La capital de Hungría, Budapest, hace tiempo que dejó de ser un destino turístico para pocas personas interesadas en su cultura y su gastronomía, y para celebrar fiestas. Para tener una buena imagen de la ciudad conviene subir, por ejemplo, a los tejados de la Basílica de San Esteban o sentarse en un bar situado en la azotea de un edificio alto. Estos bares, los llamados Rooftop Bars (bares en la azotea) están de moda. Kornél Magyar está sentado en un elegante sillón amarillo y habla de su sueño. Quiere organizar conciertos de sencillos músicos callejeros en el lujoso High Note Bar, instalado en la azotea del hotel Aria.
”Nadie necesita otro cuarteto de Schubert”, dice Magyar, el director de música del hotel. “La gente está loca por encontrar lugares extravagantes en los tejados de la ciudad”. Se trata de una nueva tendencia. Por lo menos la resonancia en el bar del hotel Aria es bastante buena.
Los visitantes del High Note Skybar vienen en su mayoría gracias a la publicidad transmitida de boca en boca, explica Magyar. En realidad, esto no es de extrañar, porque además de la música y una cocina de alto nivel, el bar ofrece una vista directa de las torres de la Basílica de San Esteban. Esta iglesia es otro buen lugar para vivir Budapest desde las alturas.
La basílica con su magnífica cúpula es la iglesia más importante de Hungría, no en último lugar porque alberga una importante reliquia: la mano derecha del fundador y primer rey de Hungría, San Esteban. Además, con una altura de 96 metros, la basílica es, junto con el Parlamento, el edificio más alto de la ciudad. Muchos turistas suben por la escalera de caracol para disfrutar en el amplio mirador de las vistas panorámicas de Budapest.
Desde hace algún tiempo, la capital húngara se ha convertido en una ciudad que está de moda, con una herencia cultural muy rica y mucho ambiente. Además, Budapest, como tantas otras ciudades situadas a orillas de un río, irradia una tranquilidad agradable. El Danubio separa los dos distritos de la ciudad, Buda y Pest.
Mientras tanto ya existen algunos lugares extravagantes en los tejados de la ciudad. Uno de ellos es el Heliport Panorama Terrace Restaurant sobre el Hotel President. El restaurante se encuentra en un helipuerto que raras veces se usa. Y si alguna vez aterriza un helicóptero en este lugar, es para traer a famosos como el actor español Antonio Banderas, según cuenta la directora de ventas, Gabriella Kiraly.
El turista Dennis Smit visita por primera vez el restaurante, junto con su mujer Nicole. “Es una pequeña joya escondida”, dice Dennis. Castillos, el Parlamento, el barrio de los pescadores: todo esto se puede ver desde el restaurante situado en el tejado. Pero hay una pequeña crítica:
“Definitivamente, por este dinero se puede comer mejor en otro lugar”, opina Nicole. “Sin embargo, las bebidas son buenas y la vista panorámica es fantástica”, reconoce.
Aquí en Pest, la parte oriental plana de la ciudad, la vida nocturna es muy intensa. Alrededor de la basílica hay restaurantes de alto nivel. Sin embargo, merece la pena sobre todo dar un paseo por el barrio judío. Entre las calles de Rákózi út y Király utca se encuentran los famosos bares de ruina, situados en locales ruinosos, lo que tiene su encanto.
En el tejado de un antiguo centro comercial comunista se encuentra el Corvintetö, un club de música electrónica que ofrece muy buenas vistas. En el sexto distrito está el 360 Bar, con una vista panorámica de 360 grados de los tejados de la ciudad.
También Budapest es famosa por sus baños termales. Al otro lado del Danubio, en Buda, a los pies del monte Géllert, el visitante tiene una oportunidad especial para relajarse: en los baños Rudas, que ofrecen una vista directa del Danubio desde un jacuzzi panorámico. Con una temperatura de 36 grados, los baños regeneran los huesos cansados por tanta actividad turística.
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