Un año después de que el líder republicano Donald J. Trump ganó las elecciones, los republicanos enfrentan el próximo 4 de noviembre su primera prueba en las urnas.
La alcaldía de la ciudad de Nueva York acapara la atención, pero las votaciones para gobernador en Nueva Jersey y Virginia podrían ser un pequeño indicio para las elecciones de medio término en 2026
Un año después de que el líder republicano Donald J. Trump ganó las elecciones, los republicanos enfrentan el próximo 4 de noviembre su primera prueba en las urnas.
Los votantes en dos de los estados más poblados de Estados Unidos están listos para emitir su voto tras el regreso del presidente a la Casa Blanca.
Si bien la contienda electoral por la alcaldía de la ciudad de Nueva York acapara la atención, las votaciones a gobernador en Nueva Jersey y Virginia —hogar de un total combinado de 18 millones de personas— podrían ser un indicio para las elecciones legislativas de medio término en 2026.
Ambas elecciones enfrentan a demócratas anexados a una agenda de extrema izquierda contra republicanos alineados al gran movimiento conservador "Make America Great Again" (MAGA). No obstante, Nueva York es el gran bastión de los demócratas junto con California, por lo que no debe considerarse como un medidor por excelencia para los republicanos, a no ser que ocurran grandes sorpresas.
Trump ha puesto en el camino correcto el destino de EEUU, secuestrado cuatro años atrás por una agenda de extrema izquierda del gobierno de Joe Biden que puso a la nación al borde de una debacle sociopolítica, financiera y de seguridad nacional sin precedentes, de ahí el resultado adverso para los demócratas en las elecciones generales de noviembre de 2024.
La elección en Virginia, que es segunda después de California en el tamaño de su fuerza laboral federal, será un enfrentamiento histórico entre dos mujeres que compiten por convertirse en la primera gobernadora del estado.
La demócrata de extrema izquierda Abigail Spanberger, congresista durante tres mandatos, se enfrenta a la vicegobernadora republicana Winsome Earle-Sears, veterana de la Marina y aliada del presidente Trump.
Las encuestas, ya sin una credibilidad sustancial como en décadas anteriores y menos en estados demócratas, muestran que Spanberger, quien ha recurrido a sus credenciales en seguridad nacional y se ha presentado como un bastión contra la reducción de la excesiva burocracia y penetración del radicalismo de izquierda en Washington, mantiene una ventaja.
En sus discursos de campaña prometió ser "una gobernadora que dará la cara" por los miles de trabajadores federales despedidos por el Departamento de Eficiencia Gubernamental de Trump, nada comparable con los más de 300.000 empleados federales que despidió Bill Clinton durante su mandato con el objetivo de abrir paso a una izquierda radical que pide y trabaja desde hace décadas por la implementación del socialismo en EEUU.
Earle-Sears inició su campaña con temas centrales para el país como seguridad nacional, inmigración, la tendencia radical Woke, entre otros, un reflejo de continuidad del gobernador saliente Glenn Youngkin
Su campaña recibió un gran impulso con el respaldo del presidente Trump y por un escándalo en la contienda por la fiscalía general que involucró al candidato radical demócrata Jay Jones, quien envió mensajes de texto amenazadores y violentos sobre un rival político en 2022.
En Nueva Jersey, la demócrata y expiloto de la Marina Mikie Sherrill también va adelante, pero está enfrascada en una contienda reñida con el empresario republicano Jack Ciattarelli.
"Dada la inclinación tradicionalmente demócrata de Nueva Jersey, una derrota para el partido en las elecciones de 2025 generaría preocupaciones sobre sus perspectivas nacionales de cara a las elecciones de mitad de período de 2026", dijo Janie Mackenzie, especialista en comunicaciones que trabajó en la campaña senatorial de John Kerry en 2008.
Las encuestas muestran a Sherrill ligeramente por delante, impulsada por una fuerte participación anticipada de votantes demócratas, un partido girado casi por completo -como nunca antes- hacia el radicalismo.
La decisión de Trump de congelar los fondos para el proyecto del túnel Hudson —un enlace vital entre Nueva Jersey y Nueva York— podría resultar ser el mayor impulso de la campaña para Sherrill".
Ciattarelli, quien ha adoptado una postura más abierta a favor de Trump que en sus anteriores campañas, se centra en frenar el notable aumento de los impuestos a la propiedad y reducir las tasas corporativas, que han subido a un nivel impredecible en décadas anteriores y ha causado la emigración a otros estados de cientos de medianas y grandes empresas .
Keith Nahigian, veterano de seis campañas presidenciales y exmiembro del equipo de transición de Trump, dijo que centrarse en la economía y la seguridad nacional beneficiaría a Ciattarelli.
Para el estratega demócrata Mike Nellis, exasesor de la exvicepresidenta Kamala Harris, la votación del martes será "un referéndum sobre dónde está el país en este momento".
Ese criterio con el objetivo de confundir y engrandecer un resultado casi ya definido, resulta exagerado y distante de la realidad, tomando en cuenta que son estados tradicionalmente con tendencias poco variables e inclinados casi siempre hacia la izquierda y con un odio visceral contra el presidente Donald Trump.
FUENTE: Con información de AFP.
