MIAMI.- Los tiburones han persistido como famosos peces depredadores de los océanos durante más de 400 millones de años, sobreviviendo a cinco extinciones masivas. Pero ahora se encuentran entre los grupos de especies más amenazadas del mundo.
La mortalidad total de tiburones producto de la pesca aumentó de 76 a 80 millones de tiburones por año, según un estudio de la Universidad de California
MIAMI.- Los tiburones han persistido como famosos peces depredadores de los océanos durante más de 400 millones de años, sobreviviendo a cinco extinciones masivas. Pero ahora se encuentran entre los grupos de especies más amenazadas del mundo.
La población mundial de tiburones se sigue reduciendo a un ritmo cada vez más alarmante, a pesar de las legislaciones protectoras para reducir la practica de corte de aletas y la pesca mal regulada, encontró un estudio llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores de la Universidad de California, en Santa Bárbara.
La mortalidad total de tiburones producto de la pesca aumentó de 76 millones a 80 millones de tiburones por año, un 4% entre 2012 y 2019, refiere la evaluación.
Los investigadores examinaron las tasas de mortalidad de tiburones en 150 países pesqueros y en alta mar, durante el período de 2012 a 2019. Además, realizaron entrevistas en profundidad con expertos en pesca de tiburones para contextualizar mejor las tendencias actuales en el corte de aletas y las prácticas de pesca de tiburones.
También analizaron las capturas de escualos realizadas durante dicho lapso y evaluaron los efectos de las regulaciones implementadas para su conservación. El conjunto de datos rastreó el destino de aproximadamente 1.100 millones de tiburones capturados por pesquerías en todo el mundo.
La pesca insostenible de tiburones es un problema global de proporciones asombrosas que eventualmente podría conducir a la extinción de algunas de las especies más antiguas y veneradas de nuestro planeta", dice el autor principal Darcy Bradley, miembro adjunto de la facultad de UC Santa Barbara y científico de la organización Nature Conservancy de California.
Los hallazgos publicados en la revista Science muestran que más del 30% de las especies capturadas en estas actividades pesqueras corresponden a especies en peligro de extinción. Estas actividades representan el 95% de la mortalidad total por pesca de tiburones capturados y asesinados en todo el mundo.
Los científicos encontraron también que si se toman en cuenta los tiburones no identificados por especies, la estimación de mortalidad global puede haber aumentado a 101 millones de tiburones en 2019.
Según evidencian los resultados, el aumento provino principalmente de la pesca costera de tiburones y estas cifras cobran más relevancia al tomar en cuenta que no se puede identificar apropiadamente todas las especies de tiburones.
Esto contrasta con las pesquerías reguladas en alta mar, especialmente en el Atlántico y el Pacífico occidental, donde la mortalidad de tiburones disminuyó en aproximadamente un 7%, detallan en el artículo.
El equipo de Bradley descubrió que a pesar de que se promovieron medidas para reducir la pesca y el corte de aletas de los tiburones, estas regulaciones no han logrado reducir la disminución poblacional de los tiburones. Y las cifras exponen la insuficiencia de la legislación actual para poner freno a esta caza indiscriminada.
"Si bien se ha logrado una disminución de la mortalidad en las pesquerías reguladas en alta mar, especialmente en el Atlántico y Pacífico occidental, esta cifras exponen la insuficiencia en los avances de la legislación para poner freno al aumento constante de la pesca costera de tiburones”, añaden.
Refirieron que aunque las prohibiciones de corte de aletas pueden haber reducido esta práctica en alta mar, es posible que incluso también hayan aumentado las capturas, al incentivar el uso pleno de tiburones y crear mercados adicionales para la carne de tiburón y otros productos, contribuyendo a esta caza indiscriminada.
Los experto destacaron que la desprotección significativa de los tiburones se convierte en una advertencia para tomar acciones inmediatas y enérgicas. Por eso, ante este panorama manifestaron la necesidad de implementar medidas más efectivas, como la creación de santuarios de tiburones y la prohibición total de su pesca, con el fin de priorizar la conservación de estas especies y mantener la salud de los océanos.
“Además de combatir el comercio ilegal y regular la pesca, es vital reconocer la relevancia de estos animales como controladores clave de la cadena trófica en los ecosistemas marinos. Sin su presencia equilibradora, es posible que nos enfrentemos a desequilibrios y deterioros irreversibles en nuestros océanos”, enfatiza el informe.
Los autores recomiendan combinar protecciones geográficas con regulaciones de pesca para mejorar las perspectivas de los tiburones. Las nuevas políticas deben desalentar específicamente la retención de especies amenazadas y sobreexplotadas y ayudar a reducir la captura incidental de tiburones.
“De nuestro análisis se desprende claramente que tomar medidas enérgicas contra el corte de aletas de tiburón no es suficiente", afirmó la coautora del estudio Echelle Burns, científica de datos de la Universidad de California en Santa Barbara.
"Se deben implementar medidas más específicas que aborden la mortalidad de los tiburones, como prohibir la pesca en ciertas áreas o exigir a los pescadores que liberen especies vulnerables que capturaron accidentalmente, pueden ayudar a proteger más tiburones", agregó.
A su vez, subrayaron la importancia de la rendición de cuentas de las flotas, las empresas pesqueras y los órganos de gestión para apoyar la implementación exitosa de estas medidas.
"Es nuestra responsabilidad trabajar de la mano con la ciencia y los expertos para poner fin a las tasas alarmantes de mortalidad y preservar la riqueza y el equilibrio biológico de nuestros mares. Estudiar y proteger a los tiburones es fundamental para garantizar la integridad de los ecosistemas marinos y para futuras generaciones”, precisaron.
@Lydr05
FUENTE: Con información de la revista Science y EuropaPress