El momento de la verdad parece haber llegado para Jesús Sánchez en los Marlins de Miami. El dominicano, que llegó a ser considerado como uno de los grandes prospectos de su clase hace algunos años, se está preparando en la actualidad para su sexta campaña en el mejor béisbol del mundo y la que podría terminar como la más determinante de todas hasta la fecha para él.
Sánchez, de 27 años de edad, había sido señalado como uno de los hombres que marcaría un antes y un después para los peces. El patrullero estará bajo control con la organización hasta 2027, por lo cual todavía tiene, cuando menos, otras tres zafras frente a él con el uniforme del combinado del sur de la Florida.
Sin embargo, luego de un margen evaluativo considerable en sus primeras cinco contiendas en la gran carpa, 2025 se asoma como el año en el que Sánchez deberá probar si puede ser el pelotero alrededor del cual los Marlins construyan su nuevo núcleo de jugadores o si, por el contrario, se convertirá en otra pieza de renombre en abandonar la organización.
El nativo de Higüey debutó con Miami en 2020 y dejó una pálida línea ofensiva de .040/.172/.080, sin jonrones y con dos remolcadas en un total de 10 juegos. Si bien estuvo lejos de ser una gran primera impresión en el "Big Show", el guardabosques se las arregló para mejorar en su siguiente intento.
En 2021 acabó con .251/.319/.489, 14 bambinazos y 36 fletadas en 64 duelos, además de acumular un WAR de 1.2 y dejar mucha intriga con respecto a su poder.
Al torneo siguiente, los números ofensivos de Sánchez bajaron, tal como lo refleja su línea de .214/.280/.403, con 13 cuadrangulares y 36 remolcadas en 98 cotejos. Su WAR quedó en 1.0, pero nuevamente hubo destellos de su gran potencial.
Los puso a soñar
En 2023, los Marlins pudieron gozar de una versión mucho más cercana a la esperada, con un promedio de .253, 14 vuelacercas y 52 impulsadas en 125 desafíos, para un WAR de 1.7.
Y el año pasado Sánchez terminó de llenar de esperanzas a la directiva y fanaticada de los Marlins, al disputar su mayor cantidad de compromisos en un mismo certamen (149), con una línea ofensiva de .252/.313/.417, 18 jonrones, 64 empujadas y un WAR de 0.7.
Está claro que el dominicano tiene poder, pero Miami todavía sigue a la espera de que logre juntar todos sus atributos en una temporada completa.
Ahora, la pregunta es si podrá conseguirlo, finalmente, en 2025.