MIAMI.- Los residentes de Florida ganarán una hora de sueño este fin de semana cuando atrasen sus relojes una hora el domingo a las 2:00 a.m., lo que marca el fin del horario de verano (DST) y el regreso al horario estándar.
 
  		 	 
			
			 
							Este domingo llega a su fin el horario de verano, los floridanos tienen que ajustar sus relojes en cumplimiento de una ley federal, a pesar del deseo estatal por un tiempo fijo
MIAMI.- Los residentes de Florida ganarán una hora de sueño este fin de semana cuando atrasen sus relojes una hora el domingo a las 2:00 a.m., lo que marca el fin del horario de verano (DST) y el regreso al horario estándar.
Esta transición, que se realiza en la mayor parte del país, ocurre porque la ley federal exige el cambio de hora bianual, a pesar de los esfuerzos legislativos del estado para adoptar un horario de verano permanente a través de la "Ley de Protección del Sol", que sigue pendiente de aprobación en el Congreso.
La madrugada del domingo, al llegar a las 2:00 a.m., los relojes deberán retroceder para marcar la 1:00 a.m. Este ajuste se traduce en amaneceres más tempranos y atardeceres más próximos durante los meses de invierno.
Mientras que los dispositivos electrónicos modernos, como los teléfonos inteligentes y las computadoras, realizarán el cambio de forma automática, los residentes deberán ajustar manualmente los relojes analógicos y otros aparatos no conectados. Este día, en la práctica, tendrá una duración de 25 horas.
Este ritual semestral persiste a pesar de que en 2018 Florida aprobó la "Ley de Protección del Sol" con el objetivo de permanecer en el horario de verano durante todo el año.
Sin embargo, dicha ley no puede entrar en vigor sin una enmienda a la Ley de Horario Uniforme federal de 1966. El Congreso de los Estados Unidos es el único con la autoridad para permitir que un estado adopte el horario de verano de forma permanente, y hasta la fecha, no ha aprobado la legislación necesaria, dejando la ley de Florida en un estado de inactividad.
El estancamiento en Washington refleja un debate más amplio sobre cuál es la mejor manera de gestionar el tiempo.
Por un lado, los defensores del horario de verano permanente, como muchos en Florida, argumentan que tardes con más luz benefician al turismo, la economía y las actividades recreativas.
Por otro lado, una gran parte de la comunidad científica y médica aboga por el horario estándar permanente, al considerarlo más alineado con los ritmos biológicos naturales del cuerpo, lo que mejora la salud y el descanso.
Mientras este debate no se resuelva, los floridanos seguirán la tradición de "atrasar en otoño" en el futuro previsible.

 
   
   
  