sábado 10  de  mayo 2025
RECURSOS MINERAL

Acuerdo económico, "señal clara" de apoyo de EEUU a Ucrania

El "histórico" acuerdo sobre tierras raras, recursos naturales y minerales entre Washington y Kiev, implica que EEUU “tendrá más presencia e intereses” en Ucrania

Por Estefani Brito

WASHINGTON.- El acuerdo sobre tierras raras, recursos naturales y minerales suscrito entre Washington y Kiev representa un cambio significativo en la retórica de la administración de Donald Trump y envía una “señal clara” de que Estados Unidos va a estar con Ucrania a “largo plazo”, si Rusia se niega a llegar a un tratado de paz.

El convenio que el presidente Trump esperaba alcanzar con su par ucraniano, Volodímir Zelenski, en febrero pasado, fue firmado finalmente el 30 de abril -y ratificado por el Parlamento ucraniano el 8 de mayo-, en términos más “justos” para Kiev, que queda exonerado de pagar la “deuda” millonaria del financiamiento que ha recibido de EEUU desde la invasión rusa en febrero de 2022.

En el marco de este acuerdo, el secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent, reconoció la “invasión a gran escala” de Rusia y reafirmó el compromiso de EEUU, que intenta “facilitar el fin de esta guerra cruel e insensata”, con un “proceso de paz centrado en una Ucrania libre, soberana y próspera a largo plazo”.

“Sin duda, la retórica ha cambiado (...) Eso lo que está demostrando es que EEUU, que ha estado tratando desde la llegada del presidente Trump de lograr a un acuerdo de paz, se está dando cuenta más y más de que es Rusia (Vladimir Putin) el que no quiere llegar a la paz”, sostiene el analista internacional Erich de la Fuente, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS.

De acuerdo con el experto en gestión de crisis de asuntos globales, desde la administración Trump había “optimismo” de lograr un acuerdo entre Rusia y Ucrania con su llegada a la Casa Blanca, un “pensamiento muy positivo” que el Kremlin ha echado por tierra, al rechazar el cese al fuego de 30 días propuesto por EEUU a mediados de marzo.

“La mentalidad de la administración era ‘hagamos un intento’, ‘veamos qué pasa’, ‘pongamos las cosas en la mesa’ (...) EEUU quiere llegar a un acuerdo de paz, que se cese la guerra y había mucha positividad, pero se ha dado cuenta de que, a pesar de sus esfuerzos e intenciones, es el Kremlin el que no quiere llegar a un acuerdo de paz”, explica el analista.

¿Qué implica el acuerdo?

El “histórico” acuerdo de asociación económica entre Washington y Kiev, implica que EEUU “tendrá más presencia e intereses” en Ucrania, que se compromete a dar preferencia a Washington en las explotaciones de 57 tipos de recursos naturales, incluidos petróleo, gas y elementos como el litio o el uranio, esenciales para producir tecnología de consumo, como teléfonos móviles o vehículos eléctricos, aeroespacial y médica.

Este convenio, con el que Ucrania mantiene su soberanía sobre su subsuelo, infraestructura y recursos naturales, establece un Fondo de Inversión para la Reconstrucción de Ucrania, que será financiado y gestionado por ambas partes de manera igualitaria.

Las ganancias serán repartidas en partes iguales entre ambos países, aunque, al menos durante los primeros 10 años, los beneficios deberán reinvertirse en la reconstrucción de Ucrania, devastada por la invasión rusa, o en nuevos proyectos de explotación de estos minerales.

El acuerdo también exime a Ucrania de pagar los 500.000 millones de dólares que pedía Trump por la ayuda entregada por su antecesor, el demócrata Joe Biden, desde inicios de la guerra y, prácticamente, garantiza la cooperación militar de Washington, cuya ayuda contará como una contribución al fondo de inversión

“Esto casi garantiza que Estados Unidos va a seguir mandando ayuda militar a Ucrania, salvo que se llegue a un acuerdo de paz, porque la manera que EEUU va a contribuir al fondo es con la ayuda militar (...) Es un buen acuerdo para ambos lados”, señala De la Fuente.

Afirma que este acuerdo es “simbólicamente importante” aunque no se específica si abarca a todo el territorio que Ucrania reconoce como propio, incluidos los que ahora están bajo control de Moscú, que albergan muchos yacimientos y gran parte de los recursos naturales y tierras raras ucranianos que están sin explotar.

“Esto es un trato para mandar una señal clara de que EEUU va a estar a largo plazo en Ucrania”, afirma el analista, al indicar también que plantea la incógnita de “qué va a pasar cuando haya personal norteamericano” en las zonas a explotar, algo que no se espera a corto plazo porque “todavía está el frente andando muy caliente”.

Una cuestión de soberanía

Este acuerdo no obstaculiza el camino de Kiev hacia una posible integración dentro de la Unión Europea (UE), aunque tampoco ofrece las garantías formales de seguridad que Ucrania esperaba. No obstante, con esta vinculación económica, Washington tendría incentivos para garantizar la estabilidad del país europeo, lo que le permitiría “acelerar” su recuperación económica, como estima el pacto entre ambas naciones.

La administración Trump logró que Kiev aceptara sus términos para alcanzar un acuerdo de paz con Moscú, al punto de estar dispuesto a ceder, al menos temporalmente, más del 20% de su territorio, que Rusia se anexó ilegalmente, incluida Crimea -tomada en 2014- y las regiones Luhansk, Jersón y Zaporiyia. Además, Ucrania estaba dispuesta a dejar de lado su idea de unirse a la OTAN, en busca de la seguridad para evitar nuevos ataques rusos.

“Se iba a aceptar ceder territorio, con la idea de que, a largo plazo, a lo mejor diplomáticamente, se recuperara años después, pero para parar la guerra, y los rusos han seguido bombardeando”, señala el analista.

A su juicio, este acuerdo -aunque “favorable” para el Kremlin- no representa un fuerte incentivo para el presidente ruso, Vladimir Putin, quien mantiene una “política de ruptor” contra el sistema de Occidente para romper su influencia mundial, al considerar que para Rusia el tema de Ucrania es una “cuestión de soberanía”.

“Para el Kremlin, esto es una cuestión de soberanía. Ellos no creen en Ucrania como país, con lo cual, estas negociaciones por territorio a Rusia no le importan, porque su objetivo es tumbar el gobierno de Ucrania”, explica.

En medio de este escenario, afirma que el Kremlin juega a extender la guerra, al calcular que Occidente “tarde o temprano” se cansará de brindar ayuda a Ucrania, por las reticencias de EEUU y la ayuda “cuestionable” que ha dado Europa, que no está dispuesta a enviar tropas para combatir.

En este sentido, estima importante la ayuda militar que Washington continúe brindando a Kiev, especialmente, en equipos antiaéreos y de tecnología, además de entrenamientos para proteger las ciudades que siguen bajo ataque de Moscú.

Presión a Rusia

El analista sostiene que la única manera de que Moscú acepte un acuerdo de paz es que EEUU le “apriete las tuercas” y aumente la presión “de alguna manera diferente” que verdaderamente afecte al Kremlin.

En su opinión, la administración Trump pudiera incrementar la presión hacia el Kremlin a través de las “compañías fantasmas” que operan desde Emiratos Árabes Unidos, India y otras partes del mundo, a través de las cuales Putin sigue vendiendo petróleo, fertilizantes, entre otros, y comprando tecnología para mantener su guerra.

“No son empresas 'rusas', pero sí son controladas o actúan a favor de Rusia. Cerrar esos huecos es una presión enorme para Moscú, que ha mantenido su economía aunque, obviamente, con problemas”, indica.

Además, estima que pudiera presionar, aparte del “movimiento de oligarcas” rusos, a los empresarios que se mueven por Europa y EEUU, y con los países aliados para que no envíen mercenarios a combatir a favor de Moscú. “EEUU debe dejar claro que, si bien el objetivo no es no continuar la guerra, sino llegar a un acuerdo de paz para que se cesen los muertos, va a haber una ayuda militar a largo plazo”, subraya.

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@ebritop22

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