"Soy un gran fanático de los museos y estoy absolutamente emocionado de estar aquí. Es un momento realmente importante para la ciudad, todo está comenzando a volver a la vida", dijo a la AFP Michelle Scully, de 39 años, quien fue una de los primeros neoyorquinos en regresar al imponente edificio de la Quinta Avenida, en un costa del Central Park.
"Nueva York es la mejor ciudad del mundo, y estamos aquí, no nos iremos: será aún mejor que antes", agregó.
Con varios cientos de personas, esta mujer de origen canadiense hizo fila desde la 10:00 a.m. (14H00 GMT), y cumplió sonriente con las nuevas reglas de salud -tapabocas, toma de temperatura y reserva- para acceder a ver el Templo de Dendur y los tesoros, desde el antiguo Egipto hasta el arte contemporáneo.
"Primer paso"
La alegría era perceptible entre los presentes en el Met, uno de los museos más visitados del mundo.
Chris Martinetti, de 34 años, y su esposa, que llegaron desde Queens, volvieron a su lugar favorito, el museo donde tuvieron su primera cita hace más de cinco años.
Tracy-Ann Samuel llegó desde la vecina Connecticut con sus hijas de cuatro y nueve años, ansiosa por estar una vez más rodeada de hermosas obras de arte, que considera una terapia para el alma.
"La reapertura significa que hay una apariencia de normalidad", dijo. "El Met ha sido parte de la historia de Nueva York durante 150 años (...), es un importante primer paso", añadió.
Durante semanas, el Met vio a sus grandes homólogos europeos, como el Louvre, reabrir sus puertas.
Pero las autoridades de Nueva York, que registró un número récord de más de 23.600 muertes, especialmente en la primavera boreal, han actuado de forma muy cautelosa para contener la pandemia.
La reapertura de museos se ha permitido recién desde esta semana. El MoMA lo hizo el jueves, con una capacidad limitada al 25%.
Durante este tiempo, los funcionarios del Met han aprovechado para aprender de sus colegas y están tranquilos sobre la posibilidad de que haya una "segunda ola" de COVID-19. "Escuchamos lo que está sucediendo en otros lugares y sabemos que (reabrir) de manera segura no es tan difícil", indicó Daniel Weiss, presidente del museo.
"Más inclusivo"
También hubo tiempo de adaptarse al movimiento histórico contra las desigualdades sociales que ha agitado a Estados Unidos desde la muerte del afroestadounidense George Floyd a finales de mayo. El museo presenta una nueva exposición dedicada al artista Jacob Lawrence (1917-2000), lo que refleja un museo "más inclusivo" con la comunidad afroamericana, según Weiss.
"El déficit de esta institución, que depende más que los museos europeos y que de los boletos y que iba a celebrar su 150 aniversario con un gran evento en abril, es, sin embargo, "muy sustancial": unos 150 millones de dólares de pérdidas en 18 meses, dijo Weiss.
Tras la desaparición de los turistas, el museo ha tenido que reducir sus gastos y cesar a alrededor del 20% de sus 2.000 empleados. Y ahora deberá lidiar por meses con las limitaciones de capacidad: este sábado se esperaban de 7.000 a 10.000 personas, contra 30.000 a 40.000 en un sábado "normal" de agosto.
Pero el Met podrá subsistir, indicó Weiss, por ser "una gran institución". "Estoy mucho más preocupado por los pequeños", acotó.
Aunque algunos ven el futuro sombrío, viendo el éxodo de miles de neoyorquinos acaudalados o la caída de los distritos comerciales como señales de que Nueva York está "acabada", Weiss está convencido, como muchos, de que la ciudad resurgirá.
Desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, hasta el huracán Sandy de 2012 y la crisis financiera de 2008, "Nueva York ha pasado por muchas, muchas cosas", dijo.
"Creo que todos quieren ver regresar a los turistas (...) Cuando eso suceda, estaremos listos", aseguró.
FUENTE: AFP