miércoles 11  de  septiembre 2024
Estados Unidos

Obtenga su residencia americana en 6 meses. ¡Cuidado!

Después de pensarlo, mis clientes decidieron enterrar el asunto y olvidarse de los $10.000 dólares perdidos, pues temían represarías de Simón, quien sabía muy bien donde ellos vivían y donde trabajaban
Diario las Américas | FERNANDO ÁLVAREZ
Por FERNANDO ÁLVAREZ

De acuerdo con las estadísticas oficiales, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Los Estados Unidos (USCIS por sus siglas en ingles) atiende cada año un aproximado de 6 millones de solicitudes de personas que desean obtener su residencia permanente, ciudadanía y extensión de visas de trabajo temporales.

Según estos informes, suman ya más de 40 millones los inmigrantes residentes en los EEUU, de los cuales 11 millones son indocumentados. Así EEUU se convirtió en el país número uno del mundo en atraer inmigrantes. Una de las consecuencias del crecimiento de la población indocumentada es el aumento del número de estafas relacionadas con el proceso de regulación de los extranjeros.

La llamada me llegó de una joven pareja de inmigrantes que decidieron quedarse en EEUU debido a las muchas oportunidades ofrece este gran país.

"Detective, aunque ingresamos legalmente a EEUU y estuvimos viajando cada tres meses, ida y vuelta, a países cercanos para renovar nuestra estadía legal, nuestro deseo es obtener la residencia permanente. Nos reunimos con varios abogados de inmigración para ver qué alternativas teníamos, pero sus respuestas fueron que no calificábamos para ninguno de los programas de inmigración existentes. Hace 4 meses nos presentaron a Simón (nombre cambiado), un hombre mayor de edad que nos ofreció sus servicios para obtener la residencia permanente en 6 meses, por el pago de $5.000 dólares cada uno en un plazo de 4 meses. Simón nos prometió que su labor no era ilegal, pues el solo usaba sus contactos de alto rango dentro en el servicio de inmigración. Aceptamos y comenzamos a pagar. Cada mes él pasaba por nuestra casa a recoger el dinero, nos hizo firmar documentos de inmigración y nos tomó las huellas dactilares. Cada vez que le preguntábamos sobre el estado de nuestro caso nos respondía que estaba avanzando muy bien, pero nunca nos entregó copias de ninguno de los documentos que firmamos. La semana pasada se reunió con nosotros para recoger la última parte de los $10.000 dólares y nos confirmó que en dos meses más tendríamos aprobadas nuestras residencias. También nos prometió que un representante del USCIS nos llamaría para algunas preguntas y de esa forma evitar la entrevista ante un funcionario local de inmigración. Al no recibir la llamada prometida hemos intentado comunicarnos con Simón pero su teléfono ya esta desconectado. Ahora no solo tememos que esto haya sido una estafa, sino que también pueda afectarnos legalmente en el futuro si Simón ingreso el caso al servicio de inmigración con datos fraudulentos. Queremos hacer contacto con Simón para saber que pasó con nuestra petición de residencia permanente. También queremos saber si Simón realmente ingresó nuestro caso en inmigración. ¿Puede ayudarnos?”

"Los casos de fraudes de inmigración son tan comunes, y lo que me cuentan ustedes me suena tan familiar que no tengo dudas que se trate de una estafa más, pero vamos a investigar para ver que encontramos." le respondí a mis clientes. Los datos que poseían mis clientes sobre Simón eran pocos, solo un nombre sin apellidos, dos números de teléfonos y la placa de uno de los tantos vehículos que manejaba Simón. Los teléfonos eran prepagados y a nombre de varias personas, pero una de esas personas era un tal Simón aunque con un domicilio en una ciudad lejana. La placa del vehículo no estaba registrada, no era válida, pero los resultados del "sighting", un sistema nacional de reconocimientos de placas, nos mostró que en repetidas ocasiones ese vehículo estuvo estacionado a fuera de un complejo de apartamentos de una zona pobre de la ciudad. Una búsqueda más profunda nos permitió atar los cabos sueltos entre, Simón, el lejano domicilio y ese complejo de apartamentos al punto de que no solo pudimos identificar a Simón, sino también obtener fotografías de sus arrestos policiales. Tan pronto le mostramos las fotografías al cliente este no confirmó que efectivamente, se trataba de Simón.

Simón tenía un largo pasado delictivo de más 20 años, de fraudes, falsificación, robos, estafas de inversión, laconismo y un caso de violencia con arma de fuego. Simón vivía solo, en un pequeño apartamento, pero era continuamente frecuentado por individuos de muy mala reputación. Definitivamente les recomendé a mis clientes no acercarse a Simón, a fin de evitar problemas mayores. Mis clientes no podían creer que Simón, un hombre de edad avanzada, muy educado y bien vestido podría tener un pasado tan feo, pero como dice el refrán "caras vemos, corazones no sabemos". En el segundo paso de la investigación contactamos al servicio de Control de Inmigración y Aduanas donde le informamos del fraude en curso y solicitamos verificación para determinar si Simón había o no ingresado el caso de mis clientes en el sistema de inmigración. Negativo, los trámites nunca fueron iniciados, el fraude estaba confirmado. Si Simón hubiese iniciado el trámite con documentación fraudulenta, hoy estaría enfrentando cargos criminales a nivel federal, pero como nunca lo hizo, ahora sólo podría enfrentar una demanda civil por parte de mis clientes. Les recomendé que consultaran con un abogado para que hicieran la denuncia policial e iniciaran la demanda civil. Después de pensarlo, mis clientes decidieron enterrar el asunto y olvidarse de los $10.000 dólares perdidos, pues temían represarías de Simón, quien sabía muy bien donde ellos vivían y donde trabajaban, además tenía todos sus datos y copias de sus documentos de identidad. Si mis clientes hubiesen contratado mis servicios antes de confiar en Simón se hubiesen ahorrado los $10.000 dólares y cientos de preocupaciones.

Por su seguridad y tranquilidad no crea en todo lo que le prometen, infórmese bien, consulte a varios abogados de inmigración y si ellos no le pueden ayudar, entonces absténgase de creer en promesas de aquellas personas que le aseguran tener contactos directos dentro del servicio de inmigración de EEUU. Recuerde que "en la confianza está el peligro".

Cuídese del fraude, pero si necesita ayuda, llámeme al 866-224-1245.

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