Irán ha aumentado aún más sus reservas totales de uranio, según un informe del organismo de vigilancia nuclear de Naciones Unidas. Además, Teherán continúa con la prohibición a los inspectores para monitorear su programa nuclear.
El OIEA estimó que hasta el 10 de febrero, las reservas totales de uranio enriquecido de Irán eran de 5.525,5 kilogramos (12.182 libras), un aumento de 2.289 libras
Irán ha aumentado aún más sus reservas totales de uranio, según un informe del organismo de vigilancia nuclear de Naciones Unidas. Además, Teherán continúa con la prohibición a los inspectores para monitorear su programa nuclear.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) también indicó en un segundo informe confidencial, distribuido a los Estados miembros, que Teherán no hizo ningún progreso en explicar la presencia de partículas de uranio artificiales encontradas en dos lugares.
El OIEA estimó en su informe trimestral que, al 10 de febrero, las reservas totales de uranio enriquecido de Irán eran de 5.525,5 kilogramos (12.182 libras), un aumento de 1.038,7 kilogramos (2.289 libras) desde el último informe trimestral de noviembre de 2023.
También afirmó que, según su evaluación, Irán tiene aproximadamente 121,5 kilogramos (267,8 libras) de uranio enriquecido hasta un 60% de pureza, lo que representa una disminución de 6,8 kilogramos (14,9 libras) desde el informe de noviembre pasado.
La disminución es el resultado de que Irán ha diluido parte de su uranio enriquecido al 60% en las últimas semanas con material de menor calidad.
Según la definición del OIEA, alrededor de 42 kilogramos (92,5 libras) de uranio enriquecido al 60% es la cantidad con que, en teoría, es posible crear un arma atómica. La pureza del 60% está a sólo un pequeño paso técnico de los niveles de calidad armamentista del 90%.
Según el acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales, a Irán se le permite enriquecer uranio sólo hasta un 3,67% de pureza, mantener una reserva de uranio de 300 kilogramos (661 libras) y únicamente utilizar centrifugadoras IR-1 muy básicas, a cambio del levantamiento de las sanciones económicas. A los inspectores de la ONU se les encomendó la tarea de monitorear el programa.
Pero en 2018, el entonces presidente Donald Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo con el argumento de que negociaría un acuerdo más sólido, pero eso no sucedió. Irán comenzó a romper los términos del acuerdo un año después.
Irán niega que pretenda crear armas nucleares y asegura que su programa tiene fines pacíficos, como energía o medicina. Pero el director general del OIEA advirtió el año pasado que Teherán cuenta con suficiente uranio enriquecido para “varias” bombas nucleares si decide construirlas. Además, el organismo nuclear acusa a Irán de obstaculizar dicha investigación durante los últimos cinco años.
FUENTE: AP.