MIAMI.- Conversamos con el comunicador y presentador de Cafecito Espiritual y colaborador de Primer Impacto Carlos Anaya sobre su viaje a Israel, invitado por Conexión Israel, durante los días de la amenaza latente de Irán y guerra con Hamás y Hezbolá, cuando muchos no se atrevían a ir.
Anaya, que es el fundador de la plataforma de bienestar Cafecito Espiritual @carlosanayatv, cuenta en su aval con importantes distinciones por su destacada labor como inspirador de crecimiento personal y activismo cultural.
-Desde Israel reportó la tensa calma que se vive en Tel Aviv, Jerusalén y las localidades vecinas a la frontera con Gaza y el Líbano.
Este viaje a Israel fue más que una simple cobertura periodística. Fue una experiencia espiritual profundamente significativa para mí. A pesar de las tensiones y amenazas en la región, sentí una resiliencia palpable entre la gente de Tel Aviv, Jerusalén y las áreas cercanas a Gaza y el Líbano. Fue como si sus almas estuvieran conectadas en una lucha por la paz y la esperanza. Como fundador de Cafecito Espiritual, mi propósito es amplificar estas voces de luz y conciencia, y este viaje reafirmó aún más esa misión en mi corazón.
-Tras su regreso a Estados Unidos, ¿cómo percibe la situación en torno a Israel y los palestinos?
Regresar a Estados Unidos después de esta experiencia me ha permitido reflexionar sobre la complejidad y la delicadeza de la situación en Israel y Palestina. La necesidad de comprensión y empatía entre ambas partes es más evidente que nunca, y siento un llamado aún más fuerte a trabajar en pro de la reconciliación y la paz.
-De los lugares que recorrió, cuéntenos de su impresión cuando visitó la comuna de Be'eri, donde 130 personas fueron asesinadas, casas incendiadas y al menos medio centenar fue secuestrado por Hamás.
Visitar Be'eri fue una experiencia impactante que me conmovió profundamente. Ver las cicatrices físicas y emocionales dejadas por los ataques de Hamás me recordó la fragilidad de la vida y la urgencia de buscar soluciones pacíficas. Escuchar las historias de los sobrevivientes fue un recordatorio poderoso de la resiliencia del espíritu humano frente a la adversidad.
-También fue a la explanada donde se realizaba el concierto de música Nova, donde más de 360 jóvenes fueron asesinados y unos 45 secuestrados por Hamás.
El concierto de música Nova fue un momento desgarrador que nunca olvidaré. Hablar con los familiares de las víctimas y presenciar el dolor y la pérdida en primera persona dejó una marca indeleble en mi corazón. Sentí la responsabilidad de dar voz a aquellos que ya no pueden hablar y de compartir sus historias con el mundo.
-¿Cuál fue su experiencia más personal durante ese viaje?
La conexión profunda que establecí con la gente común que encontré en el camino. Escuchar sus historias de esperanza y resistencia me recordó la fuerza del espíritu humano y me inspiró a seguir adelante en mi propio viaje de crecimiento y transformación.
-Se preparó para realizar ese viaje, aún en contra de la voluntad de personas cercanas por el peligro que podría representar. Pagó incluso un seguro de vida.
Prepararme para este viaje fue una decisión difícil, especialmente teniendo en cuenta las preocupaciones de mis seres queridos. Sin embargo, sentí que era importante enfrentar los desafíos y contar las historias de las personas afectadas por el conflicto. El seguro de vida fue una precaución necesaria, pero mi fe en la misión espiritual que me llevó allí fue aún más poderosa. Estoy más determinado que nunca a seguir compartiendo mensajes de esperanza y amor con el mundo.