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lunes 16
de
septiembre 2024
MIAMI.- Danna García regresa en la piel de Norma, una de las hermanas Elizondo a quien encarnó en la historia original de Pasión de Gavilanes y que ahora vuele a interpretar 20 años después.
En la segunda entrega de la serie, que Telemundo estrenó este 14 de febrero en el horario estelar, se retoma la narrativa que Julio Jiménez concibió como una adaptación de Las aguas mansas, y que debutó en la pantalla en 2003.
Todo comenzó dos décadas atrás cuando Juan, Óscar y Franco Reyes juraron vengar la muerte de su hermana menor. Pero en medio de esa planeada venganza y, bajo falsas identidades para lograr su propósito, conocieron a Norma, Jimena y Sara. Lo que no planearon los Reyes fue enamorarse de las Elizondo y, por mucho que lucharon contra ese sentimiento, no pudieron escapar.
Luego de mucho batallar, las tres parejas, conformadas por Norma y Juan; Jimena y Óscar; y Sara y Franco, lograron un final feliz o al menos eso creyeron los espectadores. Ahora, en esta nueva temporada que también cuenta con un nuevo elenco, saldrá a la luz cómo el paso de los años ha transformado a cada uno de los personajes y su relación de pareja, que ahora gira en torno a la familia que han creado y esa batalla por mantenerse unidos a pesar de los obstáculos.
“Pasión de Gavilanes se rebautiza como una historia thriller (suspenso), y no lo vimos en la primera. Siento que la original era un poquito más divertida, con tintes de comedia y mucha pasión. Esta tiene misterio, cosas que pasan que tienen que descubrir. Aquí entran otros elementos, que la hacen actual, y 20 años después la historia tenia actualizarse para nuevas generaciones”, expuso Danna García en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Su personaje inevitablemente se ha transformado con el tiempo, pero ha logrado conservar el sentimiento hacia su esposo, con quien tuvo tres hijos varones.
“Ahora es más madura, más centrada. Quedó embarazada en la primera temporada. Y el objetivo de Norma era poder estar con Juan y sacar adelante a su hijo. Entonces es la continuación de que pasó con esa familia y que conflictos han tenido que superar en el tiempo para saber si siguen juntos o no. Norma es el centro y el pilar de esa casa, de esos cuatro hombres, es el polo a tierra de todos”, contó sobre la nueva trama.
“Aunque el amor con el tiempo se transforma, siento que en ellos sigue intacto eso de la primera vez, ese deseo de estar juntos, esa pasión que siempre tuvieron desde que se conocieron. Esas dos almas que se encuentran en el tiempo y saben que están destinadas la una para la otra, aunque son tan diferentes porque son el agua y el aceite”, añadió.
Para García, la relación entre Norma y Juan, aunque ficticia, es precisamente parecida a esas que tanto admira por sobreponerse a las diferencias y perdurar en el tiempo.
“Son polos opuestos. Siento que son de esas cosas inexplicable de la vida cuando uno dice no entiendo cómo estamos juntos si somos tan distintos. Sí tiene que haber algo ahí de que te complementa o de que el otro es un polo a tierra que no tienes, que de pronto es lo que siempre soñaste, y ahí marca algo de tu añoranza de la vida o te recuerda algo de tu niñez que te hace sentir seguro y estable. Ahí debe haber muchos factores psicológicos que hacen que una pareja dure tanto tiempo, que ambos quieran seguir en ese camino y sean felices”, manifestó.
“Admiro mucho a esas parejas que logran traspasar la barrera de los obstáculos, del tiempo, de las circunstancias, de la edad, y seguir juntos.
Además, Norma y Juan siguen sintiendo una gran atracción. A pesar del tiempo, eso no se acaba, por el contrario siento que es más fuerte”.
Pero esa unión que viven Norma y Juan (Mario Cimarro) no está libre de piedras en el camino en esta continuación de la historia.
“Ellos han luchado, se han replanteado su amor y su relación durante 20 años. Y son una pareja muy estable porque han luchado por esa relación.
Creo que todos buscan la felicidad y tal vez la felicidad para Norma y Juan es estar juntos. Por eso llevan unidos tanto tiempo, porque uno es el amor de la vida del otro; son compañeros y por eso siguen juntos”, expuso.
“Habrá de todo. En cuanto a Norma y Juan, la trama tendrá muchos obstáculos, subidas y bajadas, momentos difíciles, otros fáciles. También está la faceta como padres. Ella también tiene una faceta familiar con sus hermanas, con su mamá, y otra como empresaria”, adelantó.
La actriz colombiana, actualmente en una relación sentimental con el escritor español Iván González, quien es el padre de su pequeño Dante, expuso su filosofía sobre el amor y las relaciones.
“Yo creo que el amor se trabaja todos los días. Siento que eso depende del nivel de compromiso y de unión. Creo que hay algo karmático que también está ahí, de luchar por esa persona. Amar es una decisión que tomamos todos los días. Y a veces no estás listo o dispuesto y las cosas no se dan para que sigan las relaciones. A mí me parece muy válido que las personas busquen la felicidad. Por eso me imagino que las parejas no terminan juntas, porque cada quien crece en caminos distintos”.
Asimismo, su rol de madre la acerca a la realidad de Norma y se vale de ese amor incondicional que le inspira su hijo para revivir el personaje en esta nueva etapa.
“Ser madre ayuda mucho a entenderla y, además, porque yo también tengo hijo hombre, igual que Norma, entonces entiendo muy bien lo que puede sentir ella y me pongo en su lugar. Y hay cosas que ajusto en el libreto, porque entiendo cuál es el sentir. Ser mamá me ayuda mucho para interpretarla”, dijo.
Sobre cómo ejerce su papel de mamá en la vida real, comentó:
“Es chiquito, me derrito. Solo quiero darle amor a mi hijo y que sienta que tiene a su mamá, que su mamá lo ama y lo apoya, que es su amiga y juega con él. Quiero ser todo para él y que sienta ese amor incondicional que le tengo. Y como está chiquito, no estoy en una etapa de ser estricta, entonces le pongo ciertos límites. Pero quiero que él se crie en esa sensación de familia y estabilidad que para mí era importante que el tuviera”.
“Y mi pareja y yo luchamos mucho para darle eso, ante todo; que sienta que es amado, que es un hijo deseado y bienvenido. Nuestra vida gira en torno a él desde que nació. Ser mamá te cambia la vida”.
García reconoció que volver a encarar el personaje no fue tarea fácil, porque había olvidado algunos detalles.
“En un principio me costó porque ya no sabía cómo hablaba Norma, no me acordaba. Vengo de otros lados de trabajar y no recordaba el acento con el que hablaba Norma, los modismos y su forma de ser. Poder retomar eso fue una construcción muy interesante para mí, porque eso había quedado atrás. Pero uno tiene que respetar el personaje y regresar a él. Y eso ha sido interesante en mi búsqueda como actriz”, reveló.