
La joven, procedente de la Isla de Pinos y radicada en Miami desde hace solo dos años, se presentó en la Semana de la Moda ante un público exigente
MIAMI.- La noche del sábado 12 de febrero, la cubana Daylin Rodríguez (16 años) llegó a las pasarelas de Time Square como parte del grupo de modelos elegidas por el diseñador Fernando Wong para lucir sus trajes en la Semana de la Moda de Nueva York 2022. El evento, que da cabida a marcas emergentes para mostrarse en presentaciones menos costosas que los desfiles, se retoma esta vez con precauciones más estrictas debido a la pandemia de COVID-19.
En ese aclamado espacio, la joven, procedente de la Isla de Pinos y radicada en Miami desde hace solo dos años, exhibió ante un público exigente un vestido negro de cola, con ribetes y lentejuelas moradas.
Como es menor de edad, Daylín Rodríguez fue acompañada por su madre, Yuliet Peña, a la capital estadounidense de la moda por estos días, en que se muestran colecciones internacionales a los compradores, la prensa y el público en general. Para llegar hasta allí, tanto Daylin como Yuliet han tenido que realizar una travesía no exenta de obstáculos.
Cruce de fronteras
En primer lugar, Yuliet salió de Cuba con su esposo y padre de sus dos hijos (Daylin y Damián, también modelo). Luego de un tiempo en Ecuador, decidieron atravesar el continente, hasta llegar a Estados Unidos.
“De Ecuador hasta acá cruzando fronteras”, resume la madre. “Tuvimos que ir a Guyana en 2019 para tramitar las visas de mis dos hijos”, cuenta, a la vez que agradece la oportunidad que este país, de la mano del esfuerzo, les ha dado.
“Ella estudió en Cuba por cuatro años en una escuela de danza y cuando llega acá, sin conocer a nadie y en vacaciones, se quedaba con el hermano aburrida en la casa y me hacía rechazo al principio porque no tenía amiguitos. Lógicamente había dejado su grupito y el choque cultural, al tener solo 13 años, era más fuerte para ella”, relató Yuliet. “Así que empecé a buscar escuelas de arte para que continuara por ese camino que ya ella traía, pero la que encontré quedaba en Miami y vivíamos en Homestead, me era muy incomodo y seguí buscando hasta que apareció una academia de modelaje y la inscribí como entretenimiento y se fue transformando en algo serio”, añadió.
La madre se refiere a la academia Alicia Faccio Modeling School, donde, dice, no solo preparan a las jóvenes modelos para la pasarela, sino también para la vida: “abarca desde modelaje hasta etiqueta y refinamiento”.
Como parte de las actividades de esta escuela, cada vez que hay algún evento en el International Mall, Daylin y las demás integrantes del grupo de Alicia Faccio modelan en sus cuerpos diversos estilos y tendencias.
“Ella despuntó por el porte. Al venir de la danza, tenía puntos a su favor. Empezó este año muy activa: en enero concursó en Miss Florida Petite, donde fue la representante de Miami en su categoría y quedó primera finalista. Era la única cubana. Allí había representación de todas las ciudades del estado y de ahí se elige la Miss del estado para ir al National Miss USA Petite y la que gane allá, va a Miss Universe Petite”, explica Yuliet.
Aunque Daylin no quedó como la primera de Florida, su segundo lugar y un impecable desempeño en el escenario le valieron la invitación, por parte de la directora del concurso, a participar en el Miss Universal Petite representando a Cuba. “Ya tiene el título de ‘Teen Cuba Petite’ para julio de este año y contrato firmado. La directora nos dijo que nunca había tenido una representante de Cuba en estos eventos”, revela la madre.
Luego —destaca—, hicieron un casting acá en Miami para ir a la Semana de la Moda de New York correspondiente a la colección otoño-invierno, y Fernando Wong, uno de los diseñadores de Miami, estaba invitado y escogió a varias modelos. Entre varias muchachas, quedó Daylin. Este evento, además de ser una oportunidad para el fichaje, madre e hija lo valoran como “una experiencia muy bonita y desafiante”.
“Para nosotras, que somos de Cuba, es muy alentador estar aquí, tener este tipo de oportunidades, sobre todo en esta que es una de las cuatro semanas de la moda más importantes del mundo, junto con las de París, Londres y Milán”.
“Nos levantamos y hay que vestirse para ensayar, luego vienen los cambios de ropa, el maquillaje… todo el día en tacones, ellas salen cansadas pero felices”, matiza Yuliet, quien se está dedicando sobremanera a la formación de su hija para encaminarla a lograr lo que ya es el sueño de ambas.
“Va por medio millón de pesos en sacrificio, desgaste, malas noches porque yo trabajo. No obstante, ella tiene buenas notas, no me ha decaído en la escuela para nada. Yo no sé cómo se las arregla porque está saliendo bien en la escuela y haciendo part time de cajera en Winn-Dixie”, comenta. “El año que viene la espera, según tenemos previsto, el Miss Universe Petite, hasta que cumpla 18 años y avance a la categoría de adultas”.