sábado 16  de  marzo 2024
MÚSICA

Diego El Cigala: "Uno canta como vive"

El cantaor, que rinde homenaje a la salsa con un documental, confiesa que para estar alegre ha tenido que enfrentar la tristeza
Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO
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MIAMI.- Diego El Cigala ha logrado que el flamenco se convierta en un fenómeno universal. Sabe mantener sus raíces gitanas allí donde se rompe un tambor, y la mezcla no resulta ajena o forzada. Su voz, la manera en que siente cada palabra, cada historia, permite que quienes escuchemos su música vayamos a esos sitios que tanto le han dolido, que tanto ha disfrutado. Eso es, en resumen, un artista.

Y justamente este artista tan flamenco ha sabido insertarse entre ritmos que podrían parecernos distantes para demostrarnos que el tango, el guaguancó o la salsa son lo mismo cuando se interpretan a pecho abierto y con verdad, como sabe hacerlo El Cigala.

15 años de Lágrimas negras

El cantaor español se presentó en The Fillmore Miami Beach con un lleno total, donde el público pudo escuchar algunos de los temas que grabó con el legendario pianista Bebo Valdés hace 15 años, y otros de más reciente producción.

De su contacto con Cuba, y en particular la grabación del álbum Lágrimas negras, junto a Bebo Valdés, surgió la idea de realizar un concierto homenaje que recordara aquella experiencia y, a la vez, sirviera para lanzar el documental Indestructible: el alma de la salsa, que es también una producción discográfica donde se agrupan sus incursiones en la música de países latinoamericanos.

Sobre sus grabaciones con Valdés, recuerda los consejos que le daba el músico. “Bebo me decía: ‘Tú canta como gitano que eres, que yo toco el piano como cubano que soy’”. También guarda con cariño anécdotas que fortalecieron los lazos entre ellos.

“Estábamos grabando el DVD de Blanco y negro en Mallorca, y a uno de los técnicos de sonido se le ocurrió poner el efecto del humo debajo del piano. Entonces Bebo estaba tocando y empieza a salir humo de las teclas del piano, y Bebo comenzó a decir: ‘Aquí nos vamos a tostar’. Se levantó y me dejó tirado ahí solo en la banqueta”, contó Diego El Cigala durante una entrevista que DIARIO LAS AMÉRICAS transmitió en vivo a través de Facebook.

En cuanto al documental, recordó que lo que más le ha gustado es “rescatar a todos esos genios” que han hecho posible su sueño y el de su esposa Amparo.

“Quisimos llevar a cabo esta odisea de disco que tantas emociones, tantos lloros y alegrías nos ha dado y me darán por siempre”, dijo.

“Para mí ha sido un reto hacer Indestructible, el alma de la salsa; hay demasiados genios en lo que respecta al mundo latino. Y yo me he dejado empapar por esos genios. Poder estar con Oscar de León, con Los Muñequitos de Matanzas y recordar 15 años de Lágrimas negras, quedarte solo con un piano, una voz, son cosas que van a mover muchísimas emociones”, explicó.

Sobre el público de Miami, destacó que “tiene mucho calor, es muy respetuoso. Es un público cálido, cuando se abre con el artista y tienes esa comunión con ellos es para gozar”.

El disco Indestructible, nominado este año al Latin Grammy como mejor álbum tropical, cuenta con 11 temas, entre los que destacan El ratón, con La Fania All Stars; Periódico de ayer, de Héctor Lavoe; El paso de Encarnación, junto a Óscar D' León; Fiesta para Bebo, con Los Muñequitos de Matanzas; Conversación en tiempo de bolero, con Gonzalo Rubalcaba, entre otros.

Su realización es el resultado de sus experiencias musicales en La Habana (Cuba), Cali (Colombia), Punta Cana (República Dominicana), San Juan (Puerto Rico), además de Miami y Nueva York. Posteriormente, terminó de mezclar los temas en Jerez de la Frontera (España), con algunos añadidos de guitarra y cajón.

Con este concierto irá a Bogotá, Colombia, y a varios sitios de España como Cádiz, Murcia, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Sevilla, Madrid.

Entre la salsa y el flamenco

Pero, ¿cómo llega un gitano criado en los tablaos andaluces a la clave cubana, al ritmo boricua, a las sonoridades afrocubanas?

La respuesta está en esos profundos patrones que conviven tanto en el flamenco como en los ritmos latinos, y que podrían definirse como un desborde de pasión, de sentimiento y un estilo de vida convertido en música.

No en vano el artista compara estas herencias musicales como el producto de una filosofía de barrio.

“El pueblo latino es gente de barrio, el pueblo gitano igual. Son ritmos que están ahí como primos hermanos, de toda la vida, desde un guaguancó a un danzón, al tango y la bulería. Es un mismo sentir. Estoy haciendo música del alma. Se canta conforme se vive. El flamenco es un estado de ánimo. El cante, aparte de ser flamenco, es interpretación, salir al escenario, mirar al público y transmitir al momento”, expresó.

Su recorrido por las calles de Cuba en busca de ritmos le permitió comparar a los cubanos con los suyos.

“Al igual que en un pueblo gitano, por donde iba, veía un niño tocando, cantando, cogiendo unos palos, haciendo unas claves, el otro tocando yambó, el otro cogiendo un cajón, un batá. Y todos tenían una clave. Y lo que nunca se ha hecho tampoco es meter el flamenco con la música latina y afrocubana sin perder ninguno de los dos caminos. Tiene que haber una balanza y una selección de temas que vayan a la manera tuya de cantar y de sentir, y si uno se emociona, emociona al público”, manifestó.

“Cuba me encanta porque sales a escuchar música y de repente empiezan a llegar amigos, se empieza a crear esa rumba, con Samuelito (Formell), Julito Padrón, y se arma la fiesta allí y es una maravilla. Yo, como flamenco, en esa tierra maravillosa que es Cuba, estoy viendo a estos compadres que crean una música que se asemeja tanto a la mía, que termino en una emoción muy grande”, agregó.

“Soy esto que ves aquí”

El Cigala es un artista que se deja ver al momento. No hay velos, no hay distancias cuando canta o simplemente habla de un recuerdo, de un ritmo, cuando marca la clave cubana en una mesa, con esa risa infantil y sensible de quien disfruta la música, pero también de quien la necesita para vivir, para ser.

“Yo soy esto que ves aquí. Para estar feliz también tienes que estar muy triste. Si tú quieres estar alegre, tienes que haber pasado cosas fuertes. Lo más difícil es saber reír y llorar al mismo tiempo. Y a mí me ha pasado un par de veces”, dijo Diego El Cigala.

La vida le ha dado muchas alegrías, pero también le ha arrancado a seres queridos. Sin embargo, el cantaor ha sabido aprovechar las penas y las glorias, que a fin de cuentas suman a ese todo que es vivir. Y aunque duele muchas veces el desgarro que implica interpretar una canción triste, confesó que salir a escena le da “la mayor riqueza y la mayor recompensa, que es ese público que se emociona”, finalizó.

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