar en gran medida esas redes de atención ejecutiva. Es un componente esencial del pensamiento de orden superior", dijo el investigador David Strayer, profesor de psicología de la Universidad de Utah.
Los investigadores esperan que sus estudios futuros descubran por qué los entornos naturales podrían proporcionar mejores beneficios para el cerebro.
"Si se comprende algo sobre lo que nos hace más saludables mental y físicamente, entonces se podría diseñar a las ciudades para que apoyen el bienestar psicológico", precisó Strayer.
El equipo ahora está evaluando cómo el uso del teléfono celular afecta los beneficios de caminar por las áreas verdes, con la esperanza de proporcionar información valiosa para el diseño futuro de entornos urbanos que respalden la salud mental y física.
@Lydr05
FUENTE: Con información de la revista Scientific Reportsy Health Day