La petición ahora, en la que se incluyó también ayuda a Israel y Taiwán como chantaje para su aprobación, se eleva a 110.000 millones de dólares. Se estima que más de 60.000 millones son directamente para Zelenski, lo que elevaría la ayuda en general a más de 200.000 millones de dólares desde que estalló el conflicto bélico
Los conservadores en ambas Cámaras del Congreso en Washington exigen un freno al derroche de dinero de los contribuyentes estadounidenses y acciones claves y drásticas que reviertan la caótica situación en la frontera sur de EEUU, que lleva casi tres años en un descontrol sin precedentes en la historia de la nación a causa de la política de puertas abiertas del gobierno Biden-Obama.
Tras pasar el fin de semana en Argentina para la investidura de Milei, Zelenski llegó a la capital estadounidense este lunes para un discurso en la Universidad de Defensa Nacional, junto al Secretario de Defensa, Lloyd Austin, informó el Pentágono.
Estados Unidos es el principal aliado militar de Kiev en la guerra destada tras la invasión rusa, pero el apoyo de Washington está en peligro después de que el Congreso bloqueara el nuevo paquete de fondos, unos 10.000 millones de dólares para Israel en su guerra contra los terroristas de Hamás después del ataque a principios de octubre que dejó unos 1.400 muertos israelíes.
También se suman millones de dólares de ayuda para Taiwán.
Estos otros temas se incluyeron en busca de la aprobación de los republicanos, pero esa estrategia de chantaje esta vez no ha funcionado.
Día crucial para Zelenski
Zelenski se reunió con los líderes demócrata y republicano del Senado, Chuck Schumer y Mitch McConnell, respectivamente, así como con el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, el republicano, Mike Johnson.
La renovación de los fondos en cuestión, que podrían agotarse en las próximas semanas, fue bloqueada por los congresistas conservadores, que condicionaban el paquete de ayuda a la aprobación de reformas para frenar la entrada ilegal de inmigrantes en la frontera con México y que fueron rechazadas por los demócratas.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre dijo que la visita de Zelenski "subraya el compromiso inquebrantable de Estados Unidos" con Ucrania, que en febrero entrará en su tercer año de combate contra la invasión lanzada por Rusia a inicios de 2022.
Pero en realidad es el compromiso desbocado de Biden y los demócratas con Ucrania lo que ha desencadenado la respuesta conservadora.
De forma bipartidista (republicanos y demócratas) han aprobado cuatro enormes paquetes de ayuda financiera y militar a Ucrania que se aproximan a los 200.000 millones de dólares, sin resultados convincentes en la guerra por parte de Kiev y pasando por alto las crisis creadas en EEUU por la administración Biden.
Los 49 miembros de la minoría republicana en la Cámara Alta votaron en masa en contra de seguir adelante. Señalan la falta de acción gubernamental sobre los 10.000 y 13.000 inmigrantes que, como promedio, cruzan a diario desde México.
"Todo el mundo ha sido muy, muy claro al respecto para decir que nos mantendremos firmes. Ahora es el momento", declaró a Fox Business el senador James Lankford, uno de los principales negociadores republicanos en inmigración y fronteras, antes de la votación.
"Estamos completamente fuera de control en la frontera sur, y es hora de resolver esto", recalcó.
Por su parte, las fuerzas ucranianas se han apoyado en la multimillonaria ayuda militar que una coalición de países occidentales liderada por EEUU le ha proporcionado, tanto en municiones, armamento, así como asistencia económica y social.
Más del 85% de la ayuda a Ucrania ha salido de Estados Unidos mientras que las sanciones ni el dinero han detenido el avance de las tropas rusas en Ucrania, tampoco los bombardeos ni las destrucción de casi toda la infraestructura del país, que al final del conflicto militar también necesitará cientos de miles de millones de dólares para comenzar a levantar el llamado "Granero del Mundo".
El bloqueo de este último paquete ha sido un fuerte revés para Biden, que había instado a los legisladores a aprobarlo bajo la amenaza de que el presidente ruso, Vladimir Putin, no se detendría con la victoria en Ucrania y podría incluso atacar a una nación miembro de la alianza atlántica OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).
Biden entre la frustración y el fracaso
"Esto no puede esperar", dijo Biden en un discurso televisado en la Casa Blanca la semana pasada.
"Considero impresionante que hayamos llegado a este punto, donde los republicanos en el Congreso están dispuestos a darle a Putin el mayor regalo que podría esperar", añadió Biden.
Pero se trata más que eso. Los republianos ya están cansados de que Biden y la extrema izquierda sigan gobernando a EEUU como un territorio unilateral con un gran peligro para la seguridad nacional de EEUU, sin tener en cuentra las premisas conservadoras y mucho menos las verdaderas necesidades actuales de los estadounidenses.
Desde el primer día en la Casa Blanca, Biden firmó decenas de órdenes ejecutivas al mejor estilo autoritario, algo sin precedente en la historia de la nación y que la gran prensa liberal ya ni menciona. Durante casi dos años, con el control de la Cámara de Representantes y con el COVID-19 de pretexto, los demócratas -mediante una ley aprobada por ellos mismos sobre la base de una situación especial por la pandemia- gobernaron sin siquiera contar con el voto de los republicanos y aprobaron decenas de proyectos de manera unilateral.
Los consumidores norteamericanos llevan más de dos años y medio pagando altísimos precios de la canasta básica como consecuencia de una guerra frontal contra las petroleras estadounidenses, que abrió Biden desde su primer día en la Oficina Oval. Y aunque a los 18 meses después tuvo que dar marcha atrás, el impacto de sus erráticas medidas económicas lo ha pagad la gran mayoría del pueblo estadounidense.
Los republicanos, con el control en la Cámara Baja, han emprendido acciones concretas para comenzar a revertir el daño causado por la administración Biden en menos de tres años de gobierno. Incluso, avanzan con investigaciones a la familia Biden por corrupción, en especial a Hunter Biden y a su padre.
A principios de diciembre, Putin firmó un decreto para aumentar las fuerzas rusas en un 15 por ciento con el fin de apoyar la invasión de Ucrania, aumentando el Ejército en unos 170.000 efectivos.
Moscú ha dado señales sobre un posible acuerdo de paz que involucre a una Ucrania neutral, algo que Zelenski -arropado por Biden- se niega a aceptar.
Los demócratas también se oponen rotúndamente a reformas para contener el caos en la frontera sur de EEUU.
El ala más conservadora del Partido Republicano, liderada por el expresidente (2017-2021) y casi seguro candidato a las elecciones de 2024, Donald Trump, rechaza tajantemente renovar la ayuda a Ucrania.
"Lo mejor para los intereses de Estados Unidos es aceptar que Ucrania tendrá que ceder en un acuerdo, porque ya es hora de llevar la guerra a un final", dijo el domingo el senador JD Vance, un aliado cercano de Trump.
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FUENTE: Con información de AFP y otras fuentes.