lunes 25  de  marzo 2024
RESEÑA

Todos los poemas de Hannah Arendt, por primera vez en un libro

Herder Editorial publica por primera vez todos los poemas de la alemana de origen judío Hannah Arendt, una de las pensadoras más relevantes del siglo XX
Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO

MIAMI.- Por primera vez se reúnen en un libro todos los poemas de la escritora y teórica de origen judío Hannah Arendt, donde se incluyen 8 poemas que hasta entonces eran inéditos.

Herder Editorial, a cargo de la edición de Poemas, ha afirmado que este volumen ayuda a comprender que la obra filosófica de Arendt, una de las pensadoras más relevantes del siglo XX, tiene una profunda conexión con la poesía. La escritora escribió en uno de su textos, Vita activa, que la poesía es “la más humana y la menos mundana de las artes”; y afirmó en una entrevista concedida en 1964 que “la poesía ha sido muy importante en mi vida”.

En efecto, estos 71 poemas traducidos por Alberto Ciria vienen a completar la belleza de su obra más conocida de Arendt (Hannover, Alemania, 14 de octubre de 1906 - Nueva York, EEUU, 4 de diciembre de 1975). El libro se divide en dos partes, que enmarcan las etapas en las que la autora se dedicó a la poesía: la primera, de 1923 a 1926, y la segunda, de 1942 a 1961.

El análisis de la profesora Irmela von der Lühe es iluminador y detallado a la hora de enlazar el impulso poético con el pensamiento filosófico. No en balde su primer libro, su tesis doctoral, fue El concepto del amor en San Agustín: ensayo de una interpretación filosófica.

En este sentido, y como apunta la profesora en su ensayo, Arendt escribió sus primeros poemas en el invierno de 1923 a 1924, y el motivo que le llevó a la poesía fue su relación con Martin Heidegger: “El amor clandestino de la estudiante judía de dieciocho años y el famoso profesor de filosofía, que era diecisiete años mayor que ella, halló su expresión en cartas y poemas”. Dicha relación ha continuado siendo un misterio.

En 1932, Hannah Arendt publicó el artículo “La Ilustración y la cuestión judía” en la revista Historia de los judíos en Alemania; y en ese mismo año hizo una crítica del libro El problema de la mujer en la actualidad, donde señalaba las limitaciones sociales de las féminas. Viendo su manera de pensar, Karl Jaspers le sugirió, antes de la llegada al poder del gobierno nazi en 1933, que se considerara alemana y no judía, algo que ella rechazó.

Por sus actividades a favor de los judíos, Arendt estuvo varios años en un limbo apátrida. Después de ser detenida por la Gestapo en Alemania en 1933, se le retiró la ciudadanía alemana en 1937, emigró a Francia, después a Estados Unidos, y finalmente adquirió la ciudadanía estadounidense en 1951.

Así que el hecho de resguardarse en la poesía como un hogar se hizo aún más palpable y se lee en sus poemas de exilio.

Acompañan a los poemas, además del estudio de Irmela von der Lühe, unas notas a la edición que esclarecen puntos como el uso de la máquina o la escritura a mano a la hora de crear sus poemas, y detalles de corrección que se tuvieron en cuenta al organizar los poemas. Se exponen con lujo de detalles, gracias a un trabajo de la Dra. Anne Bertheau, la fuente de cada poema, la historia de su transmisión, así como sus versiones en el caso de los que fueron reescritos.

Poemas sin nombre

“No hay palabras que irrumpan en la oscuridad / ni dioses que alcen la mano. / Adonde quiera que mire… / tierra amontonándose”, son los primeros versos del libro, en un poema sin título, como la mayoría de los textos del libro.

La poeta repite los versos una, dos, tres veces, como el agua que insiste en dejar una huella en la piedra. Sus imágenes giran sobre sí mismas; el nombre de Hannah se puede voltear y sigue siendo la misma, aunque escriba sobre filosofía, sobre la guerra o sobre un parque junto al río Hudson, donde observa “conductores conduciendo a ciegas por caminos / apresurándose a la muerte”.

Resaltan el dolor por la niñez perdida, junto a una suerte de recuento de espacios borrados, de una carrera truncada, de destinos mutilados (“de pronto no estoy en ningún país”).

En su segunda etapa poética el exilio es el cauce de muchos poemas. Allí se muestra “cercana a lo foráneo / y próxima a lo remoto”. Leemos, por ejemplo: “Bienaventurado aquel que no tiene patria, porque la verá en sueños”. Y también: “El pan ya no se llama pan / y cuando el vino lo nombramos en lengua / extranjera la conversación ya no es la misma”.

También muestra la herida por un amor que no se parecía a su idea del amor (“lo que llegué a amar / no puedo asirlo”). Sus poemas son como recordatorios, notas que escribe para ella misma, monólogos interiores, ideas puestas en versos y versos puestos en escena. Puede encontrar el libro en este enlace.

Más sobre la autora

Hannah Arendt, pensadora alemana de origen judío, estudió filosofía y teología con Heidegger, Jaspers y Bultmann. Emigró a París en 1933, y en 1941 fijó su residencia en Estados Unidos, donde se dedicó al periodismo y la docencia.

Figura clave de la filosofía política del siglo XX, entre su producción ensayística destacan Los orígenes del totalitarismo, La condición humana, Sobre la revolución y Eichmann en Jerusalén.

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar