El Miami Heat se mantiene en silencio y en modo de espera, luego que uno de sus astros, Terry Rozier, fuera arrestado por el FBI en un escándalo de amaño de apuestas.
La franquicia de Miami guarda silencio y está en modo de espera con la ilusión de recuperar una selección de primera ronda del draft de la NBA y contratar un reemplazo
El Miami Heat se mantiene en silencio y en modo de espera, luego que uno de sus astros, Terry Rozier, fuera arrestado por el FBI en un escándalo de amaño de apuestas.
Rozier fue detenido el jueves 23 de octubre, en una operación que alcanzó alrededor de 30 personas, la mayoría de ellas vinculadas a la NBA, incluido el entrenador de los Trail Blazers de Portland y miembro del Salón de la Fama del basquetbol Chauncey Billups.
El mismo jueves, Rozier estuvo en la corte federal en Orlando, Florida, y fue liberado tras poner como fianza su casa de Fort Lauderdale valorada en seis millones de dólares y entregar su pasaporte.
Con 31 años de edad, 10 de ellos en la NBA donde lleva jugados 665 partidos y suma 135 millones de dólares en ganancias, uno se pregunta, ¿cómo Rozier pudo haberse involucrado en apuestas ilegales?
James Trusty, abogado del armador del Heat, negó las acusaciones.
“Terry no es un apostador”, aseguró Trusty. “No tiene miedo de luchar y vamos a ganar esta pelea”.
De todo este embrolló, el Heat es el más perjudicado. La NBA decidió suspender de inmediato a Rozier, pero con goce de haberes.
La franquicia de Miami ya no deberá pagarle 1.1 millones de dólares a Rozier como parte del salario del último año de su contrato por $26.6 millones, en la campaña 2025-26.
Hasta que no concluyan las investigaciones y se dicte sentencia, el Heat pondrá el sueldo a Rozier en una cuenta, pero no podrá contar con él.
Además ya entregó su selección de primera ronda en el draft de la NBA del 2027 o 2028 como parte del canje de enero del 2024 por el armador, que entonces jugaba con los Hornets de Charlotte.
En el momento del cambio, Rozier ya era investigado por el FBI y la NBA luego que el 2023 filtrara información secreta sobre una lesión que le impediría jugar a su real nivel en un partido. Los apostadores sacaron provecho del dato y ganaron 100,000 dólares, dinero que contaron junto con el jugador.
Diez meses después de este incidente, se produjo el canje de Rozier al Heat. La NBA sabía que el jugador era investigado, pero no advirtió a la franquicia de Miami. Los reglamentos no lo obligan.
Aunque no se ha pronunciado trascendió que el objetivo del Heat es recuperar la selección de primera ronda del draft, no pagar al jugador su último año de contrato y poder reemplazarlo con otro jugador.
Desde que en mayo del 2018 la Corte Suprema decidió que los estados regularan las apuestas deportivas, y 38 de ellos las legalizaron además de Washington, D.C., y Puerto Rico, este negocio se ha convertido en un pacto con el diablo.
Las casas de apuestas gastan billones en publicidad y en asociaciones con las grandes ligas deportivas. Es un ingreso adicional sin ninguna inversión extra, pero al mismo tiempo se pone en peligro la integridad del juego.
Lejana está la época cuando el gran Pete Rose fue excomulgado de la Major League Baseball en 1989 cuando se descubrió que como jugador y como mánager de los Rojos de Cincinnati había apostado de 1985 a 1987. Recién el 2025 se le levantó la sanción de manera póstuma.
En marzo del 2024 se destapó que Ippei Mizuhara, interprete de Shohei Ohtani, le había robado al astro de los Dodgers de Los Ángeles 17 millones de dólares para cubrir sus deudas en apuestas deportivas.
Mizuhara fue sentenciado a 57 meses en prisión federal.
Las manchas, sin embargo, quedan para siempre. Especialmente ahora en que las apuestas se enfocan mucho más allá del resultado de un partido. El objetivo es además la actuación individual, mucho más fácil de controlar. Basta tener información del protagonista o de su entorno para saber detalles fundamentales.
En realidad, en el mundo de los apostadores no se puede confiar en nadie.
