MIAMI.- Durante siglos, Roma fue el epicentro de la política y el poder mundial. Se decía entonces que todos los caminos del imperio conducían entonces a ella. Mucho tiempo después, la geopolítica nos muestra un panorama de corrupción a nivel planetario sobre el que se podría decir que todos los oscuros vericuetos tienen su final en Caracas.
Apenas una semana después de que el exprimer ministro portugués José Socrates fuera encarcelado por corrupción, la prensa lusa ya ha encontrado la conexión venezolana del escándalo. Parece ser que Sócrates -acusado de lavado de dinero y evasión fiscal- podría haber utilizado sus excelentes relaciones políticas y personales con Hugo Chávez para realizar un turbio negocio.
Según la investigación realizada por los periodistas Joseph Poliszuk y Ewald Scharfenberg, que publica DIARIO LAS AMÉRICAS, Chávez y Sócrates firmaron entre 2008 y 2011 un total de 14 acuerdos binacionales. Entre ellos, un convenio para levantar 50.000 viviendas sobre unos terrenos de Cúa y Ocumare, en el estado Miranda, a una hora de Caracas. Detrás de la empresa adjudicataria, Grupo Lena, se encuentra un nombre, Carlos Santos Silva.
Santos Silva también ha sido detenido en la operación contra Sócrates y pudo ser un hombre clave en el negocio orquestado entre Lisboa y Caracas.
Llama la atención la buena sintonía política entre Sócrates y el chavismo, que ha sido criticado por la mayoría de líderes socialdemócratas europeos. La empresa Lena, que todavía tiene pendiente terminar con la faraónica obra en Venezuela, se ha desmarcado tanto de Silva -que ya no trabaja en el grupo- como de Sócrates. Pero las investigaciones siguen su marcha y estamos seguros de que la verdad -ya sea por el trabajo de la justicia lusa como el de la prensa libre- acabará saliendo a la luz.