MIAMI.- El director de cine Lázaro González presentó este año el documental Parole, que recibió una mención honorífica en el Concurso Eisner de Berkeley. González, que realiza un doctorado en la Universidad de California, Berkeley, aborda el tema de la reunificación familiar y la vida en el exilio. Parole comienza ahora un recorrido por varios festivales de cine.
Según afirmó el cineasta en entrevista con Diario Las Américas, la implementación del programa de parole humanitario es el antecedente de este documental que muestra el espacio cotidiano del realizador.
González rodó en el área de la Bahía de San Francisco, específicamente en el barrio de La Misión. Se trata de una producción independiente, que tomó tres meses de realización, entre el rodaje y la edición.
“Como cine hecho en el exilio es difícil encontrar fondos para producir películas. Y esta es un ejemplo de algo que se puede hacer aunque no tengas financiamiento alguno, y también un ejemplo de la resistencia, de buscar alternativas de producción diferentes a las que uno tenía en Cuba”, indicó el cineasta. “Como cine hecho en el exilio es difícil encontrar fondos para producir películas. Y esta es un ejemplo de algo que se puede hacer aunque no tengas financiamiento alguno, y también un ejemplo de la resistencia, de buscar alternativas de producción diferentes a las que uno tenía en Cuba”, indicó el cineasta.
“Mi novio Abrahm DeVine hizo el sonido, y cuento también con el apoyo de otros amigos como Emilio Polo, un sonidista radicado en Miami”, constató. Además, tuvo la oportunidad de usar los equipos de la Universidad de California, de Berkeley's Media Lab.
Una carta para mamá
Con el uso de voces en off y audios que recogen el sonido de la realidad cubana, entrelazados con los ruidos de una ciudad estadounidense, sus estaciones del metro, sus parques, incluso sus aullidos —Ginsberg mediante— González logra crear un palimpsesto del inmigrante, un cuadro donde conviven la ansiedad del exilio y la extrañeza de una tierra natal a la que ya no pertenece. No obstante, aunque vive a cientos de millas de Cuba, la isla sigue resonando con un chirrido constante en cada aspecto de su vida.
Una de las imágenes más potentes del documental es el mural que, como un rompecabezas de desencuentros y fracturas familiares, muestra rostros, cuerpos, historias fragmentadas. Otro plano desgarrador muestra al director de pie en un separador entre dos calles, bajo un puente, asaeteado por luces de vehículos, por el ruido metálico encajonado del tráfico; mientras lo vemos en esa línea frágil que parece flotar entre dos orillas de concreto, escuchamos la voz en off de su madre que trata de calmarlo.
Qué le llevó a hacer este documental. Como dijo, se trata de "una cuestión emocional, que es cómo carecemos de historia donde se represente también esa otra visión del exilio que no nos cuentan normalmente, que es la vulnerabilidad y el esfuerzo cotidiano de las personas que están de este lado y tienen una economía muy limitada. Cómo mantener a los familiares que dejamos atrás forma parte de la preocupación cotidiana".
Sobre los audios de WhatsApp que le envió su madre y usó como hilo conductor del audiovisual, señaló que "el uso de la voz como motivo poético tiene que ver con el hecho de que no veo a mi madre hace más de 5 años, y sería contraproducente crear una película en la que se muestra a una persona que yo, como protagonista de esta historia, no puedo ver". En ese sentido, González apuntó que un referente fundamental fue el filme News from Home, de Chantal Akerman, que es una especie de video-carta.
"¿Qué pasa cuando tu madre y tu hermana te piden ayuda pero no tienes suficientes medios para eso?", cuestionó González, que puso una solicitud de parole para ellas y aún no obtiene respuesta.
"La película trabaja esto de una manera sutil, obviamente dentro del contexto del programa de parole humanitario como trasfondo de este drama familiar. Porque al final la separación entre las familias es el tema más importante, y cómo esa separación puede devenir en incomunicación a través de los diferentes imaginarios que la familia en Cuba puede tener sobre nuestras vidas acá, y también cómo eso causa a veces una incapacidad de entender nuestras diferencias", explicó.
"Mi madre es mi conexión con Cuba. Pero también es una película donde ese deseo de reencontrarme con mi madre no deja de ser también una nostalgia por esa otra figura materna que es la patria", zanjó.
Hacer cine en el exilio
Con Parole, el cineasta nos transporta a los callejones de cualquier ciudad en Estados Unidos, con sus luces y sombras, su entramado social complejo y crudo, pero desde ese tapiz el inmigrante, el autor de este relato visual, encuentra belleza, asombro, y un espacio para la reflexión. Estos momentos de introspección son potenciados con planos fijos en exteriores, hechos para observar la vida. Contrastan, por su parte, las tomas rodadas en una habitación mínima donde vive el cineasta, desde la que mira, por una ventana, lo real-irreal: un lugar desafiante. Este espacio interior es, quizás, entre sutiles referencias a la isla a través de una taza de café con la bandera cubana, una alegoría de esa patria que queda detrás, en el plano geográfico, pero que el creador arrastra consigo como una sombra inevitable.
Lázaro González en un fotograma de su documental Parole. Cortesía del entrevistado
Un fotograma del documental Parole, de Lázaro González.
Cortesía del entrevistado
Por estas fechas, Lázaro González se ocupa de la curaduría de la muestra de Cine Cubano sin Fronteras (del 23 de octubre al 16 de noviembre), "que va a ser la muestra más grande de cine cubano hecha en California y una de las más grandes de Estados Unidos", y además sirve como homenaje al cineasta cubano Nicolás Guillén Landrián.
También está realizando otra película sobre el éxodo queer del Mariel, titulada Sexilio, así como el filme Out in the Vortex, "sobre la homofobia dentro del equipo de natación de Estados Unidos, con la experiencia de Abrahm DeVine, que es el nadador gay más rápido de la historia".
"Estoy haciendo un cine muy personal, tratando aristas diferentes como exilio y migración", acotó.