MIAMI.- Los Premios Grammy Latinos son para la música latina lo que su contraparte tradicional, los Premios Grammy, es para el mundo de la música.
Repasamos la historia de los premios que surgieron porque el sector promotor consideró que la música latina merecía su propia noche para brillar
MIAMI.- Los Premios Grammy Latinos son para la música latina lo que su contraparte tradicional, los Premios Grammy, es para el mundo de la música.
Formada por The Latin Recording Academy en 1997, que a su vez fue fundada por Michael Greene, Rudy Pérez y Mauricio Abaroa, la organización musical reconoce los logros en el sector de la música latina.
Mirando la historia, antes de que existieran los premios Grammy Latinos, los músicos e intérpretes latinos eran honrados con los premios Grammy tradicionales, pero varias personalidades opinaron que la música latina debía tener su propia premiación para abarcar más.
De hecho, los Premios Grammy Latino honran producciones musicales grabadas en español o portugués, e incluso otras lenguas, de cualquier parte del mundo que hayan sido lanzados en América Latina, la península Ibérica o Estados Unidos.
Al igual que los premios Grammy tradicionales, los nominados y ganadores son seleccionados por miembros de la organización.
La primera entrega anual de los premios Grammy Latinos se celebró en Los Ángeles el 13 de septiembre de 2000.
La gala fue transmitida por CBS. Cuando salió al aire, fue el primer gran programa de contenido en español en horario estelar transmitido por una cadena de televisión estadounidense en inglés.
Los grandes ganadores fueron Luis Miguel, Santana y Maná con tres premios; así como Juan Luis Guerra, Shakira, Fito Páez y Emilio Estefan Jr. que recibieron dos premios cada uno.
Años después, la 24.ª entrega anual del Latin Grammy fue realizada en Sevilla, España, en 2023. Fue la primera vez que la gala de premiación se celebró fuera de los Estados Unidos.
Esta vez The Latin Recording Academy celebra los 25 años de los Latin Grammy el 14 de noviembre en Miami y la ceremonia muestra la evolución de la música latina con una larga lista de selecciones y el papel que los Latin Grammy han desempeñado en la expansión de estos géneros musicales.
Al músico y productor cubano Emilio Estefan se le atribuye haber allanado el camino para la explosión de la música latina a finales de los 1990, principalmente a través de artistas que el propio Estefan llevó al escenario musical estadounidense, incluida su esposa Gloria Estefan, así como Jon Secada, Ricky Martín y Shakira.
Al igual que los tradicionales premios Grammy, varios artistas han sido críticos con los Latin Grammy, quienes argumentaron que son más una herramienta de promoción comercial que un reconocimiento al mejor arte.
Además, la falta de categorías para música de habla no española y portuguesa recibió críticas, especialmente de artistas que consideran que su trabajo tiene un sonido latino, aunque no sea interpretado en español o portugués, como músicos de Haití.
En respuesta a esas estimaciones, The Latin Recording Academy declaró: “Consideramos la música basándonos en el contenido de la grabación misma—los elementos técnicos que intervienen en el arte de hacer música—no en función de cómo un disco o un artista se comercializa”.
En 2001, exiliados cubanos en Miami protestaron porque los Premios Grammy Latinos permitían que músicos asalariados por el régimen de Cuba actuaran en el escenario. La ceremonia, que debía realizarse en la ciudad floridana, fue traslada a Los Ángeles para su segunda entrega anual (que al final sería cancelada tras los ataques del 11 de septiembre de 2001).
Otros artistas, incluidos Aleks Syntek, Willie Colón, Daddy Yankee y J Balvin, expresaron comentarios o incluso boicoteado la ceremonia. The Latin Recording Academy respondió a las críticas solicitando que “se involucren con la Academia, que se involucren en el proceso y que se involucren en discusiones que mejoren la Academia”.
Una diferencia importante entre los premios Grammy y los premios Grammy Latino es que una grabación no tiene que ser lanzada en los Estados Unidos. Para ser considerada para una nominación al Grammy Latino, la canción o álbum debe ser interpretada en español o portugués.
Además, son aceptadas otras lenguas, dialectos o expresiones idiomáticas, como el catalán, el vasco o el maya, siempre que sean aprobadas por mayoría de votos.
Para que una grabación sea elegible para una nominación, debe tener al menos el 60% (anteriormente 51%) de su contenido grabado en español o portugués y lanzado comercialmente en Norteamérica, Centroamérica, Sudamérica, el Caribe, España o Portugal.
El cuerpo de votación de la Academia puede residir en los Estados Unidos y fuera del país, incluyendo América Latina e Iberia.
Primero se realizan listas de grabaciones y luego se revisan para determinar las categorías para las que son elegibles.
Después de eso, las boletas de nominación se envían por correo a los miembros de la academia. Se cuentan los votos y las cinco grabaciones de cada categoría con más votaciones son las nominadas finalistas.
Las papeletas para votación final se envían a los miembros votantes y se determinan los ganadores. Los ganadores se anuncian posteriormente en los Premios Grammy Latinos.
A lo largo de los años, los Premios Grammy Latinos han ayudado a fomentar colaboraciones entre artistas latinos y músicos de otros géneros, contribuyendo a la popularidad de la música latina en los principales mercados musicales.
Con 28 galardones, el rapero, cantante, compositor y cineasta puertorriqueño Residente ha ganado la mayor cantidad de premios Grammy Latinos.
La mexicana Natalia Lafourcade es la gran ganadora entre las mujeres con 17 premios. Calle 13, con 22 premios Grammy Latinos, ostenta el récord de mayor cantidad de premios ganados por un grupo.
Por otro lado, el primer ganador a Mejor Grabación Latina en los Grammy tradicionales fue el pianista y compositor estadounidense Eddie Palmieri en 1974.
En los Grammy tradicionales de 1980, el primer grupo ganador fue la banda de jazz afrocubana Irakere.
El percusionista cubano Mongo Santamaría ostenta el récord de mayor cantidad de nominaciones dentro de la categoría Mejor Grabación Latina de los Grammy tradicionales.