MIAMI.-ADRIEL REYES
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Dos de cada cinco estadounidenses confesaron mentirle a su pareja sobre la economía familiar. Cuando son descubiertos, en la mayoría de los casos la relación se afecta o termina
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Una investigación dirigida por Harris Poll y encargada por el National Endowment for Financial Education (NEFE, por sus siglas en inglés) reveló recientemente que dos de cada cinco estadounidenses admitieron ser infieles a su pareja en el ámbito financiero.
Si lo analizamos desde el punto de vista comparativo, encontramos que el problema está creciendo peligrosamente. Entre los adultos encuestados, el 42 por ciento admitió su infidelidad financiera. Hace dos años, solo el 33 por ciento de ellos confesó su “delito”.
El estudio también reveló que cuando ocurre una decepción financiera entre la pareja, el 75 por ciento, opinó que afecta su relación.
“Cuando usted acuerda compartir el estado financiero con su pareja, ello incluye cierto grado de cooperación y transparencia en la administración de tal presupuesto. Es mucho más fácil lograr metas conjuntas en este ámbito cuando ambos deciden compartir sus cuentas para el beneficio común”, comentó a DLA, Ted Beck, Director Ejecutivo y Presidente de NEFE.
“Más allá de su magnitud real, la infidelidad financiera también daña la salud espiritual del matrimonio. Es decir, ocultar o mentir acerca de la existencia de alguna cuenta bancaria puede traer problemas a su relación pues crearía un alto nivel de desconfianza, incluso muchos deciden divorciarse tras conocer semejante engaño”, refirió Beck.
El 39 por ciento de los encuestados confirmó haber ocultado a su cónyuge, en algún momento, una compra, una cuenta bancaria, alguna declaración, factura de pago o dinero en efectivo. Mientras, el 16 por ciento reveló que cometió engaños más fuertes como esconder la suma total de una deuda o mentir sobre sus ingresos reales.
Entre las personas que han cometido dichos actos de infidelidad financiera, casi un tercio de los entrevistados (32 por ciento) se “defienden” diciendo que su estado económico debe ser privado. O sea que ni su esposa o pareja tiene derecho a husmear en esos asuntos. En tanto, el 30 por ciento destaca que su pareja no aprobaría sus decisiones en este aspecto, aunque hayan sido consultadas previamente, por lo que sería mejor entonces ocultar sus movimientos bancarios.
Por otra parte, el 25 por ciento de los encuestados se avergüenza del estado crítico de sus finanzas y no quiere que su pareja descubra su mal momento económico.
Señales de advertencia
Múltiples pueden ser las señales de advertencia que indican un caso de infidelidad financiera. Por ejemplo, el bombillo rojo de alarma puede encenderse cuando descubre en su propia casa algún comprobante de una compra hecha por su cónyuge, o simplemente le ocultan las facturas mensuales.
Beck comenta además, que otra de las alertas más comunes es que su pareja trate de cambiar el tema rápidamente cuando se habla en casa de asuntos económicos. Este es un síntoma evidente de engaño financiero por parte de su esposa(o).
No se enfrente directamente a su pareja
Hacerlo sería un contundente error. El propio Beck coincide en que si decide enfrentar el problema directamente, ello le traería un estrés adicional a ambos. Antes de sentarse a conversar con su pareja sobre la situación existente, primero debe tener claros los puntos que desea destacarle a su “oponente”. Tampoco sería correcto sabotear a su cónyuge. No lo invite a cenar o a salir y luego en plena cita saque el tema a relucir.
Llegar a un acuerdo común
Ted Beck subraya que lo más importante es reconocer los errores cometidos en el pasado. Para lograr que su pareja vuelva a confiar en usted en este aspecto hable claro y acepte sus equivocaciones y engaños. A partir de esa idea pudiera obtenerse un acuerdo en común para no caer nuevamente en este tipo de infidelidades.
Recuperar la confianza
Volver a confiar en quien, hasta el momento que lo reconoció, le mintió sobre sus acciones financieras lleva tiempo. Para ello, ambos deben ser completamente transparentes en todos los sentidos.
La comunicación es fundamental para recobrar la confianza perdida. Si usted fue el que engañó a su esposa, aclárele cada detalle de por qué lo hizo. Cuéntele todo cuanto ella desee saber al respecto.
Gastos de la “infidelidad financiera”
Contrario a lo que muchos “infieles” creen, este tipo de engaño no es gratuito. Hacerlo trae consigo ocultar gastos, cubrir las demandas afectivas y económicas, ser original para inventar excusas y una cuota enorme de alerta para no despertar sospechas.
Tener extrema precaución incluye hacer jugosos gastos en efectivo para camuflar sus acciones con la tarjeta bancaria. Los “malechores infieles” suelen también endeudarse con créditos o con sus propios amigos o amigas.
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