Si antes del comienzo de la temporada le hubiesen dicho a los fanáticos, miembros de la gerencia e incluso a los jugadores del Heat, que iban a terminar terceros en la Conferencia del Este hubiesen firmado el acuerdo inmediatamente.
Y así fue. Los dirigidos por Erik Spoelstra supieron cómo finalizar en la tercera plaza de su Conferencia, a pesar de que, por segundo año consecutivo, perdieran a Chris Bosh para la segunda mitad de la temporada, a causa de coágulos de sangre, y que a pesar de ello pasaran de la décima casilla en el 2015, con marca de 37-45, a la tercera con 48-34.
No sólo eso, sino que Miami implementó un cambio drástico en su manera de juego en la segunda mitad de la temporada. En ese período el equipo pasó de ser el segundo peor en anotaciones por juego (96) en la primera parte del año, a ser el quinto mejor con 107,4 puntos por compromiso, lo que también sirvió para que tuviera el quinto mejor récord en la liga con 21-8 luego del Juego de Estrellas, sólo por detrás de los Raptors de Toronto y de los Hornets de Charlotte en la Conferencia del Este, quienes por cierto serán sus rivales en la primera ronda de la postemporada.
Primer escalón
El domingo comienza una nueva historia en la postemporada para el Heat, que luego de un año de ausencia, rivalizará con la misma franquicia, pero con diferente nombre, que enfrentó en su último paso por los playoffs en el 2014, los para entonces Bobcats de Charlotte, a quienes barrieron en cuatro juegos de la primera ronda.
Miami comienza este año con un roster diferente al de esa oportunidad, sólo Dwyane Wade, Udonis Haslem y Chris Bosh sobreviven de ese equipo, que también cuenta con aspiraciones distintas al del último año del “Big Three”, pero que por lo parejo de la Conferencia, no causaría sorpresa ver al Heat en las finales de la liga o simplemente eliminado en la primera ronda. Así de cerrado quedaron las posiciones en el Este, que vio como Charlotte, Atlanta, Boston y Miami culminaron con el mismo récord de victorias y derrotas en la temporada.
Experiencia
La fórmula del éxito de los dirigidos por Spoelstra es la veteranía que tienen en esta instancia de juego, en comparación a sus rivales.
La plantilla de los del sur de Florida acumula un total de 644 desafíos disputados en postemporada, en comparación a los 241 de los Hornets.
Ese podría ser el factor determinante en esta serie, que no pudo definir a un ganador en sus enfrentamientos en la temporada regular, en donde dividieron los cuatro compromisos entre ellos, con cada conjunto ganando uno y perdiendo otro en casa.
El objetivo: LeBron
Wade fue claro en sus palabras al comienzo de la temporada. “Él sabe que vamos por él”, dijo el escolta de Miami sobre las aspiraciones que tenían para este año contra su excompañero, LeBron James.
La única manera que se enfrenten Miami y Cleveland sería en las finales de Conferencia, suponiendo que ambos conjuntos lleguen a esa instancia. Los obstáculos del Heat serán los Hornets en la primera ronda, mientras que en la segunda chocarán ante el ganador de los Raptors de Toronto y Pacers de Indiana, luego de allí, entonces sí podrán soñar con destronar al “Rey”.
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