Los Marlins de Miami, después de mucho tiempo, están siendo competitivos. Sus jugadores latinos hacen ilusionar a la afición de los peces, aun cuando falte más de la mitad de la temporada regular, con estar en postemporada.
Los Marlins de Miami, después de mucho tiempo, están siendo competitivos. Sus jugadores latinos hacen ilusionar a la afición de los peces, aun cuando falte más de la mitad de la temporada regular, con estar en postemporada.
Y es que en Miami predomina el sabor latino y los Marlins no son la excepción. El buen momento del equipo, que marcha segundo en la División Este de la Liga Nacional sorprendentemente, se debe al desempeño de los cubanos Jorge Soler y Yuliesky Gurriel; así como al de los dominicanos Bryan De La Cruz, Jesús Sánchez, y el novel Eury Pérez. También gracias a las actuaciones de los venezolanos Luis Arráez y Jesús Luzardo.
Soler, que llegó el año pasado a Miami, ya superó los 13 jonrones y las 34 impulsadas que consiguió en 2022, cuando se vio limitado por las lesiones. Este año, sin haber cruzado el meridiano de la temporada, el nativo de La Habana ya cuenta con 17 cuadrangulares y 35 impulsadas.
Varios de los batazos de Soler han sido para empatar o poner arriba a los Marlins. Así mismo, su compatriota Gurriel -que empezó como suplente- ha ido carburando su madero para unirse a la ofensiva.
En tanto, los dominicanos Sánchez y De La Cruz, así como el venezolano Luis Arraéz que busca ahora el título de bateo en la Nacional tras haber quedado campeón bate en la Americana el año pasado con los Mellizos de Minnesota, se han encargado de mantenerse embasados para ser remolcados.
Los dominicanos se han tenido bateando sobre los .300 de average, mientras que el venezolano Arráez sigue aprovechando las dimensiones del Loan Depot Park para promediar por encima de los .370.
Desde el montículo, el novel quisqueyano Eury Pérez salió al rescate de la rotación tras el traspié de su paisano Sandy Alcántara, uniéndose al venezolano Jesús Luzardo.
Pérez tiene marca de 2-1, con efectividad de 2.84 en 19 entradas lanzadas, mientras que el venezolano exhibe una efectividad de 3.67 en poco más de 60 innings de labor.
El ritmo latino marcará el curso de la temporada para los Marlins, que a excepción de la atípica temporada de 2020 por la pandemia del COVID-19, no clasifican a unos playoffs desde 2003 cuando consiguieron su segunda Serie Mundial.