martes 14  de  enero 2025
TV y MEDIOS

Lourdes Stephen comparte la ilusión de la dulce espera

El embarazo continúa siendo el estado más mágico y anhelado para cualquier mujer. Los sentidos se exacerban y comienzan a entrelazarse hilos invisibles que permiten a las madres conectarse con sucesos y  personas de forma sutil y asombrosa

CAMILA MENDOZA
@camila_mendoza

Por estos días la periodista dominicana Lourdes Stephen cumplirá uno de sus mayores anhelos, convertirse en madre junto a su esposo, el abogado Michael Puchades.

El bebé puede nacer en cualquier momento, incluso ahora, y la felicidad es tanta que Lourdes ha decidido exhibir su máximo orgullo y bendición con total naturalidad, trabajando hasta estos días acompañada de su primogénito Michael Víctor.

“Amo trabajar y mientras tenga energía lo seguiré haciendo hasta dar a luz. Además, creo que uno debe enseñarle a los hijos desde pequeños -incluso en el embarazo- que hay que ser responsables y tener palabra. Por eso digo: Mientras la ropa me sirva y no haya dolores voy para el trabajo”, afirmó la conductora del estelar Sal y Pimienta (Univision) a DIARIO LAS AMÉRICAS.

El mayor reto

Los años y la experiencia le han dado seguridad para dar su opinión en pantalla, defender una postura y protestar si algo le parece mal. Ha sido gracias a esto que Stephen continúa consagrándose como uno de los rostros más estables y queridos de la pantalla chica.

Entrevistadora sagaz, sin perder su pícaro toque caribeño,  sigue brillando en la animación de importantes eventos especiales de Univision, y cómo no decirlo, demostrando sus dotes artísticos como cantante. Facetas que le harán falta a la pantalla estos próximos meses.

“Ahora comienza el gran reto para mí, porque mientras Michael ha estado en mi barriga he continuado mi vida de forma normal. Cuando nazca comenzará el proceso de ver cómo voy a encontrar el balance entre mi rol de periodista y de madre. Pero estoy tranquila, porque creo que Dios a las madres siempre nos ilumina para poder conseguir este equilibrio”, respondió al ser consultada sobre la nueva etapa que se avecina.

“Soy una bendecida de Dios porque tengo el apoyo de mi esposo que también trabaja. Pero hay madres solteras que no tienen la opción de dejar de trabajar. Ellas son mis grandes heroínas. Esas mujeres que tienen que sacar a sus niños adelante estando solas. Yo me considero afortunada”, añadió.

A favor de su carrera hay que decir que Stephen supo conquistar a los televidentes manejándose en distintos roles con total fluidez. Eso la ha hecho merecedora del cariño del público y de sus ‘#LuliLovers’, así se hacen llamar sus fans alrededor del mundo que hoy la acompañan incondicionalmente en su dulce espera.

“Yo veo las redes sociales como una extensión familiar. Quiero mucho a mis seguidores y me encanta compartir con ellos ¡y es que ya son parte de mi vida! No tengo nada que esconder y pienso que es válido publicar las bendiciones que uno tiene. No obstante, no sé cómo actúe cuando nazca Michael, ya que también tendré que respetar su privacidad. Pero hasta ahora he disfrutado mucho cada momento de este embarazo con mis #LuliLovers”, manifestó.

Revelaciones Mágicas

El embarazo continua siendo el estado más mágico y anhelado para cualquier mujer. Los sentidos se exacerban y comienzan a entrelazarse hilos invisibles que permiten a las madres conectarse con sucesos y  personas de forma sutil y asombrosa.

Así ha sido para Stephen, quien revela que si bien el primer trimestre fue muy tenso, logró la paz y la tranquilidad gracias  al recuerdo de sus seres más queridos y el apoyo de familiares y amigos que hoy la acompañan.

“Tardé en dar la noticia de mi embarazo porque los primeros meses estuve ‘manchando’. Eso me causó miedo… soy madre primeriza y siempre existe una buena dosis de temor en cada etapa que uno vive”, manifestó la dominicana quien confesó que un particular sueño con su bebé es lo que la llenó de dicha y de paz, al igual que un inesperado sueño con su abuela, fallecida hace un año y medio.

“Un día doblando la ropita de Michael me invadió una gran nostalgia porque mi madre y mi abuela no van a poder estar conmigo el día del parto. En ese momento comencé a llorar, quizá por impotencia ya que me hubiese gustado que ellas estuvieran ahí. Recuerdo que de tanto llorar me dormí y enseguida soñé que mi abuela me abrazaba acostada detrás de mí. Eso me tranquilizó mucho porque fue el mensaje de Dios haciéndome saber que aunque no estén físicamente, ellas siempre me van a acompañar”, finalizó la presentadora.

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