Todo iba bien, a pesar de la avalancha de ataques durante meses por parte de los medios de izquierda y extrema izquierda, ansiosos y haciendo todo lo posible para que la ruptura entre Musk y Trump ocurriera lo antes posible. Ambos formaron una dupla extremadamente peligrosa para los intereses del llamado Estado Profundo y para los planes de los socialistas dentro y fuera de Norteamérica (autodenominados progresistas y que son todo lo opuesto).
Los ataques iniciaron desde que Musk se unió a Trump y fue una figura clave en su victoria, no sólo por sus generosos donativos de más de 260 millones de dólares, sino por la garantía electoral que representó en cuanto a seguridad del sistema electoral con sus enormes recursos en tecnología.
La prensa liberal se jacta
Luego vino su encomiable trabajo contra la corrupción, el derroche y la burocracia en Washington, que exacerbó el pánico de los demócratas, los grandes artífices del despilfarro del dinero de los contribuyentes, sobre todo en los últimos cuatros años del presunto mandato de Biden, sobre el que pesan incontables dudas sobre si gobernó él realmente en algún momento. Ya se sabe que existió hasta un "autopen" (bolígrafo automático para estampar su firma sin su presencia).
Pero la labor de Musk sólo desató las críticas enfurecidas de los líderes demócratas y sus grandes medios alineados a su agenda como nunca antes, a pesar de su descalabro en credibilidad. No obstante, la izquierda se encarga de subvencionar a medios de prensa, otra de las revelaciones de DOGE, el Departamento de Eficiencia Gubernamental. Y de ahí parte de las causas del enfurecimiento.
La labor de Musk en defensa de la integridad del país y de los contribuyentes estadounidenses no recibió ni menciones por los medios liberales. Sólo deseaban "sangre" contra Musk y los chismes sobre la relación de dos grandes figuras a favor de los valores conservadores y el futuro de EEUU. No bastó que Trump, a excepción de muchos presidentes, los invitara casi todos los días a la Oficina Oval para que obtuvieran información en tiempo real y de primera instancia. El único objetivo siempre es despotricar de Trump y de todo el que le rodea, salvo raros casos como es el secretario de Estado Marco Rubio y el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Trump se encuentra algo "decepcionado" con las recientes declaraciones de Musk sobre su megaproyecto presupuestal, mientras que el exitoso empresario menciona el término "ingratitud".
Su alianza fue espectacular y de su posible ruptura se vanagloria la prensa liberal y la élite de izquierda. Algunos especulan sobre un supuesto "montaje" al estilo telerrealidad para ver hasta dónde llega el odio visceral de los azules.
"Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo. Me sorprendió", dijo el presidente republicano a periodistas en la Oficina Oval después de que Musk, hasta hace poco uno de sus más cercanos asesores, cuestionara su megaplan de ley presupuestaria.
El hombre más rico del mundo respondió en vivo en su plataforma de redes sociales X mientras el republicano todavía daba su versión ante las cámaras de televisión.
Junto a él un testigo: el jefe del gobierno alemán Friedrich Merz, recibido este jueves por el líder republicano en la Casa Blanca.
"Estoy decepcionado, porque Elon conocía los entresijos de este proyecto de ley mejor que casi cualquiera de los que están sentados aquí (...) De repente se plantea como un problema", aseguró Trump cuando le preguntaron por Musk.
El intercambio verbal ocurre una semana después de que Trump despidiera y entregara la Llave de Oro de la Casa Blanca en la Oficina Oval al rostro visible de la comisión de eficiencia gubernamental conocida como DOGE y encargada de recortar los enormes gastos en Washington.
Así es Musk, polémico e irreverente
Trump considera que su exasesor está enfadado por la pérdida de subsidios para los vehículos eléctricos, cuando Musk dijo que el republicano habría perdido las elecciones presidenciales de noviembre sin su ayuda.
"Sin mí, Trump habría perdido las elecciones", opinó Musk en X. "Qué ingratitud", añadió.
Las acciones de Tesla cayeron en Wall Street un 8% después de los comentarios, señal de que los inversores dan por hecho el divorcio entre el hombre más rico del mundo y el más poderoso.
De acuerdo con un reporte del New York Times, durante la campaña electoral, el dueño de Tesla, SpceX, la plataforma X y Neuralink consumió grandes cantidades de ketamina, un anestésico con efectos estimulantes, además de éxtasis, hongos alucinógenos y medicamentos.
Al referirse a los reporteros, Trump manifestó: "Vieron a un hombre que estaba muy feliz de pie detrás del escritorio oval, e incluso con el ojo morado. Y en broma le dije, ¿quieres un poco de maquillaje? Te pondremos un poco de maquillaje", recordó Trump sobre la cordialidad entre él y Musk.
"Pero él dijo: 'No, no es necesario', lo cual es interesante y muy agradable. Quiere ser quien es", prosiguió el mandatario.
Trump comentó que podía entender por qué Musk está molesto con algunas medidas como retirar a un candidato para dirigir la agencia espacial NASA a quien el magnate tecnológico había respaldado.
"Elon se estaba 'desgastando', le pedí que se fuera", dijo Trump en su plataforma Truth Social.
"La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es rescindir los subsidios y contratos gubernamentales de Elon", añadió.
El enfado se debe a un megaproyecto presupuestario que Trump llama la "gran y hermosa ley". Su objetivo es continuar con las reducciones de impuestos de su primer mandato (2017-2021).
Musk lo calificó el martes de "abominación" porque afirma que disparará el déficit de Estados Unidos.
El miércoles pidió a los republicanos que "maten el proyecto de ley" y que presenten un plan alternativo que "no aumente el déficit".
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, lamentó la reciente conducta de Musk y sus declaraciones sobre el gran proyecto de presupuesto ya aprobado en la Cámara Baja y que ahora se encuentra en el Senado para su aprobación final.
La acción del pionero de los vehículos eléctricos, Tesla, se desplomó un 14,26%, hasta los 284,70 dólares en Wall Street, lo que supuso una pérdida de capitalización de unos 150.000 millones de dólares, tras la disputa pública de Musk con el presidente Trump.
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FUENTE: Con información de AFP.
