MIAMI.- deado por la autora y promotora literaria cubana Fefi Toll, el primer Salón de Escritoras Latinoamericanas en Miami, Florida, es desde hoy una realidad de la que participan 39 mujeres de distintos países de la región para seguir defendiendo el idioma español.
El encuentro de letras hispanas transcurre desde las 10:30 am de este domingo 30 de abril en Vista Lago, una acogedora villa en el suroeste de la ciudad de Miami.
Por una alfombra azul desfilaron las autoras con sus libros, mientras Fefi Toll comentaba brevemente algunas de las esencias de cada título.
Toll es reconocida por su intenso trabajo en la promoción de las letras hispanas en el Sur de la Florida, donde es mentora, desde hace tres años, de un grupo de 12 mujeres escritoras con quienes se reúne todos los domingos en la librería Books & Books de Coral Gables. Promueven actividades culturales, bajo el paraguas de su plataforma denominada Fefi Tv Presenta.
En la inauguración del Salón de Escritoras homenajearon a varias narradoras y poetas que con sus textos reflexionan sobre la condición humana, entre ellas la integrante honoraria Andreina Fuentes Angarita, cuya novela autobiográfica “El último vientre judío”, publicado por la editorial española Verbum, resume “el camino que debió recorrer la autora para encontrar sus raíces, hundidas en la antigua cultura judía, esbozando con pinceladas conmovedoras las vicisitudes de la protagonista a través de la vida de cinco mujeres que contribuyen a forjar la trama”.
La autora es reconocida por su trayectoria cultural como directora de la Fundación Arts Connection, además del montaje de performances e instalaciones llamativas.
Con este nuevo libro, abre la reflexión sobre la importancia que tienen los acontecimientos personales y familiares en el tapiz de la vida humana: A través de la historia de sus antepasados presenta el tema de la emigración sefardí en Colombia y Venezuela, el choque cultural y, en el fondo, narra una historia de amor que exalta valores que pretendieron ser olvidados sin brindarles el debido tributo.
Junto a este, numerosos títulos fueron llevados al Salón; algunos, incluso, se entregaron en una rifa. De la ficción a la poesía; del ensayo a la superación, de la novela erótica a la narración para niños, el espectro resultó amplísimo, si bien con predominio de las preocupaciones existenciales y los discursos motivacionales. El espacio fue propicio para el intercambio directo entre autoras que no siempre tienen maneras de encontrarse y hablar distendidamente de sus procesos creativos.
“Cada libro es una semilla de luz en un jardín llamado ‘La Nueva Tierra’. El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino del alma y de la humanidad”, dijo la fundadora del Salón de Escritoras Latinoamericanas, quien auguró que "el evento hará historia".
“Primero, siento un gran regocijo porque se pudo concretar este Salón que busca la integración de las autoras”, comentó Toll a DIARIO LAS AMÉRICAS. “No solo se trata de escribir sino de inspirar a nuevos escritores y a nuevos lectores”, concluyó.