MIAMI.- Según un estudio de la Columbia Climate School, "las ciudades más grandes de Estados Unidos se están hundiendo", en diferentes grados y por distintos factores: la extracción de agua subterránea, los procesos geológicos y el peso de los edificios.
En 25 de las 28 ciudades más pobladas del país, dos tercios o más de su superficie "se están hundiendo", señaló el estudio.
La investigación publicada esta semana en la revista Nature Cities también indica: "En total, unos 34 millones de personas viven en las zonas afectadas". Para el estudio se emplearon datos vía satélite para examinar los movimientos verticales de la tierra.
Houston, en Texas, es la ciudad que se hunde más rápido. Otras dos localidades de este estado sureño, Fort Worth y Dallas, no se quedan atrás. También destacan zonas de Nueva York, Las Vegas, Washington DC (la capital) y San Francisco.
Los investigadores concluyeron que "la extracción de agua subterránea para uso humano fue la causa del 80% del hundimiento general". En Texas, "el problema se agrava por el bombeo de petróleo y gas".
Ciudades en diferentes ritmos
Leonard Ohenhen, investigador en el Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Columbia Climate School y el autor principal del estudio, señaló: "A medida que las urbes continúen creciendo, veremos que más ciudades se expanden hacia regiones que se hunden".
El estudio constata que algunas ciudades se hunden a diferentes ritmos en distintos lugares, o bien pierden altura en algunos y la ganan en otros, "lo que podría introducir tensiones" y "afectar a los edificios y otras infraestructuras".
Según los investigadores, el continuo crecimiento de la población y el uso del agua, junto con las sequías, "probablemente empeorarán" la situación en el futuro.
En algunas zonas las fuerzas naturales contribuyen al fenómeno. El peso de la capa de hielo que ocupó gran parte de América del Norte hasta hace unos 20.000 años hizo que la tierra se abultara en los bordes y algunas de estas protuberancias disminuyen cada año unos milímetros. Además, el peso de los edificios también puede estar pasando factura.
FUENTE: Con información de AFP