Pedro Luis Ferrer trae a Miami un concierto único

“Voy a festejar mi vida y mi trabajo junto a mi banda de siempre”, señaló Pedro Luis Ferrer sobre un espectáculo musical que compartirá con su hija Lena, la pianista Claudia Gabriela Luis, voces y percusión, además de Reinaldo Ferrer, su ingeniero de sonido.

“Aunque somos un grupo pequeño, con ellos puedo ofrecer un concierto con toda la dinámica y la diversidad que se requiere. Tengo a mi hija [Lena Ferrer] a quien valoro inmensamente como compositora. Ella trabaja conmigo desde que era una niña y ha aportado mucho a mi trabajo en términos creativos. Y con Claudia Gabriela y Reinaldo trabajo desde Cuba”, dijo el poeta, que es capaz de enternecer a hombres y mujeres con su profundo registro vocal.

“Cuando comencé mi carrera, la mayor dificultad que tenía era dar a conocer un trabajo que hasta entonces era desconocido. Pero cuando comenzaron a surgir las canciones que se hicieron populares y que el pueblo fue abrazando, la mayor dificultad fue, y ha sido, poder presentar música nueva [risas]. En todos los espectáculos termino haciendo las canciones de siempre porque son las que el público quiere oír. Hay temas que no puedo dejar de cantar”, comentó el cantautor de grades composiciones como Espuma y arena, Amigo palero, Ay, mariposa, Como me gusta hablar español, Romance de la niña mala y 100% cubano.

“Pero bueno, siempre hay que proponer canciones nuevas al público, aunque sea difícil”, añadió.

Miami

Enfocado en sus presentaciones y proceso creativo, los días de Pedro Luis Ferrer transcurren entre composiciones, poesías y grabaciones.

De hecho, recientemente acabó de presentar su primer poemario titulado Libriscos, publicado por Media Vaca de España, una pequeña, pero muy rigurosa casa editorial que recibió el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural, por parte del Rey España en el año 2018.

“Estoy trabajando en dos proyectos discográficos. Uno de ellos es La Bunga, basado en tradiciones y localismos menos explorados en la música cubana; y Todos por lo mismo, donde comparto viejas canciones mías trovadorescas, que en la isla se conocieron a través de medios alternativos y que ahora recreo en versiones orquestales”, comentó el cantautor que reside en España, aunque también cuenta con residencia en Estados Unidos.

“Mi vida siempre ha sido así. No importa si estoy en Madrid, La Habana o en Miami. Siempre estoy metido en una habitación trabajando, componiendo, y grabando. Incluso cuando salgo de Miami a otras ciudades del país, me llevo mis equipos portátiles y sigo trabajando”, manifestó Pedro Luis Ferrer, quien también aprovechó de aclarar las razones de su estadía en Miami.

“Vine aquí gracias a un contrato de trabajo por un año, pero nos cogió la pandemia [de coronavirus]. Se paralizó todo, y ahora estamos retomando los proyectos que quedaron pendientes. Había venido muchas veces a Estados Unidos, de hecho, tengo familia aquí, pero nunca me había propuesto residir en Miami. Te confieso que recién estoy conociendo la ciudad, porque a pesar de que sé manejar, aquí no tengo carro, así que casi no salgo de la casa. Sin embargo, viajo mucho para otras ciudades del país a quedarme con amigos […] Considero que en Miami hay buenos artistas, mucha gente valiosa, pero a veces siento que falta articular todo ese talento que aquí confluye”.

Pedro Luis Ferrer nació el 17 de septiembre del año 1952 en la localidad de Yaguajay, en la antigua provincia de Las Villas, en el seno de una familia de cultores de poesía popular. Desde niño, reconoce que se sintió muy influenciado por su padre, Rodolfo Ferrer, su tío Rafael y su abuela paterna, Inocencia, quien contribuyó fuertemente a su formación como artista.

Hoy, consolidado en el mundo como uno de los mejores representantes de la música popular de Cuba, el prolífico guitarrista y cantautor es reconocido por su destreza y talento como compositor, faceta en la que ha explorado géneros como el bolero, el changüí y el son. Por otra parte, el sutil sentido del humor de sus canciones íntimamente ligadas a la cultura cubana, hacen que en la actualidad el público siga paso a paso su nueva propuesta poética gestada fuera de la isla.

“Yo no tengo sangre de migrante. A pesar de todos los problemas que existen, nunca quise irme de Cuba, pero tenía apetito de conocer el mundo. Yo no viajo al mundo solo para ganar dinero, viajo para aprender. Y Cuba viaja conmigo porque cargo con ella a cuestas. Diariamente consumo la cultura de mi país, en la música y en todo aspecto. Me gusta meterme en los vericuetos y en los rincones de la cultura cubana, y explorar todos esos elementos de nuestra identidad que están diseminados a lo largo de la isla. Tengo necesidad de ir por el mundo, y el mundo me ha enseñado lo universal que es la música y la cultura cubana”, reflexionó Pedro Luis Ferrer, quien también habló sobre la cruda realidad que acontece en la isla.

“No me gusta que nadie se tenga que ir de su país. Y en este sentido es una pena todo lo que está pasando en Cuba. No hay una negociación con la sociedad para responder a las demandas de un pueblo que tiene derecho a opinar y a decidir. No hay comunicación y es lamentable porque Cuba necesita de la gente que se está yendo y de su juventud”.

“En Cuba hay muchas cosas que se agotaron. Se apostó por cosas que no dieron y que no van a dar. Y la gente tiene derecho a reclamar y a exigir porque

son muchos años viviendo con necesidades de todo tipo, no solo a nivel material. Esto que está pasando en Cuba es una acumulación de malos manejos. Hay que estar muy atentos a lo que está pasando en Cuba […] me duele mucho lo que está ocurriendo”, finalizó.

Concierto de Pedro Luis Ferrer, en el James L. Knight Center, Miami, el sábado 17 de septiembre. Entradas disponibles en la taquilla del auditorio o Tickemaster.