¿Sopa fría? A buenas y primeras suena raro, pero detrás de las sopas frías hay varias recetas originales que vale la pena probar, desde el clásico gazpacho hasta las sopas más dulces para el verano o combinaciones exóticas de verduras.
¿Sopa fría? A buenas y primeras suena raro, pero detrás de las sopas frías hay varias recetas originales que vale la pena probar, desde el clásico gazpacho hasta las sopas más dulces para el verano o combinaciones exóticas de verduras.
Entre las sopas frías más tradicionales se cuentan la Vichysoisse francesa, de patatas y puerro, y el gazpacho español. Sin embargo, la cosa no tiene por qué terminar ahí: las sopas frías son un gran plato que incentiva la creatividad y permite probar nuevos sabores.
Una propuesta diferente es el gazpacho de moras y remolacha. Como los dos ingredientes tienen un ligero sabor dulce, se combinan muy bien con calamares. Además, por su nota frutal, es un plato ideal para los días de calor.
También es muy refrescante la sopa fría de almendras y pepinos. Para prepararla hay que mezclar dos partes de almendras blancas y peladas con una parte de pepinos y medio litro de leche de almendras. Los pepinos deben estar pelados y sin semillas para evitar que la sopa quede muy acuosa. Luego hay que colocar los pepinos y las almendras con medio diente de ajo en la licuadora hasta que se forme un puré. Finalmente se añaden la leche de almendras, sal y pimienta.
Muchas especias, hierbas y verduras saben incluso mejor en sopas frías que calientes, ya que el frío destaca su sabor. Además, estas sopas son una oportunidad para asegurarse una buena ingesta de frutas y verduras.
La sopa fría también es ideal como postre o tentempié dulce entre comidas. En las versiones dulces, la base suele estar conformada por una fruta. Frambuesas, fresas o moras son las frutas ideales. La preparación es fácil: hay que caramelizar azúcar en una olla y añadir un chorrito de vino blanco o tinto. Si no quiere emplear alcohol, se puede echar un chorrito de vinagre. Luego hay que añadir las frutas y algo de jugo de uvas y volver a calentar la preparación. Finalmente se hace un puré con la preparación y se la filtra.
Una sopa especialmente refrescante es la de nectarinas y frambuesas con albahaca. Para cuatro porciones hay que hacer un puré con seis nectarinas, unos 300 gramos de frambuesas y 250 mililitros de agua helada. Decorar con un poco de albahaca y enfriar.
Más allá de la variedad de recetas deliciosas que hay para sopas frías y sus ingredientes sanos, es inevitable que dejen un regusto un poco extraño, y eso se debe a los receptores en la lengua, que reaccionan de forma distinta cuando, de repente, perciben un sabor familiar a una temperatura claramente más baja.
FUENTE: dpa