ARLINGTON — Boeing anunció el domingo por la noche que planea comprar Spirit AeroSystems por 4.700 millones de dólares, en una transacción totalmente en acciones por la firma manufacturera, que ya formaba parte de la cadena de suministro de Boeing.
La adquisición está valorada en 4.700 millones de dólares, mientras que el Departamento de Justicia presiona a Boeing para que se declare culpable de fraude penal en relación con los dos accidentes mortales de sus aviones 737 Max,
ARLINGTON — Boeing anunció el domingo por la noche que planea comprar Spirit AeroSystems por 4.700 millones de dólares, en una transacción totalmente en acciones por la firma manufacturera, que ya formaba parte de la cadena de suministro de Boeing.
Boeing, con sede en Arlington, Virginia, anunció la compra en un comunicado por la noche.
La adquisición valora cada acción en 37,25 dólares, en un acuerdo valorado en unos 8.300 millones de dólares en total, lo que incluiría la deuda neta de Spirit, señaló la compañía aeroespacial.
Spirit, con sede en Wichita, Kansas, fabrica piezas clave para aeronaves Boeing.
“Creemos que este acuerdo va en el mejor interés del público que vuela, nuestras aerolíneas clientes, los empleados de Spirit y Boeing, nuestros inversionistas y el país en general”, indicó en un comunicado el presidente y director general de Boeing, Dave Calhoun.
Boeing fue propietaria de Spirit en el pasado, y la compañía dijo que volver a integrarla en la firma mejorará la calidad y seguridad de los aviones, que se han visto bajo un creciente escrutinio de organismos reguladores, el Congreso y la aerolíneas.
“Al reintegrar Spirit, podemos alinear por completo nuestros sistemas de producción comercial, como nuestros Sistemas de Manejo de Seguridad y Calidad y nuestra fuerza de trabajo con las mismas prioridades, incentivos y resultados, centrados en seguridad y calidad”, dijo Calhoun.
La compra de Spirit va en contra de la vieja estrategia de Boeing de externalizar tareas clave en sus aviones de pasajeros. Esa política ha sido criticada porque problemas en Spirit afectaron a la producción y la entrega de aviones populares de Boeing como los modelos 737 y 787.
Las preocupaciones sobre seguridad se dispararon después de un incidente el 5 de enero en el que una pieza que cubría el hueco de una puerta en un avión 737 Max 9 de Alaska Airlines salió disparada a 4.876 metros (16.000 pies) de altitud sobre Oregon. La Administración Federal de Aviación anunció poco después un incremento de la supervisión a Boeing y Spirit.
El Departamento de Justicia dijo en un documento presentado ante la corte en mayo que Boeing había incumplido los términos de un acuerdo de 2021 que permitía a la firma evitar ser procesada por acciones que llevaron a dos choques letales de aviones 737 Max de la compañía hace más de cinco años.
La misma entidad presiona a Boeing para que se declare culpable de fraude penal en relación con los dos accidentes mortales de sus aviones 737 Max, según varias personas que escucharon a los fiscales federales detallar una propuesta de oferta el domingo.
Boeing tiene hasta el final de la semana para aceptar o rechazar la oferta, que incluye que la gigante aeroespacial acepte un observador independiente que supervisaría que cumple las leyes contra el fraude, señaló.
El acuerdo de culpabilidad ofrecido a Boeing le permitiría evitar un juicio relacionado con dos accidentes mortales del avión 737 MAX, dijo el domingo un abogado de las familias de las víctimas.
Los detalles del acuerdo, que obliga a Boeing a pagar una multa y someterse a un supervisor externo, fueron comunicados el domingo a las familias en una presentación del Departamento de Justicia, dijo Paul Cassell, profesor de derecho de la Universidad de Utah, quien las representa.
Dijo que las familias "objetarán enérgicamente" el acuerdo si Boeing lo acepta y lo presenta ante un juez.
El diario The New York Times informó hace una semana que los fiscales estaban considerando un acuerdo alternativo de este tipo, conocido como acuerdo de procesamiento diferido, pero el Departamento de Justicia dijo que aún no había tomado una decisión.
En mayo, el Departamento de Justicia concluyó que Boeing podría ser enjuiciada por la violación de otro acuerdo diferido alcanzado tras dos accidentes fatales del 737 MAX en 2018 y 2019, en los que murieron 346 personas.
Bajo esa instancia, Boeing acordó pagar 2.500 millones de dólares para resolver los cargos de fraude relacionados con la certificación del 737 MAX.
Pero el fabricante volvió a estar bajo escrutinio este año tras el incidente del 5 de enero de un avión 737 MAX de Alaska Airlines que realizó un aterrizaje de emergencia tras perder un panel del fuselaje en pleno vuelo.
Dicho incidente puso de nuevo los procesos de fabricación de Boeing en la mira de los reguladores y del Congreso.
Las familias de las víctimas han urgido a los fiscales federales a llevar a Boeing a juicio en lugar de llegar a otro acuerdo.
Pero los fiscales también enfrentan presiones para no perjudicar aún más a Boeing, considerada una empresa clave de la industria aeronáutica estadounidense, así como para la seguridad nacional.
En su presentación del domingo, el fiscal principal "admitió que hay 'un gran interés' de las familias en ir a juicio, pero insistió en que el Departamento de Justicia no podía probar los cargos más allá de una duda razonable", dijo Cassell.
"Las familias abogaron una y otra vez por un juicio y por permitir que un jurado tomara esa decisión", añadió.