Un productor español analizó "Motomami" en compañía de la propia Rosalía.
Un productor español analizó "Motomami" en compañía de la propia Rosalía.
El nuevo álbum de la cantante ha despertado todo tipo de reacciones. Desde las loas de los medios especializados, hasta análisis de sus 16 canciones o comentarios en las redes sociales.
En un clip, el productor Jaime Altozano reveló conceptos y puntualizó sus comentarios con la participación de Rosalía.
“Lo que ha conseguido Rosalía es muy especial. Tiene un estilo propio que distingues sin depender del género musical. Es como un escritor al que reconoces aunque escriba una novela policiaca, un artículo de periódico o un manual de la thermomix. Se enfrenta con las mismas herramientas a una balada, un reguetón y unas bulerías. Este disco es una masterclass de songwriting y producción musical”, dijo al final del video, donde da su opinión sobre "Motomami".
El músico critica que se diga que el álbum y algunas de sus canciones más pegadizas, como Saoko, son comerciales. “El beat de reguetón suena 40 segundos, está en modo frigio, tiene percusión de jazz y no tiene estribillo. No diría que es comercial ni el culmen del comercio”, opina sobre Saoko, el primer single del disco. “La gente usa comercial para referirse a un artista que compromete su arte a cambio de dinero. Pero yo veo que en este disco no hay nada hecho por compromiso. No hay nada obligado”, defiende.
De hecho, Rosalía dice en el video que es su producción más personal. “En muchos aspectos, este es su primer disco”, matiza Altozano, pues en él se mezcla tanto la experiencia como las influencias musicales de la catalana: Daddy Yankee, Justo Betancourt, Kanye West, Lil Kim o La Paquera de Jerez. “Ella ve cómo conciliar todo esto y encima con una producción minimalista. Con dos trazos te dibuja la canción: y funciona”.
Los seis elementos de "Motomami"
El productor ha reconocido seis elementos que convierten Motomami en un todo, aunque sus 16 canciones no puedan sonar más distintas. Son los drums agresivos, los filtros, la voz desnuda (sin reverb ni armonías vocales), los chops (sonidos vocales que se reproducen en forma de patrón o beat), el collage y la producción minimalista.
En cada una de las canciones de Rosalía se repiten al menos tres de estos elementos. La percusión de los drums se escucha en Hentai y Bulerías; los filtros, con los que elimina las frecuencias agudas a los instrumentales, se usan en todas las canciones, pero especialmente en Candy; la voz desnuda se distingue en Delirio de grandeza; los chops se identifican con La fama y La Combi Versace; el collage está representado con la base, la melodía y la enumeración del principio de CUUUUUuuuuute; y la producción minimalista, como es la de Bizcochito o Diablo, es la marca de todo el álbum.
“Todo ello une estilísticamente una bachata, con un reguetón, unas bulerías, una balada y una samba”, explica Jaime Altozano. Otra parte de su vídeo se dedica al odio en redes que ha despertado Motomami. Un odio, en muchas ocasiones, provocado por no comprender el significado de la letra o el trabajo que esconde la producción musical. Hay canciones sin mayor intención que la de sonar en una discoteca, como Chicken Teriyaki, y otras en las que Rosalía se abre de par en par, como en G3 N15, dedicada a su sobrino.
Pero el tema que mejor representa esos sentimientos exaltados de sus seguidores es Diablo: “En mi cabeza, la letra está poniendo voz a una parte de su fandom que es muy posesiva, y que a la vez que le dicen 'tienes una voz increíble, eres la leche, eres como ninguna', la quieren encerrar en una caja. Y cuando ella explora otro tipo de musicalidades pasan a decirle 'has cambiado, ya no eres como eras antes, eres un diablo'”, afirma Altozano.
“Me gusta que con su disco anterior había encontrado una fórmula que funcionaba y que podía haber seguido exprimiendo. En cambio, se ha arriesgado y ha hecho este plot twist para explorar su identidad”, apoya el productor. Jaime Altozano ofrece así una mezcla de crítica, análisis de las letras, estudio musical y clase maestra de producción apoyado en Motomami y acompañado de la única persona que conoce todos los secretos: Rosalía.
FUENTE: REDACCIÓN