MIAMI.- Hay personas que padecen de olor a pescado en la orina, un trastorno raro del metabolismo producido por un aumento de la excreción de trimetilamina (TMA) en la orina y otras secreciones corporales.
Los primeros síntomas de mal olor en la orina aparecen en la infancia, al introducir alimentos ricos en colina y en TMANO
MIAMI.- Hay personas que padecen de olor a pescado en la orina, un trastorno raro del metabolismo producido por un aumento de la excreción de trimetilamina (TMA) en la orina y otras secreciones corporales.
Esta enzima metaboliza la trimetilamina (TMA) que se produce principalmente por la degradación de la colina y trimetilaminia Nóxido (TMANO) por parte de las bacterias intestinales, por la degradación bacteriana de productos precursores procedentes de la alimentación, principalmente TMANO, componente esencial de los peces marinos, sobre todo del pescado azul, colina, lecitina y carnitina, contenidos en la yema de huevo, las vísceras (hígado, riñón), algunos pescados, en las carnes magras y las verduras (coles, guisantes, judías). Este exceso de TMA es eliminado por las secreciones corporales (orina, sudor aire espirado, etc.) dando un característico olor a pescado.
Los primeros síntomas de mal olor en la orina aparecen en la infancia, al introducir alimentos ricos en colina y en TMANO. La triemtilaminuria no tiene ningún efecto sobre el desarrollo psicomotor ni sobre el crecimiento, pero el mal olor puede tener un gran impacto en las relaciones sociales, pudiendo ocasionar baja autoestima, ansiedad, depresión e incluso intentos de suicidio por el rechazo que pueden sufrir en su entorno.
Lamentablemente la trimetilaminuria no tiene cura, si bien existen opciones terapéuticas que pueden mejorar drásticamente la calidad de vida de los pacientes. El abordaje de este trastorno está basado en disminuir y ocultar el mal olor, por las repercusiones sociales que ocasiona.
Se recomienda una higiene corporal habitual y lavar la ropa con jabón acidificado. Cuando el olor es intenso o existe un período de estrés que aumente la sudoración se pueden utilizar fármacos para disminuir la concentración de las bacterias intestinales como ciclos cortos de antibióticos, 10-14 días (neomicina oral, metronidazol o amoxicilina), laxantes como la lactulosa, resinas de intercambio iónico, carbón activado (1,5g/día durante 10 días) o cobre-clorofila (180mg/día durante 21 días).
Respecto de la alimentación, la colina se encuentra en elevadas concentraciones en huevos, vísceras (hígado y riñón principalmente), semillas de mostaza y semillas de soja cruda; también está presente en menor cantidad en carnes magras (pollo, pavo, ternera, conejo), salmón, bacalao, frutos secos y en productos de comida rápida (p. ej., lasaña, hamburguesas o pizza). Por otro lado, los alimentos que inhiben la actividad de la enzima FMO3 son las hortalizas como coles de Bruselas, brócoli, repollo, coliflor, guisantes, judías, espinacas o alubias.
En la actualidad no hay tratamiento etiológico para la forma genética. El único disponible es el dietético, que se basa en la disminución controlada de los precursores de TMA, procedente de la alimentación, principalmente de su mayor fuente (TMANO y colina).
Los niños o sus padres descubrirán los alimentos que aumentan los síntomas. Es importante hacer antes un ensayo, para comprobar que se aminora el mal olor. También puede ser útil el empleo de un calendario dietético durante un corto periodo de tiempo, para determinar los días que presenta olor a pescado, e iniciar el estudio de esta enfermedad.
Las personas que padecen de esta condición deben hacer dieta con bajo contenido en precursores TMANO, que está presente en pescados de agua salada, especialmente azul, en cefalópodos, como el pulpo o el calamar, y en los crustáceos. Los peces de agua dulce tienen muy bajo contenido y no son un problema.
Los expertos en este síndrome recomiendan algunas cosas que podrían mejorar la vida del paciente. Ducharse al menos dos veces al día con geles con pH entre 5,5 y 6,5, de mayor acidez que el pH neutro que utilizamos habitualmente. Cambiarse la ropa interior frecuentemente. Tomar dosis bajas de antibióticos para disminuir la cantidad de trimetilamina que se produce por bacterias en los intestinos.
Así mismo, pueden tomar laxantes para disminuir la cantidad de tiempo que los alimentos pasan en el intestino y reducir la producción de trimetilamina. Consumir suplementos nutricionales (carbón vegetal activado y clorofilina de cobre) para disminuir la concentración de trimetilamina en la orina. Evitar ejercicios intensos, estrés, trastornos emocionales, y otros factores que te pueden hacer sudar.
FUENTE: Scientific Electronic Library Online, Salud180, Ali Doctor