WASHINGTON — El presidente Joe Biden se reúnió el martes con el director de la Reserva Federal, Jerome Powell, cuando la aguda y persistente inflación sigue saqueando los bolsillos de los estadounidenses.
WASHINGTON — El presidente Joe Biden se reúnió el martes con el director de la Reserva Federal, Jerome Powell, cuando la aguda y persistente inflación sigue saqueando los bolsillos de los estadounidenses.
El mandatario demócrata de 79 años, Powell y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, se reunieron en la oficina Oval de la Casa Blanca, para hablar de la "principal prioridad (del Ejecutivo): responder a la inflación para lograr la transición de una economía en reactivación a un crecimiento sostenido" y duradero.
La reunión es poco habitual. La administración Biden se mantuvo en general a distancia de la Fed, una entidad independiente.
Biden aseguró, en una corta declaración a la prensa, que su "plan" para controlar los precios "comienza con un postulado simple: respetar a la Fed, respetar la independencia de la Fed".
El presidente estimó además que los responsables del banco central están "totalmente concentrados" en el control del alza de los precios que es, junto con la búsqueda del pleno empleo, su misión.
Powell, en tanto, no formuló declaraciones a los periodistas.
La reunión fue la primera desde que Biden nominó de nuevo a Powell para dirigir el banco central estadounidense y se produce semanas después de que el Senado lo confirmó para un segundo periodo.
La Casa Blanca dijo que Biden y Powell discutieron sobre el estado de la economía estadounidense y global y, especialmente, la alta inflación.
“Lo más importante que podemos hacer ahora para hacer la transición de una recuperación rápida a un crecimiento estable y firme es reducir la inflación”, dijo Biden en un editorial publicado el lunes en The Wall Street Journal.
Durante 11 meses, Biden y las instituciones financieras en EEUU dieron la espalda a la sostenida inflación que creció mes por mes y la calificaron de transitoria y sin ninguna importancia para la economía.
La inflación en Estados Unidos alcanzó este año su nivel más alto en casi 50 años debido a la errada política económica de la administración Biden y 11,5 millones de puestos de trabajo que las empresas no pueden cubrir desde hace casi año y medio.
Pero la economía tuvo el viernes un poco de buenas noticias, cuando el Departamento de Comercio dijo que la inflación subió 6,3% en abril comparado con un año antes, la primera desaceleración desde noviembre de 2020 y un indicio de que el alza de precios pudiera estar amainando, al menos por ahora.
La cifra de inflación estuvo por debajo del pico de cuatro decenios de 6,6% fijado en marzo. Aunque sigue causando problemas para millones de hogares, cualquier desaceleración del alza de precios, si se sostiene, proveería cierto alivio.
Powell ha prometido que la Fed seguirá subiendo su principal tasa de interés a corto plazo para enfriar el crecimiento hasta que la inflación “baje en una forma clara y convincente”. Esas alzas de tasas han causado temores de que la Reserva, en su esfuerzo por desacelerar el crédito y el gasto, agudice la recesión de la que no ha salido EEUU después de la pandemia. Ese temor ha hecho caer los precios de las acciones en los últimos dos meses, aunque los mercados subieron la semana pasada.
FUENTE: AP