domingo 8  de  septiembre 2024
TECNOLOGÍA

Los robots que tomarán nuestros empleos

Los entes que cumplen con la condición de replicar pero aún más, mejorar las capacidades humanas, ver, escuchar, manipular, construir, destruir, no requieren imitar la forma física de sus creadores, no requieren  tener, en algunos casos, forma física alguna

ALBERTO SCHARFFENORTH
Especial

Alguna vez le han contado o ha leído que no ocurrirá jamás tal cosa como que las máquinas dominarán el mundo, pero que primero ocuparán todos los puestos de trabajo que hoy alimentan a millones de familias que moramos en él? Ha estado usted en alguna conversación de coctel o en un sermón de iglesia en el que se considera descabellada y hasta inmoral la idea de que legiones de máquinas con capacidad para resolver problemas sin interferencias, mal humor, hambre, enfermedades o derechos puedan ir reemplazando sin prisa pero sin pausa todas las actividades productivas que mueven la economía mundial? Pues ya hace bastante tiempo que el proceso de suplantación comenzó. Hemos estado distraídos y ensimismados los últimos 20 años presenciando la sucesión frenética de avances y proezas tecnológicas que han transformado casi todas nuestras formas de relacionarnos y conducir nuestras vidas. Durante estas dos décadas La gran mayoría de las actividades de producción de los bienes y servicios que consumimos han dejado de ser tocadas por manos humanas, calculadas por cerebros humanos o comunicadas pro bocas humanas. Los robots están en todas partes hacia donde miremos. No todavía de forma completamente visible pero si en cada una de las cosas y situaciones en las que interactuamos. Los robots no son solo como los imaginó el escritor checo Karel Capek cuando acuñó el término para denominar a unas máquinas que simulaban a seres humanos en su morfología. Estos entes que cumplen con la condición de replicar pero aún más, mejorar las capacidades humanas, ver, escuchar, manipular, construir, destruir, no requieren imitar la forma física de sus creadores, no requieren  tener, en algunos casos, forma física alguna.

Adentro y afuera

Ha llegado ahora sí, el momento en el que estos suplentes de las actividades humanas comienzan a habitar los espacios de nuestra cotidianidad. Hoy es ya común en algunos hogares de vanguardia escuchar en las mañanas el zumbido de la rumba (Roomba), no del ritmo musical sino de la aspiradora robótica en forma de cilindro achatado que es capaz de aprender por si sola muchas cosas, como la ubicación del mobiliario, los distintos pasillos y habitaciones y el lugar donde se encuentra su base de recarga. Este pequeño robot limpiador se vende por un precio entre $300 y $700 dependiendo de la cantidad de trucos que es capaz de hacer. Hasta la fecha 10 millones de Roombas han dejado sin uso a igual cantidad de escobas. Por su lado, al otro lado del océano, la casa alemana Bosch ha lanzado al mercado con rotundo éxito una cortadora de césped capaz entre otras cosas de ir a la base de recarga, y regresar al último punto que dejó.

En una tienda cerca de tí

Es posible ir al supermercado sin tener que preguntar al menos una o dos veces en que pasillo está la mermelada o cual es el especial de línea azul? Qué tal un robot que deambula sin descanso estante por estante revisando dónde faltan productos, si están bien colocados, chequea el tráfico de clientes y además es capaz de responder donde está la mostaza junto con la recomendación de una promoción en curso. Su nombre es Tally y ha sido desarrollada por Simbe Robotics de California. La empresa espera colocar miles de unidades en tiendas de conveniencia y farmacias en los próximos meses. Por su lado la tienda de artículos para el hogar Lowe´s planea llevar a nivel nacional a Oshbot, su propia versión del autómata asistente de ventas el cual ya fue puesto a prueba desde noviembre pasado. En sus próximas versiones este personaje será capaz de reconocer a un cliente por sus rasgos faciales, saludarlo por su nombre y preguntarle cómo le ha ido con la parrillera que compró el mes anterior.

Google móvil no está solo

Hemos visto gran cantidad de información acerca de los esfuerzos de Google para perfeccionar su auto robot. Hasta ahora han sumado más de medio millón de millas en trayectos de prueba compartiendo las calles con autos y personas del mundo real. Pero el gigante de internet no está sólo en su carrera hacia la incorporación de estos robots a escala masiva, el fabricante de vehículos eléctricos Tesla tiene ya sus propios prototipos y al menos tres fabricantes europeos, BMW, Mercedes y Bosch, ya tienen también vehículos rodando solos por las calles del viejo continente. A juzgar por los avances logrados, es muy probable que estos vehículos autónomos deban esperar más por los legisladores que por los ingenieros.

Un compañero con alma

Jibo es el nombre que se le ha dado al nuevo compañero robótico que está siendo lanzado al mercado de consumo doméstico. Consiste en un pedestal de mesa diseñado en base a contornos suaves en cuya parte superior descansa una esfera con un corte frontal el cual aloja una pantalla táctil de alta resolución. Jibo no se desplaza sólo. Sus funciones principales consisten en socializar con los miembros de la familia mediante un proceso de aprendizaje que incluye reconocimiento facial y auditivo. El nuevo miembro de la familia puede conectarse a la red doméstica e interactuar con los teléfonos para llevar agendas y directorios. Tiene una cámara y movilidad que le permite seguir con la “mirada” a una persona o “voltear” en respuesta a un llamado. Actualmente hay pedidos por 4.800 unidades que comenzarán a ser enviados en Abril de 2016.

Un nuevo sector

La robótica de consumo junto con la industrial se convertirán sin duda en uno de los sectores con mayor crecimiento del próximo quinquenio. Las ventas de robots industriales se duplicaron de 120 mil a 219 unidades de 2014 a 2015. Pero se calcula que para 2019 se estarán vendiendo más de 7 millones de unidades anuales de distintos tipos de robots para uso doméstico y comercial. Tres veces lo que se espera vender en 2015. Pero más allá de lo que constituye este segmento particular de máquinas que ejecutan tareas mecánicas, la convergencia de tecnologías y la dotación de microprocesadores y conectividad (Internet de las Cosas) a dispositivos y artefactos de vieja presencia en nuestras vidas como el refrigerador, la calefacción o la máquina de lavar ayudará a cambiar dramáticamente nuestros usos y costumbres. Tal vez las máquinas inteligentes tomen muchos de nuestros puestos de trabajo, pero a la vez nos darán mayor espacio para crear y aprender. Es la paradoja del progreso.

 

 

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar