MIAMI.- El actor, fundador y presidente del Movimiento Viva México, Eduardo Verástegui, ha sido uno de los los firmantes del amicus curiae presentado el lunes 22 de febrero ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el marco del llamado caso Manuela, que tiene su raíz en El Salvador e involucra hechos de infanticidio.
“Movimiento Viva México se une de esta forma a una coalición global de grupos provida, que alertan ante la posibilidad de que el fallo de tribunal internacional pudiera convalidar el delito de infanticidio, a la par que usar este caso como vía de presión para forzar la aprobación del aborto en El Salvador. Un país que protege constitucionalmente la vida desde la concepción”, indicó Eduardo Verástegui, a través de un comunicado de prensa.
“En un caso claro de infanticidio, la CIDH desvía la cuestión hacia un reclamo de legalización del aborto. Resulta inaceptable e increíble que una corte de derechos humanos pueda justificar la impunidad del infanticidio”, agregó el fundador del Movimiento Viva México.
Según Eduardo Verástegui, con el caso Manuela se intenta fraguar una cuestión de emergencia obstétrica o parto extra-hospitalario que nunca existió.
“El caso no se relaciona con ninguna de ambas situaciones ni con el aborto. El principal propósito de la demanda de las organizaciones ante la CIDH es promover la legalización del aborto en El Salvador y generar una presión contra el gobierno salvadoreño para que lo haga”, aseguró.
El Salvador es uno de los ocho países de América Latina y el Caribe que reconocen en su Constitución a la persona humana desde el instante de la concepción. Por lo que penaliza el aborto directo, voluntario o provocado bajo cualquier circunstancia.
La presión ejercida con este caso pretendería liberar de la cárcel a una veintena de mujeres acusadas por el homicidio agravado de sus hijos recién nacidos; es decir, de infanticidio, matar a un bebé ya nacido.
“La CIDH no puede ir en contra de la mismísima Convención Americana sobre Derechos Humanos”, dijo Verástegui.
Dicha convención, ratificada por 23 países americanos, establece en su artículo 4.1 que toda persona tiene derecho a que se respete su vida desde el momento de la concepción. "Sin embargo, pareciera que la CIDH pretende ahora abolir o minimizar esa protección. Cinco de los siete magistrados integrantes de la CIDH se han manifestado anteriormente con un sesgo a favor del aborto. Podrían ahora sentar jurisprudencia con un fallo internacional de impunidad ante el infanticidio, que presionaría además a un país a cambiar su propia Constitución", remarcó Eduardo Verástegui.
Entre las 28 organizaciones firmantes del recurso, figuran Americans United for Life, Family Watch International, Fédération des Associations Familials Catholiques en Europe, Jerome Lejeune Foundation, Red Familia y Susan B. Anthony List.
Manuela es el seudónimo de M.E.H., una madre condenada por la justicia salvadoreña por el homicidio agravado de su bebé recién nacido, al arrancarle violentamente el cordón umbilical del cuerpo y arrojarlo a una letrina donde se ahogó en excrementos humanos. De las pruebas médicas y forenses, el tribunal falló que M.E.H. era plenamente consciente de sus actos. Las ONG pro-aborto alegan que no fue delito ni crimen porque si hubiera aborto libre en ese país, M.E.H. (quien nunca pidió el aborto durante su embarazo), seguramente habría abortado a la niña que llevaba en el vientre. El cuerpo de la criatura fue rescatado de una fosa séptica rural por agentes policiales, que la llamaron significativamente Dolores.
El amicus curiae (“amigo de la Corte”) permite a terceros ajenos al juicio hacer una presentación voluntaria para dar su opinión y aportar elementos, en función del interés justificado que poseen en la resolución del caso.
FUENTE: REDACCIÓN