Una vez que el estelar dominicano regrese de su lesión, es posible que cada una de sus salidas con los Marlins sea vista como una audición para otros equipos
El abridor dominicano de los Marlins de Miami, Sandy Alcántara, durante el séptimo inning de un encuentro ante los Rays de Tampa Bay, el 26 de julio de 2023.
AFPEl panorama luce muy distinto en la actualidad para los Marlins de Miami en comparación a la última vez en la que Sandy Alcántara subió al montículo. Para ese entonces, el dominicano era el más reciente ganador del premio Cy Young de la Liga Nacional y los peces estaban encaminados a llegar a los playoffs en una temporada completa por primera vez desde 2003.
Pero Alcántara sucumbió ante una lesión en septiembre de ese año y el intento de los peces por llegar lejos en octubre se desmoronó. ¿Qué hubiera pasado si el derecho hubiese estado disponible para el club en aquella Serie Comodín que terminaron barriendo los Filis de Filadelfia? Es una pregunta que se quedará sin respuesta, pero que abre una nueva interrogante en la actualidad, cuando el quisqueyano continúa recuperándose de su cirugía Tommy John.
¿Es hora de que Miami opte por salir de su as?
Desde esa salida prematura de los playoffs, los Marlins han movido la mata en sus oficinas y han decidido reconstruir su roster casi por completo otra vez.
Luego de perderse toda la campaña 2024, Alcántara tiene previsto reincorporarse a la rotación de Miami este año, aunque en una situación completamente diferente. En tiempos recientes, el alto mando de los peces, encabezado por Peter Bendix, decidió salir del otro gran nombre que quedaba en la rotación, el venezolano Jesús Luzardo, quien fue enviado a los cuáqueros a cambio de tres prospectos latinos.
Con la misión de volver a llenar sus granjas de talento élite, los Marlins podrían tener entre ceja y ceja que el siguiente en salir del combinado sea justamente Alcántara, quien si bien deberá probar la salud de su brazo operado una vez que regrese a la lomita, tiene el historial de éxito y la juventud (29 años) como para permitirle a Miami reclamar un paquete importante de promesas en un posible canje.
Nada está escrito en piedra y Bendix no ha manifestado su deseo de cambiar al otrora abridor número uno del viejo circuito. Pero en esta nueva era de los peces, en el que nuevamente el futuro parece ser la prioridad, el mayor aporte de Alcántara bien podría ser como carnada.
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