sábado 6  de  septiembre 2025
Análisis/Política

El agitador George Soros podría terminar finalmente ante la Justicia en EEUU

El oscuro poder globalista que compra ideologías a golpe de cheques tiene a uno de sus principales exponentes en este hombre de origen húngaro

Por Leonardo Morales

Nadie como el “filántropo” de la ultraizquierda, George Soros, ha destinado tanto dinero y tiempo en sembrar el caos, el desorden social y el totalitarismo globalista en el mundo. Y esta herencia la ha adquirido ahora su hijo, Alexander Soros.

El oscuro poder globalista que compra ideologías a golpe de cheques tiene a uno de sus principales exponentes en este hombre de origen húngaro.

A través de su matriz Open Society Foundations (Fundación de Sociedades Abiertas) y una red “asociada o comprada” de organizaciones no gubernamentales (ONG) y asociaciones “progresistas” en todo el planeta, el magnate ha destinado miles de millones de dólares -desde la década de 1980- a desarticular gobiernos conservadores, coartar la libertad de expresión, controlar el poder judicial y económico, atacar la historia y cultura de las naciones, y desmembrar todo lo que se perfile como [proliferación capitalista occidental], entre otros objetivos.

Sólo en 2023, esta fundación dedicó 1.700 millones de dólares a sus [controversiales causas políticas], pero a través de su red de movimientos y organizaciones la cifra puede ser superada 10 veces o más.

En Estados Unidos y Europa Soros no sólo utiliza su bolsillo, sino se aprovecha del dinero de los contribuyentes a través del gobierno federal para financiar gran parte de sus programas o proyectos “sociales” o “filantrópicos”. Es decir, pone una parte del dinero y el resto lo usa de los impuestos que pagan los estadounidenses, lo mismo hace en otros gobiernos a donde han llegado sus tentáculos, en especial en Norteamérica, Europa y América Latina.

Las tácticas

Cientos de millones de dólares destinados por la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID), revelada por las auditorías de la administración Trump como fuente de corrupción, fraude y malversación, terminaron en asociaciones y fundaciones vinculadas a los Soros.

Su fundación y asociaciones o empresas anexadas, directa o indirectamente, se han encargado de distribuir grandes sumas de donaciones financieras y de supuestas “ayudas” para el exterior como parte de programas del gobierno federal de EEUU. Finalmente terminan como medios de financiamiento de los propósitos ideológicos de Soros y ahora su heredero. Esto lo hace con mayor fuerza en los últimos 20 años y, en particular, durante los gobiernos demócratas de Barack Hussein Obama y Joe Biden.

En realidad, en EEUU, el llamado “filántropo del progresismo” financia, promueve o crea desde la sombra grupos radicales de izquierda o movimientos como parte de su plataforma y de manera más reciente de la Agenda 2030.

De esta forma, se expandieron como ejes desestabilizadores Antifa, Black Lives Matter o la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionara, entre otros.

Las bases de la labor proselitista de Soros se han readaptado al mundo moderno con énfasis ahora en el patrocinio e impulso del activismo WOKE y su estandarte LGTB; el abortismo, la lucha abierta contra la natalidad, la difusión de falsas teorías climáticas denunciadas por científicos como una burda manipulación de políticas globalista; derechos civiles reinterpretados y adaptados por la delincuencia organizada; y el resto de premisas ya conocidas y vinculadas también al Partido Demócrata en EEUU.

Soros contribuyó personalmente con 85 millones de dólares a la campaña electoral de Kamala Harris, pero su aporte real de trasfondo mediante los llamados PAC (Comités de Acción Política) y donantes vinculados a su fundación y otras asociaciones propició la entrega de cientos de millones de dólares.

Las invasiones y oleadas masivas migratorias; las protestas violentas con el fomento del resentimiento social y las supuestas divisiones raciales y de género forman parte del arsenal de Soros para desestabilizar gobiernos. Así ocurrió en 2020 durante el primer mandato de Trump.

Pero Soros no se conforma con eso y se plantea además golpes de estado como el llamado Maidán en Ucrania al presidente Viktor Yanukovich.

Desde Hungría, Ucrania, España, el Reino Unido hasta El Salvador, Perú, Honduras y México, entre muchas otras naciones, la injerencia política y destructora de este hombre es en extremo notoria.

¿El comienzo del fin?

“Todo lo que detesto, lo encarna George Soros”, ha dicho el presidente Donald J. Trump.

Por primera vez de manera oficial, Trump exhortó al Departamento de Justicia, al FBI y a otras agencias federales a llevar al multimillonario de extrema izquierda y a su hijo frente a la Justicia mediante la imputación de cargos federales por financiar ["protestas" violentas], el [desorden social], y continuar en su insaciable lucha contra EEUU y Occidente.

"George Soros y su 'maravilloso' hijo, ambos de izquierda radical, deberían ser acusados y sentenciados bajo la ley RICO debido a su apoyo a las protestas violentas, y mucho más", escribió Trump en su plataforma Truth Social, en referencia a la ley contra el crimen organizado creada en los años 1970 para combatir la mafia.

Soros "y su grupo de psicópatas han causado un enorme daño a nuestro país. Eso incluye a sus amigos de la costa oeste (la ultraizquierda de California)", añadió.

"No vamos a permitir que estos lunáticos sigan con la destrucción de Estados Unidos", agregó.

Mediante su maquinaria encubierta de lavado de dinero, subvenciones y sobornos, Soros ha evadido miles de millones de dólares en impuestos a través de su supuesto esquema de “filantropía”, que no es más que una de las grandes fuentes de ingresos del plan de acción del denominado “Estado Profundo”, un gobierno bajo las sombras desde Washington al que Trump ha atacado desde su primer mandato y que repite ahora con mayor fuerza.

Como lo ha dejado saber el líder republicano, uno de sus prometidos legados antes de salir de la Casa Blanca es desarticular este [poder oculto] que opera desde hace décadas para minar la sociedad estadounidense, su cultura, su historia, eliminar la clase media y atacar la propiedad privada en busca del control general del estado federal y del resto de las instituciones del país.

Trump, el "peligroso" guerrero

Trump también lo define como El Gran Pantano (The Great Swamp) y reitera -junto a los principales líderes republicanos- la imperiosa necesidad de "drenarlo".

Por tales causas, tampoco resulta casual que el actual presidente de EEUU, elegido por casi 80 millones de estadounidenses en noviembre de 2024, tenga en su ruta de vida cuatro intentos de asesinato, [que se conozcan]. El primero, y del cual no se habla, ocurrió a escasas semanas de dejar la Casa Blanca en 2021 con el impacto de un proyectil de alto calibre en una de las ventanas blindadas de su habitación en Mar-a-Lago, justo cerca de la cabecera de su cama.

La noticia sobre este intento fallido de asesinato fue fugaz y pocas horas despareció de agencias y noticieros. Nunca más se ha hablado del suceso. Los demás ya son conocidos y como el peor figura el atentado en Butler, Pennsylvania, el 13 de julio de 2024, meses antes de las elecciones presidenciales de noviembre. En ese ataque Trump se libró de la muerte por un movimiento oportuno de su rostro, que permitió que la bala sólo le rozara la oreja derecha, pero que iba directo a su cráneo.

"Fue Dios. Dios quiso que viviera para continuar en esta lucha por América", manifestó el líder conservador en su primer discurso después del atentado.

En los medios de prensa de extrema izquierda, Soros es dibujado y categorizado como el Robin Hood del siglo XXI, pero esa aseveración o empatía posee diversas cortinas o lecturas de fondo.

Incluso, de manera increíble y como un insulto, el expresidente Joe Biden impuso a Soros la Medalla Presidencial de la Libertad por su “apoyo” a "organizaciones y proyectos en todo el mundo que 'fortalecen la democracia', los 'derechos humanos', la 'educación' y la 'justicia social'", cuando en realidad Soros ha patrocinado siempre el desorden social, las rupturas de los sistemas democráticos de estados soberanos y el irrespeto a las leyes e instituciones de cada país.

¿Cómo surge Soros?

Esta figura del izquierdismo comenzó a amasar su fortuna como analista de valores en bancos británicos en la década de 1950. Se mudó a Estados Unidos en 1956, donde trabajó como comerciante de arbitraje en la Bolsa de Nueva York hasta que en 1969 funda su primer fondo de cobertura, Double Eagle, que dio paso a Cuántico o “Quantum” en 1973.

Se hizo famoso el 16 de septiembre de 1992, el llamado Miércoles Negro, cuando el gobierno del Reino Unido se vio forzado a retirar la libra esterlina del Mecanismo Europeo de Tipos de Cambio (MTC) y por consiguiente provocó su rápida devaluación en medio de una crisis especulativa en la que Soros y su fondo de cobertura obtuvieron ese día unos 1.000 millones de dólares en ganancias.

Sin embargo, en las últimas dos décadas incrementó también su poder adquisitivo y su influencia política mediante donaciones, fondos provenientes de programas gubernamentales y en acciones políticas y financieras oscuras. Su dinero y el que logra captar o aumentar para su causa de fragmentación social lo emplea en destruir, fomentar ideologías y corrientes “progresistas”; no lo hace para construir un mejor futuro, sino para incrementar el control y el poder bajo los fundamentos del denominado Marxismo Cultural del siglo XXI.

Lo menos que desean el magnate Soros y su hijo es la prosperidad de las sociedades, sino promover las reformas radicales de sus bases con el único propósito de implantar anarquías socialistas, totalitarias y globalistas.

Entre sus principales propósitos se encuentra el control de los medios de comunicación para llevar hacia adelante su agenda y censurar cada vez más las voces conservadoras occidentales y anti-globalistas. Para lograrlo compra estaciones de radio, espacios televisivos y subvenciona cientos de medios de prensa a través de asociaciones, fundaciones y las famosas ONG. Casi siempre utiliza vías alternativas o a terceros para evitar que su nombre aparezca directamente involucrado en las acciones que patrocina.

Los tentáculos

En el sur de Florida, por ejemplo, y en otras ciudades del país como Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Dallas, San Francisco, Houston y Las Vegas, la mano socialista de Soros llegó para silenciar las voces de líderes latinos conservadores y defensores de la democracia. Así lo reveló una nota publicada en DIARIO LAS AMÉRICAS del periodista Daniel Castropé.

Las emblemáticas emisoras Radio Mambí AM 710 y WQBA 1140, la antigua Cubanísima, fueron adquiridas por el grupo empresarial Latino Media Network (LMN), financiado por Lakestar Finance, afiliada a Fund Management, fundada por George Soros. Esto respalda el entramado que estructura la fundación de Soros para censurar

En ese entonces la vicegobernadora de Florida, la cubanoamericana Jeanette Núñez, señaló: “no podemos dejar que nuestros jóvenes sean víctima del daño que nos quiere hacer George Soros”, agregó la nota.

Por su parte, la líder empresarial, Irina Vilariño, aseveró que “habría que ser ciego, sordo y mudo para no entender las causas de esta compra”, porque "quien controla el micrófono, controla las masas”.

El filántropo Soros, nacido en Hungría hace 95 años, paga también por la censura abierta o encubierta a las ideologías o tendencias de derecha en las redes sociales.

En 2017, el magnate transfirió 18.000 millones de dólares para las operaciones futuras de Open Society Foundations, cifra que elevó el dinero que destina a la política desde 1984 a [más de 32.000 millones de dólares].

Supuestamente, las Open Society apoyan una amplia gama de “iniciativas” en EEUU, Europa, Africa, Asia y América Latina, pero en realidad tapan la verdadera labor de Soros de formar una élite anárquica globalista que elimine la propiedad privada y controle la economía universal, el comercio global, las fuentes de ingresos de los ciudadanos y las instituciones, los sistemas financieros, la educación y sobre todo a la población.

No resulta extraño que su Agenda (2030) proclame: “no tendrás nada y serás feliz”.

El patrocinador de crisis

Muchos sucesos sociales y políticos "progresistas" involucran a su familia.

Las más recientes acusaciones contra Soros y su heredero resurgieron en junio cuando estallaron las violentas protestas callejeras en Los Ángeles, llevadas a cabo por grupos de delincuentes pagados por la extrema izquierda.

Trump frenó las supuestas “manifestaciones” de “inmigrantes” y ordenó desplegar la Guardia Nacional y miembros del Cuerpo de la Marina en la ciudad, gobernada por el radicalismo demócrata.

Lo mismo hizo en Washington DC, la capital estadounidense, y ahora dirige sus esfuerzos hacia la ciudad de Chicago que en la última década se ha convertido en el vórtice del crimen organizado en EEUU. No obstante, Chicago ha sido por décadas un nido para las bandas criminales y cuartel de las llamadas “gangas”.

Al “filántropo radical también lo acusan de fomentar las crisis migratorias en Europa y en la frontera sur de Estados Unidos, así como de orquestar en el país protestas masivas contra la policía y los agentes federales en 2020, tras la muerte de George Floyd.

Soros anunció en 2023 que dejaba su imperio a su hijo Alexander, el mejor defensor de su legado de perjuicios.

Pero Soros y su hijo están -como nunca antes- en la mira de los republicanos y de Trump, no por ser un adversario o enemigo político, sino por su cultura e intentos incesantes de patentizar el caos y la destrucción de la democracia y los valores conservadores en EEUU y en muchos otros países.

Cuando se sabe de la injerencia de los Soros en cualquier parte del planeta, es porque muchas cosas han comenzado a empeorar. Ese es su verdadero legado.

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FUENTE: Con información de AFP, The New York Times, CNN, BBC News, y otras fuentes.

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