Funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos concluyeron que los presuntos riesgos inflacionarios —según ellos y no por las estadísticas actuales— superan a los del empleo, según las actas de una reciente reunión, que mostraron división en el Banco Central sobre los efectos de los aranceles de Donald Trump.
Durante un año y dos meses en el gobierno de Joe Biden, a los mismos miembros de la junta de gobernadores de la Reserva Federal nunca les preocupó la inflación que llegó a cifra récord en los últimos 50 años.
Ahora, bajo el gobierno del presidente Donald Trump sí se definen como muy preocupados, tanto que no se cansan de crear alarmas.
Desde hace seis meses, los gobernadores de la Reserva Federal repiten sin cansancio lo mismo: el alto riesgo inflacionario de los aranceles de Trump.
La justificada inconformidad de Trump
Por esa razón, el propio presidente de EEUU está bastante molesto con el trabajo y la campaña de propaganda en contra de sus medidas económicas, que hasta ahora han demostrado su efectividad e impacto positivo en la economía estadounidense
Al término de la última reunión en julio del Comité de Política Monetaria, que fija los tipos de interés de referencia, los funcionarios de la Fed decidieron mantener las tasas sin cambios por quinta vez consecutiva. Sin embargo, esta opinión no fue unánime, ya que dos de ellos se mostraron a favor de un recorte de 0,25 puntos porcentuales.
Según las actas de sus debates, los funcionarios a favor de una reducción de las tasas minimizaron el impacto de los aranceles en la inflación, considerándolo transitorio, pero consideraron que el riesgo de deterioro del mercado laboral "ha aumentado significativamente". Para ellos, esto justifica que la Fed actúe.
El Banco Central estadounidense aplica su política monetaria basado en dos objetivos concurrentes, según los medios liberales: una inflación de cerca del 2% a largo plazo y una economía con pleno empleo. Para los miembros que optaron por mantener los tipos de interés en su rango actual del 4,25% al 4,50%, la inflación sigue en un nivel demasiado alto, al igual que la incertidumbre sobre la economía estadounidense.
En general, todos se mostraron cautelosos. Afirmaron que "monitorearán la información futura sobre las perspectivas económicas" y expresaron su disposición a "ajustar la postura económica si surgen riesgos que puedan frustrar los objetivos de la Fed".
Los inversores claman por una rebaja de intereses
Las tasas directrices se han mantenido sin cambios desde diciembre. Pero antes de las elecciones de noviembre y con Kamala Harris en la postulación presidencial, la Reserva Federal hizo tres reducciones consecutivas en el catastrófico gobierno de Joe Biden.
La gran mayoría de los inversores cree y clama porque la Fed baje las tasas en su próxima reunión, a mediados de septiembre, y los mercados anticipan un recorte de un cuarto de punto porcentual, según el indicador publicado por CME FedWatch.
Cuando las tasas son elevadas, los créditos se encarecen y con ello caen el consumo y la inversión y baja la presión sobre los precios. Por el contrario, tasas más bajas alimentan la dinámica económica.
Trump ha criticado el pésimo trabajo de la Fed, y en particular el de su presidente, Jerome Powell, quien podría enfrentar la justicia por posible malversación de fondos y por mentir al Congreso sobre los 3.100 millones de dólares en la renovación de dos edificios del Banco Central, en los que Trumo consideró que apenas bastaban 50 millones para ese proyecto.
En un mensaje publicado el miércoles en su plataforma Truth Social, Trump volvió a arremeter contra Powell, a quien ha apodado "Demasiado Tarde", acusándolo de perjudicar "gravemente" el sector inmobiliario.
"La gente no puede conseguir una hipoteca por su culpa. No hay inflación y todo apunta a un recorte importante de tipos de interés. ¡'Demasiado Tarde' es un desastre!", escribió Trump.
Powell concluirá su mandato como presidente de la Fed en mayo de 2026, pero Trumpo espera que renuncie o sea enjuiciado.
FUENTE: Con información de AFP.