CARACAS.- Dicen que “para ser bellas hay que ver estrellas”, pero Alejandra Guzmán tuvo que hacer mucho más que contemplar el firmamento en aras de tener el aspecto que quería.
CARACAS.- Dicen que “para ser bellas hay que ver estrellas”, pero Alejandra Guzmán tuvo que hacer mucho más que contemplar el firmamento en aras de tener el aspecto que quería.
En 2011, tomó la decisión de hacerse una intervención para lucir un derriere que cumpliera con sus expectativas.
Lo que no contó es que se encontraría con una persona inescrupulosa que por ganar dinero, pondría en peligro su vida.
Siete años y 22 operaciones después, la cantante mexicana se declaró hoy libre de polímeros.
“Aquí estamos después de una lucha contra los polímeros. Después de siente años estamos gloriosos, victoriosos y contentos porque una vez más salimos adelante”, dijo la hija de Enrique Guzmán en un video que tituló "dada de alta" y publicó en sus redes sociales.
En el clip, la intérprete de “Hacer el amor con otro” sale acompañada del cirujano plástico Giovanni Betti Kraemer.
"Gracias a toda la gente que dice la verdad, que actúa con fe y buena vibra" agregó la artista de 49 años de edad.