MIAMI.- Yissy García ha escuchado el sonido de la batería desde que habitaba el vientre de su madre. Hoy, la joven percusionista le da continuidad a un legado ejecutando el instrumento con el que su padre, Bernardo García, contribuyó a dar forma a una de las agrupaciones más emblemáticas de Cuba, Irakere.
“Desde pequeña estuve rodeada de ese ambiente musical. Mi padre fue fundador de Irakere y también de la banda de Arturo Sandoval y tocó con muchísimas bandas en Cuba. Nací en Cayo Hueso [en La Habana], un barrio donde siempre está sonando una lata y un palo, donde todo el tiempo hay una fiesta, una música sonando. Por eso digo que sabía que quería ser baterista desde que estaba en la barriga de mi mamá”, dijo Yissy García en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.
“Siempre había reuniones en casa donde hacían descargas y yo estaba ahí con unos palitos [tocando]. Desde pequeñita me gustó mucho la música y empecé a estudiar en el conservatorio a los nueve años. Estuve estudiando casi 10 años la percusión, hasta que me gradué y empecé a trabajar profesionalmente”.
Al principió su mamá se opuso, porque quería que fuera pianista o bailarina, pero ella ya había elegido a la percusión y lo demostraba ayudando a su papá cuando salía a tocar.
“Mi mamá me decía: ‘pero de verdad quieres ser baterista, mira a tu papá, toda la cantidad de cosas que tiene que cargar. Escoge otro instrumento. A mi hermano le decían que cogiera la batería y a mí me llevaban a clases de danza o de piano. Me encantaba ayudar a mi papá a cargar la batería y, cuando íbamos a los ensayos, siempre me daba un tiempito para tocar”, recordó.
“Me apoyaron, mi papá me ayudó muchísimo. Y en la actualidad, mi hermano es bailarín y yo soy baterista”.
García, quien radica en Miami, fundó Bandancha, agrupación que surgió en 2012 como quinteto en el que se mezclaban varios sonidos.
“Llevo en Miami tres años y un poquito. Mi banda la formé en Cuba. Al principio éramos un quinteto donde mezclábamos un poco más el jazz con la música cubana y con elementos electrónicos. Ese primer formato tenía un Dj como parte de la banda. Estuve unos seis años defendiendo esa sonoridad”, detalló.
El disco debut de García, que lanzó en 2015, refleja la constante búsqueda musical que caracteriza el pelicular estilo con el que lidera Bandancha. La percusionista se propone renovar el sonido de la agrupación para atraer al público.
“Hice mi primer álbum, que se llama Última noticia, que está en todas las plataformas digitales. Después de eso, quise cambiar un poco el sonido, cambiar el tipo de música que estábamos haciendo. Y entonces me fui un poco más a mezclar el jazz con los ritmos típicos cubanos como el chachachá, la rumba, el changüí, el pilón, que son géneros tradicionales, pero que ya casi no se utilizan, no se escuchan, así que me dio por mezclar y rescatar esos géneros. Y hace seis meses cambié la banda buscando otra sonoridad. Ahora estoy trabajando con un cuarteto, que hacemos fusión de todo, jazz con timba, con sonidos electrónicos. Y también nos encanta mezclar los ritmos de África y de Brasil. Así que somos como un menjunje”, contó.
“Después del disco, saqué algunos sencillos, temas en los que mezclo jazz con conga. Creo que soy una persona inquieta musicalmente. Me gusta escuchar diferentes géneros. Me gusta mucho la música electrónica, la cubana, el jazz, el pop, algunas cosas de reguetón. Me gusta tomar detalles de todas esas tendencias y mezclarlas con mi música. Me mantengo por un tiempo con un formato, pero después me aburro y quiero saltar para otra cosa. Ahí empiezo a indagar, a escuchar música del estilo que quiero trabajar. Y así voy cambiando y presentándole al público nuevas propuestas”, añadió.
Por estos días García se mantiene enfocada en el concierto que ofrece junto a Bandancha el sábado 6 de abril en el Miami Beach Bandshell.
“Ahora mismo estoy muy concentrada en el concierto, porque es un concierto grande, con diseño de vestuario. A mí me gusta hacer cosas de informática, no solamente tocar. Y después de eso voy a empezar a grabar nueva música con el nuevo formato”, adelantó.
Se trata de una única ocasión para ver actuar al grupo en vivo este año en Miami antes de continuar con compromisos de trabajo. Entre las actuaciones de la noche están Kelvis Ochoa, Brenda Navarrete y Glenda del E.
Women on the Drums, como García tituló este encuentro musical, resalta el trabajo de las percusionistas, porque suele ser menos común ver a una mujer ejecutando la percusión.
“Casi siempre todos son hombres los que tocan la percusión. Y en este concierto quise enfocarme en resaltar el trabajo de las mujeres percusionistas. Tengo muchos invitados, cantantes, instrumentalistas, bailarinas, casi todos cubanos, menos una percusionista que es colombiana. Tengo una sorpresa que sé que al público le va a encantar. así que será una gran fiesta y creo que van a disfrutar mucho la propuesta”, adelantó.
“Realmente las mujeres percusionistas somos minoría, sobre todo, en estos instrumentos dominados por hombres, como la trompeta, el contrabajo, la batería, las congas. Pero creo que la comunidad está creciendo, sobre todo, mundialmente. Yo soy parte de un jurado de baterista mujeres. Y se presentan baterista de la India y de Rusia, que uno se asombra de que en esos países existan mujeres tocando ese instrumento”.
A la pregunta de si le ha sido más difícil desempeñarse como baterista siendo mujer, comentó:
“Realmente a mí me costó muchísimo trabajo lograr insertarme en diferentes agrupaciones, sobre todo, en grupos de hombres. Siempre era así, decían: ¿pero una mujer baterista? no tiene la misma pega o sonoridad, que una mujer no le iba a sacar suficiente sonido a la batería. Entonces siempre había la duda. Y sí tuve que enfrentar muchísimas cosas, tener mucha fuerza de voluntad, mucha paciencia y trabajar mucho para demostrar que sí podía tocar la batería y que podía sacarle el mismo sonido, como si fuera hombre”.