domingo 2  de  febrero 2025
MÚSICA

A 110 años de Chano Pozo, el percusionista que dinamizó el jazz afrocubano

Percusionista cubano, medio hermano del trompetista Félix Chappottín, Luciano supo lo que era vivir en una cuna humilde antes de convertirse en Chano Pozo

Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

MIAMI.- El 7 de enero de 1915 nació Luciano Pozo González. Lo que no sabía el hermano de Petrona por aquellos años es que, un siglo después de su nacimiento, su música dejaría un legado en los ritmos del Caribe.

Percusionista cubano, medio hermano del trompetista Félix Chappottín, Luciano supo lo que era vivir en una cuna humilde y marginado antes de convertirse en Chano Pozo: limpió zapatos, vendió periódicos, tocó música en muchos lugares y hasta bailó en la comparsa habanera de Los Dandy.

Los solares pobres El África y El Palomar -de los barrios negros de La Habana Vieja- fue donde creció y llegó a compartir con su mejor amigo, el cantante Miguelito Valdés.

"Chano fue portador de la herencia de la cultura carabalí. Desde la infancia, supo captar sus ritmos, musicalidad y lenguaje. Militó en la Sociedad Secreta Abakuá MuñangaEfó y bebió en su entorno familiar y en el círculo de amigos de la religión yoruba; ambos componentes fueron decisivos en su sistema de conocimiento de profundas raíces africanas", documenta el Portal de la Cultura Cultura Cubana Cubarte.

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"Su genio musical le permitió dominar, de forma intuitiva y casi sin esfuerzo, la polirritmia africana de los ritos de la santería, pues era miembro de la sociedad secreta de Abakuá y participaba en sus ceremonias religiosas: además de desfilar, tocaba los tambores y actuaba como rumbero, en las paganas noches de carnaval", agrega Letras Libres.

De La Habana a Estados Unidos

31 años después de nacer, en 1946, Chano Pozo decidió partir a Nueva York. Allí, inició su carrera como percusionista y bailarín. Tocó en la orquesta de Machito y el conjunto de los Jack Cole Dancers.

"En 1946 Chano parte a Nueva York y comienza su peregrinaje como percusionista y bailarín, siempre girando en torno a Mario Bauzá y el ambiente cubano. Dizzy Gillespie, inmerso en la corriente del bebop junto a Charlie Parker y fascinado por la sonoridad de las orquestas cubanas, pensó en incorporar un percusionista a su banda y lo comentó con Bauzá. Este no dudó un instante. Dizzy completa el relato: “Mario me llevó al apartamento de Chano y nos caímos bien, aunque él no hablaba nada de inglés. Cuando nos estrechamos las manos sentí como que apretaba hormigón”", detalla Letras Libres.

Creatividad instintiva de Chano

"Tras un periodo de adaptación, ya que el universo jazzístico era muy diferente del suyo, se integró plenamente en la banda, donde la gran preparación musical de Dizzy permitía estructurar y desarrollar la creatividad instintiva de Chano. El encuentro de ambos fue providencial al cruzarse el lenguaje melódico y armónico disruptivo del bebop con la clave, la superposición de los ritmos cubanos y la riqueza tímbrica de las congas y los bongós, abriendo directamente el jazz hacia una nueva dimensión sonora. Además, la forma de tocar de Chano fue una auténtica catarsis para los jazzmen -afroamericanos- que identificaron sus raíces y rescataron lo que sus ancestros, 300 años atrás, habían tenido que olvidar por la prohibición durante la esclavitud de tocar los tambores y cantar su música tradicional, impuesta para destruir su identidad, su medio de comunicación y prevenir sublevaciones", agrega el portal especializado.

Tras ello, en 1947, Chano Pozo se estrenó con la banda de Gillespie y Charlie Parker. Afro-Cuban Suite, Cubano Be y Cubano Bop fueron los temas que tocó con la agrupación en el concierto del 29 de septiembre.

“Esta noche ha nacido un nuevo sonido en el jazz", dijo ese día la cantante de jazz estadounidense Ella Fitzgerald.

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