"Nada como estar en casa"... Neymar por mucho tiempo era considerado un prodigio del fútbol. Algunos lo llamaban el Pelé de la nueva era, pero con el pasar del tiempo, las lesiones y bajo rendimiento lo hicieron ver de otra manera. Tras tocar fondo en Arabia Saudita, el astro brasileño volvió a Brasil y ya está en las portadas como protagonista.
Neymar, estrella de la selección brasileña, marcó un golazo olímpico y repartió dos asistencias con el Santos en la victoria, por 0-3, sobre el Inter de Limeira, en la última jornada de la fase de grupos del Campeonato Paulista.
Esto no solo es un punto positivo para la carrera de Neymar, sino que silenció a todo un estadio que lo pitó y abucheó antes de marcar la joya que nunca había conseguido en más de 20 años como profesional.
Es una obra de arte inimaginable para la gran mayoría de futbolistas. Un chute directo desde el córner que entra por el segundo palo del portero después de tocar la madera y que coge una parábola que dificulta cualquier estirón de parte del portero. Además, el gol tiene todavía más épica si tenemos en cuenta la secuencia previa de la ejecución del lanzamiento. El '10' brasileño empezó a recibir una infinidad de insultos de parte de la afición rival, que intentaba desconcertarlo y sacarlo del partido. Sin embargo, les regaló algo que no esperaban.
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Una mejor versión de Neymar
Se trata del primer gol olímpico de su carrera, en la que ha celebrado 478 tantos (140 con el Santos), según sus propias estadísticas.
"Hice un gran disparo y conseguí marcar mi primer gol olímpico", dijo sonriente la estrella brasileña al término del juego, en el que fue aplaudido por la hinchada adversaria.
Es el segundo tanto del exbarcelonista en seis partidos desde su regreso con el Santos en el Torneo Paulista, equipo al que llegó en el mercado de enero en contrato hasta final de esta temporada.
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El atacante del Santos, Neymar, reacciona durante un partido de su club ante el Corinthians, el 12 de febrero de 2025.
AFP