MIAMI.-A Luis Enrique le duele lo que pasa en Nicaragua. Al cantautor le ha sido imposible desentenderse de la crisis sociopolítica que afecta a ese país centroamericano desde mediados de abril.
MIAMI.-A Luis Enrique le duele lo que pasa en Nicaragua. Al cantautor le ha sido imposible desentenderse de la crisis sociopolítica que afecta a ese país centroamericano desde mediados de abril.
“Uno nunca deja de amar a la tierra que lo vio nacer, uno nunca se desvincula totalmente. Yo siempre he estado vinculado a mi país a través de mi familia, de su música y su cultura”, expresó a DIARIO LAS AMÉRICAS Luis Enrique, quien emigró desde su natal pueblo de Somoto a EEUU con 15 años, junto a su madre y hermano menor.
“El hecho de que haya adoptado otras culturas, incluso otro idioma como lo hice con el inglés, eso no me hace menos nicaragüense ni me aleja de mi país, simplemente, me da la posibilidad de sobrevivir. Yo soy nicaragüense 100 por ciento y lo seré hasta el día que me vaya de este mundo. Mi amor por mi país es algo que siempre he llevado muy en alto, y más en momentos de crisis”, recalcó.
Por eso quiso aportar su granito de arena a través de aquello que le nace desde lo más profundo de su ser: la música.
Tal como reza el estribillo de Mordaza, el nuevo tema del Príncipe de la Salsa, el pueblo nicaragüense clama por un cambio que no ve llegar y necesita la ayuda de instituciones no gubernamentales, que hasta ahora no han hecho lo suficiente, señaló el intérprete de Yo no sé mañana.
“Creo que la comunidad internacional no se ha pronunciado como se debe. Ya todo el mundo se ha dado cuenta de los crímenes de lesa humanidad en Nicaragua. Ya no estamos hablando de un grupito aislado de gente que se ha manifestado y contra el cual han arremetido, sino que están básicamente asesinando a la población. Hay crímenes de todo tipo”, denunció.
Los medios han reportado que la crisis sociopolítica se ha cobrado al menos 320 vidas en ese país desde abril.
“Después de la primera marcha, que fue el 19 de abril, donde la gran mayoría de los participantes fueron agredidos por el Gobierno, vimos las primeras muerte. Eso encendió la llama del deseo para manifestarme contra todo lo que se veía venir”, reveló.
Y para materializar el tema dedicado al dolor que sufren sus compatriotas, quiso contar con la voz del rapero Erick Nicoya, cuyo trabajo y valentía admira.
“Me llamó mucho la atención que es un chico joven y sus letras hablan sobre lo que sus abuelos le contaban de la historia de Nicaragua”, comentó sobre la colaboración con Nicoya.
“Quise contactar con alguien que estuviera allá para que fuera más relevante a lo que la canción quiere invocar: fuerza y solidaridad. Y así, de alguna manera, desde nuestras propias trincheras, solidarizarnos con todo el país, porque eso es lo que más necesitamos”, añadió.
Afirmó que la única opción posible es hacer un paro a la violencia y que el régimen conceda a los ciudadanos el derecho a expresar su voluntad sin represalias.
“Queremos que el Gobierno se vaya, que el ‘orteguismo’ cese la represión, que cesen los crímenes y se respete el deseo del pueblo. Eso traería por lo menos el inicio de un cambio real en Nicaragua”, dijo.
“Mientras que eso no ocurra, será imposible llegar a ese cambio y mantener la seguridad ciudadana, porque se está persiguiendo a la gente por el simple hecho de pensar diferente a como el Gobierno quiere que uno piense”, agregó.
El 10 por ciento de las ganancias que se obtengan de las ventas de Mordaza, que ya está disponible en las plataformas digitales, será destinado a las familias que han sido víctimas de esta crisis. Aunque aún no ha decidido con cuál organización benéfica trabajará, se cerciorará de que la ayuda llegue a quienes en verdad la necesitan.
“Cuando empecemos a proveer ayuda, quiero estar seguro de que esa ayuda va a llegar a las familias que lo necesitan, porque a muchos les han quemado sus casas, les han matado a sus hijos, a nietos, a padres. Hay gente que se ha quedado en la calle sin nada. Y es a ellos a quienes quiero que llegue”, afirmó.
Pero esta es solo la primera de otras canciones que piensa dedicar a su tierra y de las que podría surgir un nuevo álbum, un proyecto que lo mantendrá ocupado como ningún otro. El próximo tema, que aún no ha titulado, podría ver la luz en apenas cuatro semanas.
“Es un proyecto que me llena de amor por mi país y por mis hermanos, y con el cual me siento muy comprometido. Y lo voy a hacer, en la medida de las posibilidades, bastante rápido, quizás como nunca había trabajado”, confesó.
Entre las seis u ocho canciones que dijo preparará, se encuentra una versión de Pueblo, del panameño Rubén Blades, sobre la cual adelantó que habrá una colaboración con un rapero venezolano, aunque no reveló el nombre.
Anticipó que además de ocuparse de hacer música inspirada en Nicaragua, piensa “sacar algo de salsa” en algún momento del año.
Luis Enrique, quien en 2017 publicó su libro Autobiografía, estará de gira a partir de agosto por Canadá, México, California y Ecuador. También espera presentarse en Miami, donde ha radicado desde 1984