MIAMI.- Es un hecho: ante los rumores de separación, Gabriel Soto e Irina Baeva anunciaron que pusieron fin a su relación sentimental. La información fue confirmada por el actor, quien emitió un comunicado en Instagram.
Gabriel Soto e Irina Baeva anunciaron que pusieron fin a su relación sentimental. La información fue confirmada por el actor en un comunicado
MIAMI.- Es un hecho: ante los rumores de separación, Gabriel Soto e Irina Baeva anunciaron que pusieron fin a su relación sentimental. La información fue confirmada por el actor, quien emitió un comunicado en Instagram.
"A través de este mensaje, con el más profundo respeto y cariño, queremos comunicar que después de varios años de amor, apoyo y comprensión, hemos tomado la decisión de poner fin a nuestra relación", escribió el intérprete mexicano a través de un storie.
"Han sido años de aprendizaje y experiencias que quedarán en ambos y por las que siempre estaremos agradecidos. Esta decisión la hemos tomado después de varios meses de reflexión con sabiduría y madurez. Los motivos se mantendrán en nuestro círculo interno", agregó Gabriel Soto.
Ante la noticia, el actor pidió respeto para afrontar el proceso personal que viven ambos. "Agradecemos desde ya que nos permitan atravesar esta situación con discreción y respeto", finalizó.
Gabriel Soto, de 49 años, e Irina Baeva, de 31, mantuvieron su noviazgo por cinco años. En 2018 ambos confirmaron la relación y dos años después decidieron vivir juntos.
De acuerdos con varios medios, el romance del mexicano y la rusa se produjo en medio de rumores de infidelidad por parte del actor hacia su ex-esposa y madre de sus hijas, Geraldine Bazán.
"Fue en el 2018 que los histriones confirmaron que eran pareja en medio de fuertes rumores de infidelidad por parte de Soto. De hecho, quien fuera su esposa y madre de sus dos hijas, la también actriz Geraldine Bazán, fue quien declaró públicamente que Soto le había sido infiel con Baeva. El actor aceptó que sí le fue infiel, pero con otras mujeres", reseñó People en Español.
"Dos años después, durante la pandemia, fue que Soto y Baeva intentaron opacar lo malo en torno a su noviazgo y decidieron vivir juntos en la casa de Soto en Acapulco, México, lugar en donde aseguraron se estaban conociendo aún más como individuos, como personas. “Hemos pasado tantas cosas que lo único que han hecho es que nos hemos unido aún más”, dijo entonces Soto a People en Español", agregó la revista.