jueves 12  de  diciembre 2024
RESEÑA

"Luz negra", un reto escénico que asume Havanafama

Bajo la dirección de Juan Roca, la obra "Luz negra", del dramaturgo salvadoreño Álvaro Menen Desleal, supone un reto para cualquier equipo escénico

Por LUIS DE LA PAZ

MIAMI.- Luz negra obra del poeta, ensayista, periodista y dramaturgo salvadoreño Álvaro Menen Desleal (1931-2000), que estrenó la compañía Havanafama, bajo la dirección de Juan Roca, es un reto para cualquier equipo escénico, pues sus personajes principales Moter y Goter, han sido decapitados y sus cabezas están al pie del patíbulo inertes e indefensas. Los protagonistas solo pueden transmitir sus emociones a través de las expresiones faciales y la entonación. No dilataré más la observación: Christian Ocón y Raydel Casas, alcanzan un excelente desempeño.

La obra que bien cabe dentro del teatro del absurdo, la crueldad y el humor negro, desde el principio hace recordar Esperando a Godot de Samuel Beckett, todo un clásico y referente de este tipo de teatro. Aún así, es una pieza única, muy bien concebida y poseedora de méritos propios.

En el texto Moter es un delincuente que ha vivido estafando y robando a lo largo de su vida. Se justifica diciendo que proviene de una familia muy pobre de nueve hermanos. Es condenado por sus fechorías. Por su parte Goter resulta ser un idealista que se identifica como revolucionario, y es ejecutado también por sus excesos como militante al servicio de un partido político. Ambos lamentan su destino cruel, acomodar sus cabezas para ser cortadas por el hacha del verdugo, en presencia del populacho que goza la ejecución. Un elemento subyacente es el poder de gobiernos y dictaduras, capaces de ordenar la ejecución de personas por ladrón (delito que no merece una pena tan horrenda), o por actividades políticas opositoras (con mucha menos razón se debe asesinar a alguien por sus ideas).

Juan Roca crea al principio una escena oscura en la que solo se ve el patíbulo, las dos cabezas y luego va iluminando el escenario poco a poco, mostrando un lugar siniestro,

lleno de manchas de sangre, cabezas y cuerpos humanos desmembrados dispersos por todos lados.

Los decapitados intentan entender qué les ha pasado, pues ya han sido ejecutados y aún pueden ver lo que acontece a su alrededor y hasta hablar entre ellos. No saben si es resultado de algo que ocurre después de la muerte o si se trata de una realidad, por lo que se proponen establecer contacto con las personas que se les acerquen. Así llega una mujer, un hombre, una pareja que el director Juan Roca pone en un encuentro sexual a los pies del patíbulo, elevando el sobrecogimiento del momento y además, imprimiéndole morbo a la escena.

También llega un ciego, papel que interpreta el primer actor Jorge Ovies que establece una comunicación con los descabezados (por cierto, pura coincidencia, su anterior trabajo fue en El viaje de la esperanza, donde también hacía de una persona ciega). Hay momentos impactantes, cuando el estafador ejecutado dice: “solo quiero seguir viviendo esta vida que se nos escapa”.

Entre gestos y movimientos faciales, llega el ciego vistiendo una túnica blanca y larga, pelo en trenzas y báculo en mano, mientras ofrece un monólogo lento y pausado ante los decapitados. También la mujer y el hombre, interpretados por Belén Curiuni y Julio Santiago (que no tienen diálogos en la obra) vistiendo un ropaje rojo que se abre en grandes pedazos de tela mientras se mueven por el escenario, logrando una sugerente y sensual coreografía.

El vestuario y luces diseñados por el director Juan Roca, incluye al verdugo que entra vistiendo una suerte de traje “extraterrestre”, con escafandra, tubos y tanques para respirar, como si la muerte, con todo su inmenso horror, viniera de regiones oscuras.

Luz negra es una obra difícil para cualquier equipo, señalé al inicio, por su complejidad y dificultad de desarrollo, pero el grupo de trabajo de Juan Roca, ha logrado una exitosa representación.

Luz negra se presenta los viernes y sábados a las 8:30, en Havanafama Teatro Íntimo, 4227 SW 75 Avenue, Miami, 33155. Reservaciones en el (786) 262-4014. Por cierto, Juan Roca, propietario del local, ha anunciado que con esta obra cierra el teatro, ya que

será demolido el edificio para dar paso a condominios. Así que con acudir a ver Luz negra, también se está siendo testigo del triste final de la sala, y a la vez, estimulando a Roca para no decaer y buscar nuevas iniciativas por el bien del teatro y de todos.

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